Save Me ; jeon jungkook

29

|Jung Kook|

Cuando ya llegamos a mi casa ambos caminamos directo a la cocina para ver si Nana aún se encontraba despierta, y lo estaba.

—¿Como has estado mi niña? —pregunta un tanto emocionada a Yongsun.

—Muy bien, ¿y tú?

—Bien cariño —responde sonriente— Veo que ya están bien ¿no?

—Así es —me apresuro a responder— Ella se quedará a dormir.

—Oh, ¿Quieren que les prepare algo?

—Cenamos en su casa —respondo llevando la mirada a Yongsun— Estaremos en la sala y luego nos iremos a dormir, tu deberías ir también. Tienes que descansar.

—Termino de limpiar lo que queda e iré, no te preocupes.

Luego de darle una sonrisa vuelvo a jalar la mano de Yongsun y la llevo a la estancia.

—¿Quieres ver alguna serie? —pregunto.

—Está bien —asiente con una sonrisa en sus labios. Suelto su mano y me acerco a la televisión.

—Puedes sentarte ya —digo mientras tomo el control remoto.

—¿Cual escogerás?

—La que sea, solo quiero estar un momento contigo —confieso.

—No digas esas cosas —se queja con sus mejillas sonrojadas.

—¿Por qué? —pregunto medio riendo.

—Me da pena —admite avergonzada.

—Eres linda.

—¡Yah! —exclama.

—De acuerdo, me detengo... pero antes dame un beso.

—Jungkooook —se queja nuevamente.

Sonrío divertido y me acerco a ella para chocar nuestros labios.

—Me gustas mucho, Yongsun —susurro sobre sus labios— Por favor, cuida de mi y no me dejes.

—No lo haré —susurra de vuelta y vuelve a pegar sus labios a los mios.

La tomo delicadamente por la cintura para levantarla y sentarla sobre mi regazo.

De pronto el timbre suena haciendo eco por toda la mansión.

—¿Esperabas a alguien más? —pregunta Yongsun apartándose de mi.

—No. Iré a ver, espera aquí.

En silencio me levanto del sofá y camino hacia la entrada.

—Ah, eres tú —suelto sonando desinteresado— No sé a que vienes, pero... te diré que Nana ya está descansando, así que si subirás a tu habitación hazlo en silencio y a mi no me molestes.

—Hij...

—¿Entras o no? —la interrumpo.

—Tenemos que hablar.

—Bien, si quieres entras, sino te largas, adiós —dicho eso vuelvo a la sala y me acerco a Yongsun.

—Vamos, hay que subir.

—¿Quien era? —pregunta poniéndose de pie.

—Nadie importante —digo sin más.

—Soy tu madre —oigo que dice a mis espaldas.

—¿Y? —pregunto volteandome hacia ella— Soy tu hijo y tampoco te importo. Es lo mismo.

—Claro que me importas —dice intentando acercarse a mi.