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|Jung Kook|

Suelto un largo suspiro al verla desaparecer entre las demás personas.

¿Por qué es tan sensible?

No esperaré hasta mañana si es lo que piensa, en cuanto termine la alcanzaré.

—Es algo complicada esa chica ¿no?

Termino de atar las cuerdas de mis zapatillas y levanto la mirada.

Tres chicas están observándome desde el otro lado de las barreras.

—Por eso no es bueno venir con niñas pequeñas —suelta otra de ellas.

—No sé si lo notaste, pero es de tu tamaño —le digo— No es pequeña.

Bueno, un poco.

—Nosotras estábamos del otro lado —vuelve a hablar, la pelinaranja— Por la manera en que te abrazaba, creímos que eran novios.

—Obviamente estábamos equivocadas —dice, la que se había mantenido en silencio.

—Ahora iremos a tomar algo ¿Quieres venir con nosotras?

—Ya me voy —digo, poniéndome de pie— Tengo que ir por la "niña pequeña" —agrego haciendo comilla con mis dedos.

—Deja a esa chica berrinchuda y ven con nosotras. La pasaremos bien.

—Esa chica berrinchuda como le dices, es mi novia. Ahora si me permiten, me voy. Espero que tengan una linda tarde.

Tomo ambos pares de patines, los entrego y salgo del lugar.

A unos metros logro ver a Yongsun de pie junto al coche, y se me escapa una pequeña risa.

—¿Sigues enfadada? —pregunto, acorralándola de inmediato al coche.

—No hagas eso. Mi trasero choca con tu coche y en serio duele, además...

La miro confundido, al verla quedarse en silencio, y no se si debo asustarme o no.

—¿Además...?

—Se ha mojado —murmura.

—Estuviste sentada sobre el hielo por más de dos minutos, claro que está mojado.

—Oye, no es gracioso —dice— Aunque es cierto.

—Volteate —pido. Ella me mira con una ceja alzada y se queda en la misma posición— Anda, hazlo.

—No, dios, es tan vergonzoso. Seguramente esas chicas me vieron y deben estar burlándose ahora.

Sin responder algo, bajo mi rostro al suyo y uno nuestros labios.

Cielos...

Yongsun es definitivamente mi única adicción.

—Iremos a mi casa —digo, apartándome lentamente de sus labios— Necesitas cambiar tu ropa.

Asiente en respuesta, y rodea el coche para subir al asiento del copiloto.

Suelto una pequeña risa después de verla subir, porque terminé mirando su trasero de todas formas.

—¿Has hablado con tu madre? —me pregunta, y me volteo para buscar el cinturón— Jungkook...

—No Yongsun. No he hablado con ella.

—¿Por qué no lo intentas?

—Porque cada que quiero hacerlo, el recuerdo de ella golpeándome viene a mi cabeza. Lo escogió a él, Yongsun.

Save Me ; jeon jungkookWhere stories live. Discover now