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Te amo elsa.- dijo un hombre alto, con una voz un poco ronca.
Yo también.- conteste así de fácil, aunque no sabía de quién se trataba, su cara no se veía pero derrepente todo se volvió oscuro, aquel hombre desapareció y la voz de mi madre se hizo presente.

Llevo horas y horas hablándote!.- la voz de mi madre sonaba muy molesta pero siempre exageraba en todo.- vas a llegar tarde a tu escuela otra vez.- me saco de la cama con todas sus fuerzas y yo seguía dormida pero caminaba para no hacer enojar a mi madre.

Me bañé, desayuné, tome mi bicicleta y me monte en ella y me fui a toda velocidad mientras le gritaba a lo lejos, a mi madre.- adiós, regresaré lo antes posible.- le hice una sonrisa pero mientras más me alejaba de la casa, mi sonrisa se borró, me sentía insegura, triste, pero la hermosa vista de aquella cuidad siempre me animaba un poco.

Todo era igual, en la mañana tenía que ir a la escuela, hablar con mis amigos, hacer tarea y después en la tarde ir a trabajar en una cafetería y cuando tenía mi descanso me ponía a estudiar un poco o incluso a leer un libro que siempre cargaba en mi bolso.

Hermosa Elsa, lleva esta deliciosa comida a la mesa 4.- me dijo un hombre de cabellos negro mientras hacía una sonrisa, el siempre andaba de buen humor y eso se transmitía y hacia que todo el lugar tuviera una buena vibra.
Agarré los platos suavemente y mientras me acercaba a la mesa 4 vi aún hombre de cabellos grises, su mirada era fría e incluso se veía de mal humor, parecía estar con una chica de mi edad y la chica parecía no mirarlo a la cara, su cara estaba pálida y echo un desastres ¿Será que está regañando a su hija? O ¿será su novia?

Hola muy buenas tardes.- sonreí pero mis ojos estaban en aquella chica, empecé a dejar los platos en la mesa.- provecho.- dije e inmediatamente me contestó aquel hombre, me sorprendí mucho por qué su voz sonaba muy ronca, además de que parecía de unos 20 años... Pero, el no tenía esa edad

Muchas gracias.- dijo el hombre y me fui inmediatamente de ahí ya que sentí como mi piel se erizó al escucharlo hablar, su voz, sus ojos, su mirada, todo era perfecto de el.

Fui al baño y me miré en el espejo.- por qué me duele el pecho.- puse una mano en mi pecho y trate de respirar lentamente.

Cuando salí del baño aquella pareja ya no estaba, suspiré y seguí haciendo mi trabajo hasta que mi turno se acabó y me despedí, tome mi bicicleta y salí y me fui directo a mi casa pero tome un atajó para llegar más rápido pero fue mala decisión.
Mientras andaba en bicicleta no tan rápido pude observar un carro a lo lejos estacionado, no le puse atención pero a la hora de acercarme pude ver y escuchar como una chica pedía a gritos ayuda, y vi aquel hombre de cabellos grises abusando de aquella misma mujer.

Me duele detente.- gritaba la chica mientras aquel  hombre abusaba de ella.- ya no volveré a hacer.

Cállate, eres igual que todas.- dijo el hombre de cabellos grises, su voz estaba agitada.- así que tengo que castigarte

Apreté mis puños al ver esa escena, pero seguí avanzando en mi bicicleta, no quería meterme en esa escena pero después la voz de aquella chica se hizo presente y sentí como mi corazón se detuvo.

Ayúdame!.- gritó y aquel hombre volteo a verme, sentí que iba a morir en ese momento así que seguí avanzando lo más rápido.

Empecé a llorar por aquella escena, y mi cuerpo empezó a temblar, tenía mucho miedo, a parte de que ese atajó que tome estaba abandonado, ya nadie pasaba por ahí..así que este sería mi fin.

Estaba oscureciendo y me apresure a ir más rápido pero después vi una luz y decidí voltear pero cuando volteé sentí que mi cuerpo caía y todo se veía borroso además de que mis oídos dolían, pude notar la silueta de un hombre y después cerré mis ojos.

Escuché la voz de mi madre otra vez y exagerando todo de nuevo y eso me alegraba.

Auch.- me levanté despacio y vi mi mano vendada, dolía cuando la movía pero no era nada.- por qué tengo vendada la mano.- dije como si no supiera pero realmente jamás olvidaría esa escena.

Alguien no te vio y te atropello por accidente.- dijo triste.- y una amable persona me llamo y te trajo aquí, dijo que sólo te habías fracturado la mano pero que no era grave.- trato de sonreír y me abrazó.- fue un milagro que ese señor te recogiera y pagará todo por ti, es tan amable, además de que su cabello era realmente gris

Me quedé en shock, ¿Cabello gris? Sentí como mi corazón volvía a palpitar a tal grado que sentí que me iba a dar un infarto, ¿El fue el que me atropello? ¿Por qué me salvaría?

Quedé unos días más en casa, hasta que me recuperará y cuando lo hice empecé a ponerme al corriente en la escuela y en el trabajo ya que mi madre no depende de mucho dinero.
Aquel hombre de cabellos grises venía a diario a tomar un café y cuando el aparecía siempre inventaba una excusa para no atenderlo, así fue día tras día hasta que otro mesero me mandó a hablar y me dijo que ese hombre quería hablar conmigo...

Tomé el valor, mi cara cambio a una expresión de odió que no me di cuenta, cuando llegue, el hombre me miró.

Siéntate.- lo dijo serio como siempre.- solo tomara unos minutos

No tengo todo tu tiempo, tengo que trabajar así que apúrate.- lo mire a los ojos enojada y pude notar como se reía de mí.

Si hablas de lo que vistes, te mataré.- seguía mirándome.- incluso puedo destruirte, tan solo eres una persona de pocos recursos.- tomo un poco de su café y volvió a retomar el mandó.-  o incluso puede que tu madre se vea afectada.

Me pare del lugar y sin darme cuenta le había dado una bofetada ya que toda la gente nos volteaba a ver.- mira maldito.- lo agarre de la corbata y le dije entre susurros.- eres un cobarde.- lo solté y tome mis cosas y me largué de la cafetería

Fin de narración

MI ESCLAVA ||Jelsa||Where stories live. Discover now