2

6.4K 301 82
                                    

Estaba molesta, tenía ganas de llorar, cuando lo vi por primera vez sentí que el sería el amor de mi vida pero tan solo es un hombre arrogante, infeliz y lo único que le importa es el sexo

Caminé lo más rápido pero después alguien agarró mi mano y con la otra mano cubrió mi boca para no gritar, cuando volví a parpadear vi que andaba en un carro y a lado andaba ese hombre de nuevo

Bajarme imbécil.- empecé a moverme bruscamente haciendo que el se enojara un poco.

¡Joder niña! Eres tan ruidosa.- siguió conduciendo hasta llegar a una casa muy grande y un poco alejada.

¡Maldición!.- trate de abrir la puerta pero al abrirla caí bruscamente haciéndome daño otra vez en mi mano.

Aquel hombre solo me vio y me empezó a cargar hasta su casa y yo seguía quejándome hasta que me bajo y yo quedé sorprendida, había muchas sirvientas con muy poco de ropa, sonreían aunque por dentro sabía que tenían mucho temor a que ese hombre les hiciera algo

Que es ésto?.- me asusté y mis ojos se abrieron más de lo normal, aquel hombre solo se fue a su habitación y me dejó con estas chicas.- están bien.- pregunté y empecé a llorar, podía sentir la tristeza de aquellas chicas.

Todo está bien.- respondieron todas con una sonrisa.- se le ofrece algo.- muchas bajaban la mirada, otras seguían sonriendo e incluso unas estaban lastimadas.

Estoy bien así.- caminé muy rápido y empecé a buscar a aquel hombre para golpearlo, estaba llena de odió en ese momento.

Busque por toda la casa y no había nadie hasta que por fin llegue a una última puerta, está tenía seguro pero igual no me detuve y empecé a tocar muy fuerte esa puerta.- desgraciado sé que estás aquí!.- seguí golpeando la puerta hasta que me abrió y su miraba no era la misma si no que estaba enojado.

Me acorraló y me jalo del pelo.- si vuelves a tocar así o hacer ruido juro que te voy a enseñar modales.- me miró fijamente y después bajo su mirada hacia mi cuerpo y me enoje más y trate de darle otra bofetada pero este me detiene.- eres la única mujer que en vez de pedir ayuda y buscar una salida, viene y me buscas pelea.- sonrió.

Te odio demasiado!.- trate de alejarme de el pero era imposible.

El solo sonreía de lado.- me gustaría tener sexo contigo en este momento.- suspiró y se alejó de mí.- te pagaré lo que me pidas pero tendrás que acostarte conmigo cuando yo quiera.

Pagarme?.- empecé a reírme.- jamás lo haría con un tipo como tú, así que regresarme a casa.- lo rete con la mirada pero este me ignoró.

Adelante, puedes irte a tu casa, te presto el carro y llámame Jack.- se metió a su cuarto y se volvió a encerrar.

No necesitó tu carro, te lo puedes meter por donde más te guste, además se caminar.- le grité y me fui de su casa caminando.
Había pasado una hora desde que salí de su casa pero más sin embargo aún no llevaba mucho caminando. El camino era muy agotador y no pude más.

Narra Jack:
Caminaba por toda la casa, esperando que esa mocosa regresará a casa pero ya había pasado una hora desde que se había largado, estaba enojado y escuché como un plato de rompió en la cocina y baje hacia ya, todas eran inútiles.

Qué pasó aquí.- alze la voz un poco y una sirvienta me miró triste.

Fui yo señor Frost, yo lo rompí, perdonarme.- se arrodilló y rogaba para que no le hiciera nada pero estaba enojado y más por qué me miraba con esos mismos ojos que me miraba mi madre.
Agarré su cabello y la alze lastimandola y la senté en una mesa, mientras me desabrochaba el pantalón y metía mi miembro en ella mientras está gritaba de dolor, las otras sirvientas solo miraban con miedo pero tenían que sonreír para que no les pasará lo mismo que a esa pobre Joven.

Cuando terminé la baje de la mesa y la tire muy fuertemente.- limpien este desastre.- ordene y me acomode la ropa para después ir a buscar a esa maldita mujer.

Narra Elsa:
No queria rendirme, tenía que llegar a mi casa, mire hacia atrás y pude ver como un carro se estacionó a un lado de mí.

Mírate, luces horribles.- me miró serio y después abrió la puerta.

No voy a subirme.- negué y está me dejó de mirar y suspiró y ninguno dijo nada hasta que decidí subirme con un poco de dificultad.

Ninguno hablo en todo el camino hasta que decidí romper el silencio.

Puedes dejar de abusar de tus sirvientas.- le dije directamente.

No, pero podemos hacer un intercambio.- seguía sin ninguna expresión.- las dejaré de maltratar y abusar de ellas si tú decides tener sexo conmigo cuando yo quiera... Serás mi exclava.

Mi expresión cambió, jamás lo había echo con nadie, aparte de que estar con el en mi primera vez sería un total infierno.

Vas a prometer que no les harás nada, y las trataras cómo se debe y consumo respeto.- mi voz temblaba, si aceptaba ahorita mismo ellas no sufrirían más pero sin embargo yo seria la que aguante todos sus golpes ¿Podré soportarlo?

Claro, una promesa jamás debe romperse.- me miró serio, y detuvo el carro esperando a que yo le respondiera.

Entonces acepto... el trató.- dije fuerte y firme aunque por dentro me sentía la mujer más miserable.

El sonrió y siguió conduciendo hasta llevarme a casa.- te esperare con muchas ansias niña.- iba a continuar hablando pero tenía que detener esa desagrabable voz.

Me llamo elsa.- me retiré y me metí a la casa, por suerte mi madre andaba dormida y no notaría mi tristeza.

Ese día llore toda la noche, no podía dejar de llorar, me arruine la vida por otras personas, y sin embargo ellos jamás sabrán lo que hice por ellas....

Fin de la narración

MI ESCLAVA ||Jelsa||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora