Mi Tierno Alfa [L.S]

2

El precioso Omega ojiazul por primera vez, bueno segunda la verdad que entraba a la cafetería, muchos de sorprendieron al verlo allí, pues el castaño no solía frecuentarla, nunca solía salir de la Biblioteca, él sabía perfectamente que si llegaba a poner un solo pie en la cafetería, volvería a salir con el rostro lleno de pastel o pudín, como sucedió la primera vez que estuvo allí. Pero ahora la diferencia de la primera vez es que ahora no se encontraba solo, se encontraba acompañado por el Moreno, el cual lo estaba haciendo reír con sus comentarios hacía los chicos de otras mesas, tuvo mucha suerte al enterarse que compartía clase con el Alfa, solo en dos clases no estarían juntos, estaban tan metidos en su mundo que no eran capaces de notar la mirada de un tierno ojiverde que se encontraba con el ceño fruncido mientras en una mano se encontraba un pequeño jugo de manzana.

El lindo rizado estaba más que molesto, estaba bastante enojado por la cercanía de este estúpido Alfa hacía su precioso Omega, al parecer el Alfa le había tomado mucho cariño al pequeño Omega o de plano es demasiado confianzudo, ya que el ruloso piensa que estaba demasiado cerca de su pequeño.

— ¿Por qué tienes esa cara de querer matar a alguien Hazza?. —el ojiverde observó a su querido amigo Zayn, quien venía acompañado de su novio Liam.—

Los dos chicos tomaron asiento al lado del ruloso y fijaron su vista hacía donde el Alfa estaba viendo, ahí estaba la explicación del enojo del tierno alfa. Sus amigos sabían lo que él sentía por el pequeño Omega y siempre trataron de apoyar al alfa para que hablara con el castaño.

— Porqué en lugar de estar aquí matando con la mirada a ese Alfa, ¿te acercas y le hablas a Louis?. —el rizado pensó un poco la idea de su amigo morocho que no era tan mala, terminó sonriendo, sonrisa que desapareció de inmediato al ver como ese alfa abrazaba y repartía besos por el rostro de su Omega, se sintió tan enfadado que sin darse cuenta aplastó la Caja de jugó de manzana que sostenía en su mano haciendo que este terminara derramandose en su mano, al notarlo suspiró frustrado.—

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Louis se sentía un poco triste pues en la clase de matemáticas e inglés su nuevo amigo no estaría con él, suspiró, como siempre se encontraba sentado en las bancas de el Fondo, tenía puesto sus audífonos mientras veía por la ventana, cerró sus ojos para poder deleitarse con la linda melodía de piano que estaba escuchando, desde que tiene uso de razón a tenido una gran fascinación por el piano e incluso su mami Kyle fue muy amable al pagarle unas clases. Mientras tanto en la puerta del Salón el tierno alfa lo observaba y simplemente pudo deducir que era lo más hermoso que sus ojos podían apreciar, sin nada más que pensar comenzó a caminar hacía el Omega, pero un grito hizo que volteara hacía la otra esquina del Salón, en donde se encontraban Los Populares.

— ¡Harry!, ¡ven, aquí a mi lado hay un lugar vacío!. —le dijo Kendall, una Omega que ha estado detrás del tierno alfa desde hace tiempo, el alfa lo pensó y terminó sonriendo.—

— Lo siento Kendall. —volteó a ver al lindo castaño que seguía en su mundo.— pero me sentaré con Louis. —sin más que decir volvió su camino hacia el lugar donde se encontraba su Omega, mientras caminaba, pudo escuchar como los demás murmuraban pero simplemente le dió igual, la verdad era que le importaba muy poco lo que los demás dijeran de él, en si él nunca buscó llamar la atención o ser popular. Y si le dejaban de hablar esos amigos le daba lo mismo, no le importaba nada con tal de estar cerca de su adorado Omega.

En cuanto estuvo al lado del castaño pudo percibir ese aroma a fresas que tanto le encantaba al Alfa, dió unos pequeños golpes en el hombro del Omega para poder llamar su atención, pero la acción hizo que el Omega diera un pequeño brinco y al mismo tiempo abriera sus ojos, el ojiazul observó detalladamente al alfa y Harry pudo observar como el pequeño Omega se quitaba sus audífonos.

— Hola Louis. —le dió una sonrisa amplia donde se podían apreciar sus hoyuelos en sus mejillas.—

— H-hola H-harry. —el alfa pudo ver un leve sonrojo en las mejillas del lindo omega.—

— ¿Está ocupado?. —pregunta señalando el asiento de al lado, el cual se encontraba vacío, de inmediato el ojiazul negó.— entonces, ¿me puedo sentar?. —el pequeño Omega trataba de digerir todo, primero Harry le habla y ahora se quiere sentar a su lado, ¿y ahora que más falta?, ¿qué viera un unicornio?.—

— S-si. —y sin necesidad de que se lo repitiera dos veces el alfa ya se encontraba sentado en el lugar que antes estaba vacío, el castaño tenía su vista en sus manos, las cuales estaban en la mesa, se sentía bastante nervioso, bueno, ¿Quién no lo estaría?.—

— Y dime Louis, ¿qué escuchabas hace un momento?. —el antes mencionado dirigió su vista hacía el ruloso, quien se encontraba con una pequeña sonrisa. Louis tomó uno de los auriculares y se lo dió, el alfa lo tomó e inmediatamente lo colocó en su oído, cuando el Omega vió eso le dió Play a la música y así comenzó a sonar la bonita melodía de piano, Harry disfrutaba de la tranquila música y por instinto terminó cerrando sus ojos, cuando la música terminó dirigió su vista al castaño.—

— Está muy bonita, dime Louis, ¿a tí te gusta tocar algún instrumento?. —el ruloso observa al ojiazul jugar con sus manos.—

— A mi me gusta to-tocar el piano. —el ojiverde sonrió.—

— Así que te gusta tocar el piano, entonces algún día me tienes que enseñar lo tan bien pianista que debes ser. —el Omega sintió sus mejillas arder y Harry no podía evitar sentirse feliz por haber descubierto uno de los gustos de su omega.—

La plática ya no se pudo continuar por la llegada del profesor, el rizado suspiró, a él en realidad le iba bien en todas las clases, incluso tenía un muy buen promedio, pero simplemente en matemáticas ese no era el caso ya que le iba realmente mal, en toda la clase intentaba que el profesor no lo notara así no tendría que pasar al pizarrón.

En el momento que el profesor pasó lista, lo llamó ¿Harry Styles?, oh no vino. El ojiverde frunció el ceño, si bien no quería ser notado por el profesor tampoco quería una falta, por lo que alzó la mano.

— ¡Profesor, aquí estoy!. —el profesor alzó la vista y al verlo hasta el fondo frunció sus cejas.—

— ¿Pero qué hace allí jóven Styles?, si usted siempre está en ese grupito. —señaló el lugar donde se encontraban los populares.—

— Lo que sucede profesor es que a Harry le dieron ganas de sentarse con el Nerd. —Comentó Kendall, lo que hizo a todos reír excepto al castaño que al escucharla, bajó la mirada pero un fuerte golpe en la mesa que tenía al lado le hizo dar un salto.—

— ¡No voy a permitir que insultes así a Louis!. ¿¡Oíste Kendall!?. —inmediatamente todos se quedaron callados ante el grito del alfa, ya que no era común que el tierno ojiverde gritara o incluso insultara.—

A todos les sorprendió la manera en la que reaccionó el tierno alfa por lo que Kendall terminó asintiendo.

— Bueno ya, silencio por favor. —dijo el profesor.— ahora que veo que está presente señor Styles, pase al pizarrón y resuelva el problema. —el alfa comenzó a insultarse mentalmente al haber dicho que si se encontraba presente, se levantó de su asiento y empezó a caminar hacia el frente, tomó un marcador y se terminó colocando frente al pizarrón, se quedó mirando el problema que allí se encontraba tratando de razonarlo, comprenderlo y responderlo pero simplemente no entendía nada y escuchó como su profesor suspiraba.—

— ¿Qué haré con usted jóven Styles?. —vió como su profesor masajeaba su cien.— la única opción que me queda es ponerle un tutor y antes que empiecen a hacer alboroto les voy avisando que no será ninguno de ustedes. —señaló al grupo de los populares, se cruzó de brazos y observó al resto de estudiantes.— Jóven Tomlinson, venga por favor. —el castaño alzó su vista tímidamente y un poco nervioso comenzó a caminar hacia su profesor.— usted será el tutor del jóven Styles. —Louis abrió sus ojos como platos, tendría que pasar tiempo a solas con Harry, ¡Harry maldita sea!. Por otra parte el lobo del tierno rizado brincaba de felicidad al saber que tendría la oportunidad de pasar tiempo con su precioso y adorado Omega.—

Por fin los dos tendrían una oportunidad de estar cerca uno del otro.