Mi Tierno Alfa [L.S]

30 (Especial Marcel + Manu)

Este capítulo es de cuando Marcel marca a Manu.

Él omega pelinegro sollozaba en su habitación, sabía que era patético estar llorando por el que pronto sería su jefe y dueños de las empresas "Styles" y sobre todo no tenía sentido llorar después de todo él y Marcel no eran absolutamente nada.

Dio un gran suspiro.

Sentía que su vida era una gran mierda, desde que se había presentado como omega, sus padres lo echaron de la casa, ya que ellos no querían a una vergüenza como hijo, y lo peor de todo fue que abusaran de él.

Un día cuando caminaba por las calles su celo llegó de pronto, intentó esconderse en un callejón para que los alfas no fueran atraído por su aroma, pero después de todo no funcionó, cuando vio a tres alfa que lo estaban acorralando sabía que era su fin, lo violarían.

Después de que abusaran de el, los alfas lo habían dejado tirado en el suelo frío, el pelinegro había pensando que moriría, pero con un gran golpe de suerte una omega castaña lo encontró y al ver el estado en el que se encontraba lo llevó a un hospital para que pudieran sanarlo.

De allí estaba en deuda con la señora Styles, ella lo ayudó cuando nadie más lo hizo, le dio un techo, comida, ropa, estudios y trabajo.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por unos golpes en la puerta de su habitación.

— ¿Q-quién?. —escuchó un suspiro del otro lado de la puerta.

— Manu soy yo, por favor, abre la puerta. —el pelinegro limpió su rostro para eliminar cualquier rastro de lagrimas.

— ¿Necesita algo joven Marcel?. —hizo un intento de que su voz no sonara quebradiza.

— Por favor Manu, sabes que no me gusta que me digas así, dejam... —fue interrumpido por él omega.

— Si no necesita nada, le pido amablemente que se retire de mi habitación joven Marcel, no me siento bien. —al no escuchar respuesta del beta supuso que este se había retirado, se acostó en su cama abrazando una almohada y más lagrimas empezaron a brotar de sus ojos.

Él omega dio un brinco cuando escucho como la puerta de su habitación era abierta con brusquedad.

Conectó su mirada con la del veta rizado y este al ver los ojos rojizos y con lágrimas del omega, empezó a maldecir por hacer bromas estúpidas.

— Joven Marcel, le dije que se retir... —fue cortado por los labios del beta, él omega intento separarse, jura que lo hizo pero fue en vano, después de todo terminó cediendo ante la batalla.

El beso era tierno, dulce, tranquilo, él beta quería transmitirle todo lo que sentía por el.

Al separarse el beata notó un leve sonrojo en las mejillas del pelinegro, con sus manos las tomó y juntó sus frentes.

— Antes que nada, quiero que sepas que estoy enamorado de ti Manuel, loca y perdidamente enamorado de ti, no te estoy utilizando, te amo, no quiero pasar solo, quiero que estés conmigo todos los días de mi vida, quiero tener muchos hijos contigo, no me importa nadie más, solo tengo ojos para ti. —él omega bajó su mirada y se alejó del beta.

— N-no, tu no puedes estar conmigo, con alguien que es solo un empleado, eres el heredero del imperio de tus padres, ¿cómo vas a tener a un omega que no vale nada a tu lado?, ¿qué van a decir los demás cuando sepan que yo soy... —fue interrumpido nuevamente por los labios del beta.