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Especial Kyle x Issac.


El Omega pelinegro sonreía mientras daba pequeñas caricias en los cabellos del pequeño Omega castaño, su lindo bebé le contaba muy alegre que había echo nuevos amigos y que habían sido muy amables con él, además le había dicho que el tierno alfa rizada le había dado un beso en la mejilla, el Omega mayor sonreía, realmente amaba que su pequeño hijo sonriera, ya que después de noche trás noche de verlo llorar él se había propuesto nunca más dejar que los preciosos ojos azules de su adorado hijo volvieran a derramar aunque sea una lágrima.

Cuando el pequeño Omega se quedó completamente dormido el pelinegro bajó a la sala a esperar a su querida pareja. El Omega se sentó en uno de los sillones que se encontraba en la sala, veía muy impaciente el reloj que marcaban las 11:03 pm y siendo fin de semana el alfa rubio ya debería de haber regresado a casa, suspiró y empezó a leer un libro, paso un buen rato leyendo y cuando ya estaba por quedarse dormido el golpe de la puerta lo impidió, volteó a ver el reloj nuevamente y esta marcaba las 12:00 am, se puso de pie y con una gran sonrisa fue a pasos rápidos a la entrada para poder recibir a su hermoso alfa con un beso de bienvenida, tal y como siempre hacia.

Su sonrisa desapareció cuando vió a su alfa tomando de la cintura a una chica rubia, el Omega pelinegro los vió con el ceño fruncido.

— Issac, ¿quién es ella?. —el alfa volteó a verlo y sonrió de lado.—

— Ella es Halsey. —el alfa apegó más a él a la rubia cosa que hizo que ella soltara una risita.— y es mi linda y Nueva Omega. —el pelinegro agrandó sus ojos ante la confesión.—

— ¿C-cómo que tu nueva omega?, ¡SI TU ÚNICO OMEGA SOY YO!. —el rubio hizo una mueca.—

— Si, pero tú... —el alfa lo observó de pies a cabeza.— tú eres un Omega incompleto. —el pelinegro lo vió sin entender.—

— ¿Cómo que un Omega incompleto?. —el rubio se separó de la rubia y se acercó al pelinegro.—

— Así como escuchas querido, eres un estúpido Omega incompleto, ¿cómo vas a ser un Omega completo cuando ni siquiera puedes darme un hijo?, en resúmen, solo sirves para dar placer. —el Omega sintió sus ojos picar y sin pensarlo mucho abofeteó al alfa.—

— ¡ERES UN IMBÉCIL!. —el rubio frotó su mejilla y sonrió, se volvió hacía la rubia y la tomó nuevamente de la cintura.—

— Insultame lo que quieras y también pegame, después de todo nada impedirá que yo esté con mi linda Omega, además esta hermosura si podrá darme la dicha de ser padre, no como tú, maldito Omega incompleto. —las lágrimas empezaron a salir de los ojos del pelinegro al observar como su ex alfa besaba a la chica rubia.—

No podía creer que ese alfa le estuviera haciendo esto, ¿tan rápido se había acabado el amor que le decía tener el alfa por él?, el alfa siempre le había demostrado que lo amaba y que no le importaba que el pelinegro no le pudiera dar hijos, pero el Omega se dió cuenta que todas esas palabras no habían sido más que mentiras, se sentía tan usado, Kyle amor, se sentía tan miserable, Princesa despierta, tan roto, ¡Bebé!.

El Omega pelinegro abrió sus ojos de golpe al escuchar el grito del alfa, observó a su pareja frente a él, el Omega empezó a ver a su alrededor y no había nada, volvió su vista hacia el rubio y sus ojos se cristalizaron, el alfa rubio no esperó y lo envolvió en un abrazo, el Omega se aferró a la camisa del alfa y empezó a soltar sollozos muy fuertes, mientras el rubio le daba leves caricias en la espalda.

Cuando había entrado le extrañó no ver a su perfecta pareja en la entrada, esperándolo como siempre y cuando lo vió acostado en el sillón y además de eso llorando, de inmediato se sobresaltó y no dudó en ir a protegerlo y de empezar a despertarlo cuidadosamente. Cuando su Omega empezó a calmarse dió un gran suspiro y pudo aspirar el olor a Mango y Canela que su hermoso Omega desprendía.

— Amor, ¿por qué llorabas?. —el Omega se acurrucó en su pecho y soltó el aire.—

— Y-yo... —carraspeo.— yo soñé q-que tú, m-me dejabas por otra o-omega, la cual s-si te podía dar hi-hijos. —el alfa dió un suspiro.—

— Kyle tesoro, mi alfa te escogió a ti entre muchos omegas, por que nos enamoramos de como eres, de tus lindos labios, tus hermosos ojos, tú lindo y perfecto rostro, de tu lindo cabello, de tu sexy cuerpo, de todo y no me importó el echo de que no me puedas dar hijos, es no importa, tenemos a Lou-Lou y no importa que no lleve nuestra sangre, te amo a tí y nunca te cambiaría por nada en el mundo, te amo y también amo a nuestra pequeña pero perfecta familia. —le dió un beso en los labios al pelinegro y este se acurrucó en los grandes y fuertes brazos de su apreciado alfa.—

Mientras en la escalera un pequeño pero sonriente Omega castaño observaba la hermosa escena, él deseaba tener una relación así de bonita.

Suspiró.

Muy Pronto. Se dijo a sus adentros.

Sin saber que el destino ya había empezado a hacer su jugada.

Mi Tierno Alfa [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora