Por culpa de wattpad ✔️ [Culpa #1]

Capitulo 1

—¡Cuidado! — me alerta la voz de mi mejor amigo pero ya es demasiado tarde.

Mi cuerpo impacta contra un pecho duro pero gracias a mi buen equilibrio consigo estabilizarme y evitar mi caída aunque eso no evita que el libro que leía se me resbale de las manos y caiga al suelo.

Al levantar la vista creo que estoy soñando, que en cualquier momento voy a morirme de miedo, nervios y creo que voy a vomitar.

Matt Anderson. El chico mas atractivo y perfecto de todo el instituto. Con sus perfectos músculos, alto, rubio y con unos intensos ojos azul océano. El chico por el que todas las chicas suspiran, y para mi desgracia yo también.

Él se mudó aquí hace siete años a la casa de al lado, pero aun así parece que para el no existo. Por eso todas mis fantasías y sueños son sobre él, algunas sexuales, las escribo en wattpad. Ahí doy rienda suelta a mi imaginación sin cortarme un pelo y plasmo todo lo que desearía que pasara entre Matt y yo.

Las palabras están atascadas en mi boca y como puedo susurro un lo siento para mi sorpresa Matt se agacha, recoge mi libro y me lo entrega. Sin darme tiempo a encontrar las palabras para darle las gracias se marcha sin decir nada.

Los acusadores ojos grises de mi mejor amigo me miran de forma dura, niega con la cabeza y empieza a caminar.

—¿Que? —pregunto un paso detrás parada en mi sitio. El se gira y vuelve atrás a junto mía.

—¿Porque no hablaste con él? —pongo los ojos en blanco y lo ignoro comenzando a caminar—. Llevas años suspirando por el y nunca le echas valor a hablarle. Eres una cobarde, Miranda Douglas.

Mi mejor amigo conoce todos mis secretos, nos conocemos desde que tenemos uso de razón gracias a que nuestras madres son amigas.

Con su metro setenta y castaño de ojos gris oscuro lleva siendo mi mayor confidente desde que nos conocimos.

A su lado yo soy una enana, mi piel blanca resalta contra su ligero bronceado. A pesar de ser un chico popular por ser tan simpático y amigable, yo con mi pelo rojo fuego y mis ojos verdes paso desapercibida a su lado.

Es el único que conoce mi secreto sobre mis novelas de wattpad y mi amor platónico por Matt. Por eso no me sorprende su comportamiento. Lleva años instándome a que me acerque y le hable. Mas de una vez se acerca a su grupo de amigos cuando están sentados en la cafetería arrastrándome con el, la última vez le tiré mis spaguettis por encima a uno de sus amigos y desde entonces le prohibí que me acerque a ellos con comida.

No quiero convertir a tio bueno Matty en un plato combinado de pasta.

Aprieto las manos sobre mi libro, le echo una mirada de advertencia por encima del hombro y camino deprisa hasta nuestra próxima clase. Sabe lo mucho que odio que me llame cobarde, algo que no soy. Yo me enfrenté a la psicópata de su exnovia cuando le seguía en sus citas, si no hubiera sido por mi, jamás se habría librado de ella.

Llego al final de la clase y me siento atrás del todo abriendo mi libro sobre la mesa. Finjo no notar como Ben se sienta a mi lado y a los segundos Jenna y Karol.

Mi mejor amigo no tarda ni dos segundos en contarles a nuestras amigas como fui, según el, una nenaza por no echarle narices a hablarle a Matt.

Los ojos azul claro de Jenna y los marrones de Karol están sobre mi pero yo no presto atención y sigo con mi libro.

¡Oh Jace, eres tan sexy e irresistible!

A la hora del recreo sigo caminando revisando wattpad en el móvil, y hoy parece ser el día en el que mi supuesto mejor amigo Ben, no me cuida para evitar que me caiga. Sin querer tropiezo con el pie de alguien tirando mi móvil y mis libros al suelo.

Con rapidez me agacho a coger mi libro y corro a por el móvil antes de que alguien lo coja ya que estaba leyendo los comentarios que me dejaron en wattpad.

Una chica que estaba mas adelante coge mi teléfono del suelo y me lo entrega.

Por suerte sigue entero. Entonces recuerdo la persona con la que tropecé pero al darme la vuelta ya no hay nadie. Me encojo de hombros y sigo a mis amigos hasta la cafetería.

Compro un sandwich, me siento con mis amigos y sigo leyendo los bonitos comentarios que los lectores me dejan en mis historias.

—Deberías enviar tus novelas a una editorial, eres muy buena escritora —levanto la mirada y me encuentro con los ojos marrones de Karol, que está sentada enfrente. Hoy lleva su pelo castaño en una coleta mientras escribe en su libreta sin parar.

Karol es una estudiante muy inteligente al contrario que Jenna que siempre hace todo a última hora. Al igual que a mi a Karol le encanta escribir, pero ella no se atreve a publicar sus novelas. Según ella son muy malas, asique solo se dedica a leer las mías.

—Eres la alumna favorita del profesor de escritura creativa —no respondo ya que tiene razón siempre saco la mejor nota en esa asignatura, incluso mayor que la suya.

—Tu también escribes muy bien y no te atreves a publicarlas —le digo, ella me saca la lengua y yo le respondo de la misma forma.

—Estáis hablando de las mágicas aventuras de Matteranda —Ben se desliza por el banco al lado de Karol mirándome con una sonrisa de superioridad.

Odio el estúpido apodo que Ben se inventó sobre Matt y yo.

Pongo los ojos en blanco y lo ignoro mirando mi móvil mientras como mi sandwich.

—Miranda, mira. Matt te está mirando —me dice Jenna que esta sentada a mi lado.

Giro la cabeza en su misma dirección, y tiene razón, su mirada oceánica esta puesta en nuestra mesa, pero dudo que me mire a mi ya que Jenna es guapísima, con su pelo negro y sus ojos azules, alta y con una figura envidiable. Yo estoy delgada pero mis curvas son inexistentes al lado de ella.

—Si, claro. Me esta mirando a mi —ironizó abriendo mi libro buscando la página en la que me quedé.

—Eres demasiado tonta —se queja bufando.

—Querrás decir cobarde —le corrige Ben negando con la cabeza.

Paso de ellos y me centro en mi lectura pero inconscientemente miro de forma sutil la mesa donde está sentado Matt con sus amigos.

Aparto esos pensamientos, sigo leyendo como Clary besa a Jace hasta que suena el timbre que me saca de mi ensoñación sobre Cazadores de sombras.

Las últimas horas me las paso intentando no dormirme mientras tomo algunas notas sobre la asignatura. Y doy gracias de que tocó la campana para salir, salimos todos corriendo del instituto.

Por el camino Ben se queja de chorradas a la vez que yo leo.

Estoy demasiado enganchada como para prestar atención a lo que me rodea que no me doy cuenta que hemos llegado delante de la puerta de la casa de Matt hasta que Ben se frena en seco.

Me paro un metro mas adelante, lo miro por encima del hombro y está con la boca abierta mirando algo.

Sigo su mirada y el corazón se me rompe el mil pedazos al ver a Matt enrollándose con una chica apoyados en su coche.