Capitulo 2

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Arrastro los pies por la alfombra del pasillo bajando las escaleras hasta el salón donde mis padres están viendo la televisión tan tranquilos. De morros paso de largo y entro en la cocina.

Después de ver esa horrible escena, Ben ya no mencionó el tema en varios días.

Como todos los domingos después de comer me encierro en mi habitación a ver un maratón sin descanso de series. Ahora mismo estoy enganchada viendo Crónicas Vampíricas y Los originales. No hay nada mejor que solo enamorarse de los personajes ficticios. Ellos no te rompen el corazón como lo hacen las personas reales. 

Después de reunir suministros en la cocina subo a mi cuarto con un plato lleno de pastel de chocolate y un vaso de agua lo dejo sobre la mesilla y me acerco a mi ventanal. Aparto las cortinas y me siento en el borde acolchado. El cielo está nublado y tiene pinta de que va a llover. Desde mi ventana puedo ver los jardines de los vecinos, en especial el de los Anderson.

Y allí esta Matt, sentado en el banco del porche trasero, con su portátil sobre las piernas. Se mece tranquilamente en el columpio mientras teclea.

Me abrazo mas a mis rodillas sintiéndome deprimida. Ojalá fuera a mi a la que escribe.

Oigo la notificación de mi ordenador, avisándome de que tengo una videollamada. Me tiro boca abajo en la cama y veo que es Ben. La acepto y su cara aparece en segundos.

—Deja de torturarte mirando a Matty —sus palabras son tristes y de compasión.

—¿Como sabes que estaba mirando a Matt?

—Porque te conozco, eres una masoquista. Y según tu horario no estarías así de deprimida después de ver a tu futuro novio a través de la pantalla.

—¿Y quien es mi futuro novio según tu? —pregunto curiosa, ya que cada semana tengo un nuevo crush que añadir a mi lista.

En la que para mi desgracia Matt ocupa el primero puesto. Pero después de lo de ayer creo que será mejor descartarlo.

—El tio cachondo de Los originales —me río por las palabras de mi mejor amigo—. Aunque sea hombre tengo buen gusto.

—Se llama Nicklaus.

—Y es un pelirrojo loco igual que tu —dice y río—, sois perfectos el uno para el otro.

Eso es lo bueno que tiene Ben puedo hablar de cualquier cosa con el, siempre está de mi parte y me apoya en todo. Tiene la misma mentalidad que yo por eso funcionamos tan bien.

Somos dos mitades de un mismo idiota. Somos parabatai desde que descubrimos la primera novela de Cazadores de sombras, desde entonces que no me canso de leer esos libros.

—Oye, ¿has echo el trabajo de literatura? —cambia de tema y se lo agradezco.

—Iré a ayudarte —digo resignandome, ya que el castaño siempre deja sus trabajos para el final y siempre necesita que le ayude.

Me despido diciéndole que en diez minutos estaré en su casa ya que por suerte vive en la calle de al lado. Salgo por la puerta con el paraguas ya que ha comenzado a llover a mares.

Un portazo me hace sobresaltar.

La chica morena con la que estaba Matt el otro día enrollándose en la puerta de su casa sale muy enfadada bajo la lluvia, y al segundo sale Matt con un paraguas persiguiendo a la chica.

Me quedo observando la escena y como discuten, pero no puedo oír nada de lo que están hablando por culpa del sonido de la lluvia. Lo que si logro escuchar es la bofetada que le suelta la chica a Matt.

Mis ojos y mi boca se abren de la impresión. La chica le grita algo mas antes de marcharse rápido.

Matt mira a su alrededor y su mirada choca con la mía. Aparto rápido la vista y sigo mi camino hasta la casa de Ben. Al llegar como siempre su madre me da una calurosa bienvenida dándome un abrazo y preguntando por mi padres.

Al subir las escaleras con el plato de galletas en la mano abro la puerta sin llamar sorprendiendo a mi mejor amigo que se cae de la cama del susto.

Me paso media hora riéndome y cuando consigo tranquilizarme le cuento lo que he visto antes entre Matt y la chica.

—¡Si! Mattiranda es real —grita con demasiada alegría—. Sabía que lo de esa chica no duraría. Cuando llegues a casa te lo encontrarás en tu puerta y se te declarará, os besareis y enseguida vendrás a contármelo verdad?

Las excentricidades de Ben cada día me sorprenden más.

Nos comemos las galletas mientras hacemos el trabajo. Cuando terminamos ya es demasiado tarde así que corro de vuelta a casa.

Cuando estoy casi en la puerta un coche estaciona enfrente de la de Matt, de ahí bajan el y el que creo que se llama Adam, el chico al que le tiré los spaguettis encima manchando su cara camisa de Armani, por suerte no se enfadó tanto como creía. Pero quien si me echó un buen sermón fue Karol por manchar la cara camisa del futuro padre de sus hijos. Karol esta realmente obsesionada con el pobre Adam, lo acosa mas que yo a Matt, y eso es decir mucho.

Camino en silencio para no ser escuchada por ellos, veo como Adam carga con cuidado a Matt hacía la puerta.

Está borracho.

Con dificultad camina con su brazo rodeando a su amigo. Desaparecen por la puerta y yo corro dentro de la mía.

Subo corriendo ignorando a mis padres. Me escondo detrás de la pared y aparto un poco la cortina para ver la ventana del cuarto del chico. Por suerte tiene el estor subido y tengo vista plena de Adam dejando caer como un peso muerto a Matt en su cama.

Mañana se arrepentirá de eso. Y yo de poner un pié en ese instituto.


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Por culpa de wattpad ✔️ [Culpa #1]Where stories live. Discover now