13. No más runas

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Tessa ya los esperaba y con ella, por supuesto, Jem. Sus rostros llenos de preocupación. Ellos conocían de hace tanto a Magnus, si alguien merecía felicidad, ese era él, y la había encontrado en Alec.

Y ahora recibían un mensaje de Catarina:

"Larga historia. Alec está embarazado y él y sus hijos están graves ahora mismo. Necesito tu ayuda".

Tessa, afortunadamente, ya estaba con Jem. Aunque si no hubiera sido así, lo hubiera llamado. Al haber sido Hermano Silencioso, él sabía mucho. Podría ayudar.

Tessa, mejor que nadie, entendía a Magnus. Ella había sido madre y, debido a que ella era una bruja, sus hijos no eran iguales a los demás. James, por ejemplo, podía transformarse en una especie de sombra. Pero sus hijos fueron concebidos de forma diferente, no sabía cómo ocurrió esto, pero debía ser magia.

Su propio corazón se oprimió más al ver a Jace Herondale, él también se veía mal. -Lazo parabatai -le susurró Jem, dándole un abrazo rápido y dejando un beso en su cabello, antes de correr ambos a recibirlos.

Habían dejado el Instituto cuando Catarina les avisó. Esto era más importante.

Apenas estaban recostando a Alec, y tratando de que Jace se dejara ayudar también, cuando un portal se abrió y un Magnus totalmente desesperado y fuera de control salió de él.

No estaba llorando, pero sus ojos de gato estaban sin glamour y brillando con lágrimas contenidas, sus manos temblaban, igual que sus labios, su voz salió rota cuando preguntó "¿Qué pasó?", su mirada demorándose sólo unos segundos en Catarina y en Jace.

-Está bien, Magnus -Tessa intentó tranquilizarlo-, estará bien. Vamos a hacer todo lo que podamos.

El rostro de Magnus se distorsionó completamente, lleno de dolor, miedo y preocupación. -Está embarazado, Tessa.

Jem ya estaba revisando a Alec. -Eso dijo Catarina. ¿Cómo pasó? ¿Lo planearon? No te juzgo, sólo necesitamos saber...

Magnus negó. No sabía si acercarse e intentar ayudar, o mantenerse sólo viendo. -No, fue un... -antes de decir la palabra "accidente" recordó la reacción de Alec, un conato de sonrisa se vio en sus labios-, ...no fue planeado. ¿Puedo...? -señaló a Alec.

-Déjanos trabajar ahora, Magnus -ella, a su vez, señaló a Jace-. ¿Por qué no vas con él? Se ve pésimo y no quiere ayuda.

Magnus asintió, aunque sólo quería al menos sostener la mano de Alec, abrazarlo, besar su vientre. Pero demostrar qué tan desesperado y asustado estaba no ayudaría a nadie.

-Fue un hechizo -dijo, mientras se sentaba al lado de Jace-, de amor y fertilidad, no era para Alexander, ni siquiera lo creí posible. Cuando lo tomó, todavía intenté decirme que no funcionaría en él. Pero unas semanas después, en una cacería, su cuerpo reaccionó exageradamente y...

Eso atrajo la atención de Catarina. Si era lo que ella pensaba... En ese momento, habían creído que el daño fue por el demonio, ¿pero y si...?

-¿Usó runas ese día?

Magnus no esperaba esa pregunta. Fue Jace quien dijo que sí.

-Eemm, Magnus -Jem tenía sus manos en el vientre de Alec, mientras Tessa y Catarina intentaban sanar el cuerpo de Alec-, ¿sabes que son 3? -sonó un poco sorprendido-. Y, ahora no puedo asegurarlo, es muy pronto, pero al menos uno tiene tu naturaleza o parte de, una mayor parte que la sangre de Ángel. Así que las runas no son bien recibidas por él o ella. Cuando nazca eso podría cambiar, pero de momento no pueden usar runas en Alec.

Varias lágrimas se escaparon de los ojos dorados de Jace. -Yo no sabía. Yo nunca... ¿Tres? Yo usé un iratze... Yo quería ayudar...

-¿Tres? -Magnus dejó a Jace-. No lo hablamos demasiado, sobre la naturaleza de los bebés, quiero decir. Ambos los amaremos no importa lo qué sean o a quién se parezcan. Y dado que Alexander ya no iría de cacería, no pensé en el tema de las runas, en casa no las necesita...

-Hay una batalla aquí en Londres -dijo Catarina, su magia trabajando en Alec-. Por lo que entendí, Maryse le pidió unirse.

-¿Y él dijo que sí? -Magnus sonaba furioso-. ¡Por supuesto que dijo que sí! Alexander es así. Pero ahora se puso en peligro no sólo a él, también a nuestros hijos. Tiene que pensar en ellos ahora. No puede seguir siendo tan noble.

-¿Maryse no lo sabe? -Tessa preguntó. Como madre, dudaba que ella arriesgara así a su hijo y sus nietos.

-No. Sólo ustedes, e Isabelle.

Algo que hizo Jem provocó que Alec gritara. Sus ojos se abrieron un momento. -¿Magnus? -fue un susurro ahogado, antes de volver a la inconsciencia.

Magnus quería detenerlos. La magia en sus manos picaba por alejarlos del amor de su vida, del padre de sus hijos, aunque sabía que era injusto. Ellos sólo trataban de ayudar.

Jace también se puso de pie, tambaleante, y se acercó. -¿Qué le hacen? Alec está sufriendo.

-Los bebés están sufriendo -corrigió Jem-. Ellos toleran la sangre de ángel de Alexander, su poder celestial, pero el de las runas no. Hay que sacarlo de vuelta, lo más rápido posible -miró a Magnus-, o no resistirán.

Las rodillas de Magnus cedieron, Jace lo sostuvo aunque se sentía igual o peor.

-Esto es todo mi culpa -y entonces, algunos por primera vez, vieron a Magnus Bane llorar.




CONTINUARÁ...

Ay 💔 Magnus, Alec, los trillizos 💔💔 (trillizos 🎉)

Hasta el siguiente, gracias por leer ❤

Hermoso accidente (Malec Mpreg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora