7. Frío, hambre y golpes de realidad

6 0 0
                                    


POV MARTIN

Sali de esa casa lo mas rápido posible sin pensarlos dos veces y me di cuenta de eso cuando empezó a helar, pasaba mas de media noche y casi no había gente en las calles, me dirigía hacia el centro de la ciudad, tal vez ahí podía encontrar algo abierto donde esconderme para pasar la noche.

Las pocas personas que habían despiertas ahora o estaban ebrias o parecían maleantes, sinceramente yo no tengo nada que me puedan robar aparte de mis órganos.

- ¿te encuentras bien niños? ¿te perdiste? – me pregunto un señor de unos 50 años con ropa fachosa y demasiado desaliñado, tengo que aceptar que me asusto.

No le respondí tan solo me aleje. Metros después encontré a un joven con una guitarra, al parecer ya la estaba guardando.

- Buenas noches, disculpe yo me preguntaba si me podría dar un poco de su dinero para comprar algo de comer – pregunte con mucha vergüenza, tengo demasiada hambre.

- Claro, ¿crees que es tan fácil? Estoy aquí parado desde la mañana para que me echen una moneda de unos 50 céntimos cada media hora, con suerte de un sol y vas a venir a pedir dinero – me sorprendió la reacción del joven ante mi petición ¿tanto le cuesta darme unos 2 soles para siquiera comer un pan en la mañana - ¿Cuántos años tienes niño?

- 13 – respondí aun tímido con la mínima esperanza de que se apiade de mi y me de algo para poder comer.

- Y ¿Qué haces fuera de casa? – perdí toda esperanza, no lo preguntaba con curiosidad, si no con ganas de regañarme, reconocería ese tono en cualquier lugar.

- Yo escape de ese lugar, que no llamaría casa.

- ¿Por qué escapaste? ¿tu madre te sobreprotege? ¿tu padre te castiga? ¿no te dejan hacer lo que quieres? – más que preguntante el parecía estar acusando – deberías agradecer que al menos tienes un lugar al que le puedes llamar casa. Vivir en la calle no es sencillo – después de decir eso el termino de empacar su guitarra y empezó a alejarse de mí.

- Entonces ¿no me darás dinero?

- Gánatelo tú mismo – luego de eso fui hacia unas banquetas que estaban ahí y trate de acomodarme, parece que dormiré ahí.

Luego de 10 minutos tratando de conciliar el sueño como por arte del cielo apareció un pan con algo frente mío, voltee para ver quien lo coloco ahí y resulto ser el mismo hombre que me pregunto si estaba perdido, de hace un momento.

- ¿tienes hambre verdad? Ten, come, yo ya comí – aunque aún le tenía miedo tenía mucha hambre así que la comí y deje que él se sentara al lado mío – escuche tu conversación con Jordán.

- ¿el muchacho de la guitarra?

- Ese mimo – dijo él – a pesar de ser joven y guapo es muy amargado. El escapo de su casa a los 13 años, fue el peor error de su vida. Estuvo mucho tiempo pensando que lo lograría y por orgullo no volvió, 7 años después al darse cuenta de que no estaba yendo a ningún lado quiso volver pero sus padres habían muerto, sus tíos se apoderaron de todos sus bienes y lo echaron de su propia casa. 3 años después de eso el se encuentra exactamente igual que el día que salió ganando lo suficiente tan solo para comer, algo de ropa de vez en cuando y durmiendo abrazado a una guitarra. Sus sueño siempre fue ser músico solo que no lo busco en los lugares debidos.

- Y ¿es bueno?

- Es muy bueno, pero no logras nada quedándote en un solo sitio.

- Y usted – le pregunte curioso sobre por qué termino como estaba - ¿Cuál es su historia?

- La mía es una muy diferente, mis padres no me querían, mi madre se enteró que estaba embarrada cuando tenía 4 meses de embarazo, espero a dar a luz y me abandono en un orfanato, escape de ahí a los 15 años, también pensé que la suerte vendría sola. Sabes algo a veces la vida no es exactamente buena pero no por eso vas a menospreciar lo poco que tienes y créeme no ganas nada quejándote de eso, las cosas no van a cambiar porque tú lo quieres simplemente y no te estoy diciendo que te conformes, pero se feliz con los que tienes ahora y vive cada día luchando para que el siguiente sea mejor – me acababa de dar un golpe de realidad este hombre – y dime ¿Cuál es tu historia?

- Tan solo llevo una noche en la calle.

- El solo hecho de que estés en la calle a tales horas de la noche ya es un motivo de historia ¿me la quieres contar? O prefieres esperar a conocer el lugar donde duermo.

Estuvimos caminando por la ciudad por aproximadamente media hora hasta que llegamos a un puente muy bello, él vivía abajo, habían muchos cartones y telas acomodadas.

- No tengo donde guardar comida así que es algo que me tengo que comer en el momento – le sonreí brevemente - ¿me vas a contar tu historia? 

2 agentes, 4 niños y muchos, MUCHOS desastresWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu