13. Perdones, verdades y renuncias

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POV ELENA

Cuando encontramos a Martin pude ver un lado de Dereck que jamás había visto antes, un lado sin egoísmo, un lado familiero, sensible, me sorprendió y descubrí que si sabe perdonar, además decidimos que de ahora en adelante todo va a ser sincero, lo que lo que lo haría mejor y mas fácil pero para que sea sincero tenia que decirle la verdad, no soy quien el cree.

Lo oí hablar con Martin, lo perdonaba, lo abrazaba, le ofrecía una familia, al salir él decidí entrar yo.

- Hola – al entrar el se secaba las lagrimas de los ojos disimuladamente – yo oi algo de lo que le dijiste a Martin – me senté a su lado.

- Se que nos oíste Elena eres demasiado obvia – volteo a miarme – pero tu no diras nada de lo que paso aquí.

- Mis labios están sellados – hice un además con mis dedos sellando mis labios – pero necesito hablar contigo de algo importante.

- Se de que – palidecí – yo también quería hablarlo lo antes posible - ¿Cómo reaccionaria ante eso? Se veía calmado, espero que todo salga bien. El acuno mi rosto entre sus manos y volvió a besarme, me sobresalte e impulsivamente fui hacia atrás.

- ¿Qué haces? – me asusté y me aleje de él – creí haberlo dejado claro Dereck no quiero mezclar lo profesional con lo personal.

- Entonces ¿de que quieres hablar? – preguntó avergonzado – pensé que tu y yo, no se, sentí Química Elena, recién me estoy acostumbrando a todo esto, pensé que seriamos un equipo.

- Y somos un equipo, pero no somos una pareja – el bajo su cabeza, supongo que era hora de decírselo – Dereck no es eso yo..

- ¿Por qué no? – me miro fijamente, su mirada penetrante se remontó a lo más hondo de mi corazón – no es solo la situación o que estemos todo el tiempo juntos, es algo mas profundo, te quiero enserio y...

- Yo no trabajo en la Marina Dereck – solté finalmente, el paro de hablar y me miro esperando a que termine – soy maestra en una escuela de niños, conozco a Gastón por que sus hijos estudian en la escuela donde trabajo, o trabajaba, me tome un tiempo para trabajar contigo, por que lo que estas haciendo con estos niños me parece admirable, él me lo pidió la idea no era mentirte pero tu...

- Tu me mentiste – dijo seco, frio, sin sentimientos, no estaba molesto, su tono sonaba mas bien decepcionado y era peor.

- No exactamente es que..

- ¿Que me vas a decir? Que no me mentiste que solamente no me dijiste la verdad – fue como si me leyera la mente y empecé a llorar ligero, las lagrimas caían lentamente de mis ojos y mi boca temblaba – te abrí las puertas de mi casa, la confianza para cuidar a estos niños conmigo, te abrí mi corazón, maldita sea yo me enamore de ti, te dije que lo único que no podía perdonar era la mentira y malditasea no pudiste elegir aquel momento para decírmelo, te dije de todo – quede en silencio, sabia que si una palabra saldría de mi boca, saldría con algún sollozo y no iba a aceptar eso – quiero que te vallas – levante mi mirada – Elena por favor vete.

- Quiero explícatelo – casi no se me entendió por mis sollozos – Dereck no quiero esto.

- No quiero que me lo expliques, no quiero, quiero que te vallas a tu departamento y renuncies mañana en la mañana – no creí que me pediría eso por una tontería como esa, o bueno ,para mí era una tontería.

- Dereck me estas corriendo por que te mentí o por que no me enamore de ti – mala elección de palabras Elena, Dereck se levanto y me tomo del brazo, me saco a la fuerza, no me hizo daño pero pude darme cuenta de que no estaba jugando y asi salimos de la habitación y una vez que salimos de la habitación me soltó y camino hasta la puerta donde los niños estaban en la cocina, solo observando.

- Dereck si me dejaras terminar de explicarte, no es tan así como crees – le seguía mientras Dereck se dirigía a la puerta. No tenia intenciones de seguir oyéndome

- Elena yo podre ser muchas cosas, pero jamás te mentí y no me gusta la mentira, siempre te fui sincero – sus palabras me mataban, por que de alguna manera sentía que tenia razón.

- Yo no te mentí, solo no te dije toda la verdad y juro que fue lo único.

- Quiero que te vayas – el abrió la puerta y los niños parecían sorprendidos de verme irme con la cabeza gacha y a punto de llorar. El cerró la puerta tras mio y por fin pude llorar.

2 agentes, 4 niños y muchos, MUCHOS desastresWhere stories live. Discover now