Enamorándome del 20 (Mundial 2018)

Capítulo 3

Afortunadamente para mí, los exámenes terminaron con éxito, aun no se las calificaciones de estos, pero estoy bastante satisfecha con mi rendimiento.

Al final las chicas tenían razón y soy una exagerada, ellas también salieron muy contentas y es que al final el trabajo duro tiene su recompensa.

Para el día de hoy no tengo planes, ya que el partido es mañana, por lo que decido salir al parque con mi familia.

Mi madre se llama Alicia, tiene 42 años y es muy guapa, muchos nos dicen que somos muy parecidas, pero para mi que mi madre es mas guapa. Siempre la he admirado como mujer porque a pesar de las adversidades nunca se ha dado por vencida y ha conseguido sacarnos adelante sola a tres hijos, ya que mi padre nunca la apoyo y nos terminó abandonando a su familia por otra mujer más joven.

Mis hermanos pequeños se llaman Gabriel y Gonzalo y tienen 12 años, son mellizos y van a sexto de primaria, Gonza es el chico tranquilo y estudioso mientras que Gabi es todo un trastillo que no para nunca quieto. Físicamente también son muy opuestos, Gonza tiene los ojos verdes como yo y el pelo largo y rizado, mientras que Gabi ha sacado los ojos azules de nuestro padre y tiene el pelo corto y liso.

Mi madre trabaja en un hospital como doctora, de lunes a viernes, por lo que entre semanas soy yo la que se suele hacer cargo de los peques. Lo que mas me gusta de su horario es que tiene los findes libres lo que significa que podemos hacemos planes en familia.

Como ahora que estamos en el parque jugando a la pelota, mis hermanos juegan en un equipo de futbol de delanteros, por lo que son los que tiran y yo como buena jugadora de voley que soy hago de portera, mientras mi madre nos graba y se ríe de las tonterías que hacemos.

Así pasamos un buen rato hasta que se hace tarde y decidimos volver a casa, mis hermanos y yo nos vamos a duchar de uno en uno mientras mi madre hace la cena.

Durante la cena hablamos un poco de todo, empezamos hablado de los estudios y terminamos hablando del clásico del día siguiente, mis hermanos me consideran una mala hermana por no llevarles conmigo y me piden que les traiga la camiseta de todos los jugadores del barsa, lo que causa las risas de mi madre.

Cuando terminamos de cenar ayudo a mi madre a limpiar los platos mientras que me pregunta que, si han algún chico en mi vida, a lo que contesto que no obvia diciéndole que yo no necesito un hombre para ser feliz.

Cuando terminamos de limpiar los platos la doy un beso en la frente y me subo a mi habitación deseándole buenas noches.