Capítulo 79

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- Buenos días - saludó Candela alegremente.

- Hola - dijimos el resto a la vez.

- ¿Qué tal la caminata? - pregunto Candela por hacer conversación.

- Bien - dije yo.

- Que no te mienta, una mierda, la próxima vez venir a recogernos - se quejó Sara.

- Vale - contestó Candela riéndose.

- Tía vamos al baño que me estoy meando- dijo Sara agarrando a Cande del brazo y yéndose rápido dejándonos a Paula y a mi solas.

- Vaya dos - dije por hacer conversación.

- Ya ves - me contestó.

- ¿Y qué tal todo? - pregunté.

- Bien- me contest seca.

- Me alegro - dije sincera.

- ¿Y tu?- me pregunto más bien por quedar bien.

- Igual - contesté.

- Guay - me dijo acabando la conversación.

Después de esto nos quedamos en silencio esperando a que las otras llegasen, definitivamente está era la conversación más incómoda que tuve en mucho tiempo.

- ¿Lo habéis arreglado ya? - pregunto Sara cuando llegaron.

- No hay nada que arreglar - contesto Paula aún molesta de camino a nuestra clase de este año.

- Si tu lo dices... - conteste.

- Veo que no - dijo Sara - Bueno pues una se sienta conmigo y la otra con Cande - dijo sentándose en una fila de mesas en el medio dejando huecos vacíos a ambos lados.

Vi que Paula se sentó al lado de Sara así que yo lo hice al lado de Cande.

Durante todo el día nos hicieron una presentación acerca de lo que sería este año, contándonos que asignaturas tendriamos y que profesores.

Al terminar salimos todas juntas hablando de lo que nos había parecido el primer día, note como Paula evitaba contestarme directamente a mi, así que deduje que seguía enfadada por lo que pasó hace varias semanas.

- Bueno yo me voy ya que tengo prisa - dijo Paula yéndose hacia su coche.

- Creo que sigue enfadada - me dijo Candela.

- Si - dije dándole la razón - ¿nos llevas a casa? - pregunte cambiando de tema.

- Claro vamos - nos dijo llevándonos a donde tenía aparcado el coche.

Durante el cambio a casa fuimos cantando como tres retrasadas a todo volumen provocando que la gente de la calle nos mirase mal.

Al llegar a mi casa me despedí de las chicas y le agredeci a Cande por traerme.

- No me des órdenes, que tu no eres mi padre - oí los gritos de Gabriel desde el pasillo.

- ¿Que pasa aquí? - pregunte entrando a casa.

- Que este señor se cree alguien todo el día diciéndome que tengo que hacer - me dijo Gabriel.

- Para tu información este señor es tu padre así que respetale - le defendió como siempre Gonzalo.

- Joder eres más pesado que tres kilos de mierda sobre una pestaña - le dijo Gabriel.

- Y tú eres más tonto que perseguir coches aparcados - contraataco Gonzalo.

- Y tu más tonto que pellizcar cristales - grito Gabriel.

- Y tu más tonto que ... - estaba diciendo Gonzalo hasta que le interrumpi.

- Ya vale ¿no? - dije acabando con esta estúpida discusión ya que mi padre parecía estar bastante entretenido con ella para decir nada.

- Es que - se intentó defender Gabriel pero fue en vano ya que también le interrumpi.

- Es que nada joder - grite - estoy hasta el coño de que siempre os estáis pelando, sois hermanos mellizos, ¿donde quedo eso de vosotros dos juntos contra el mundo? - pregunte cansada.

- Ya no somos los mismos de entonces - me dijo Gonzalo.

- Si que sois los mismos, lo único que ha cambiado ha sido la llegada de papá a casa y estoy harta de que por eso estemos siempre discutiendo - dije de nuevo.

- Sofia tiene razón, no quiero pelearme contigo por culpa de este señor - le dijo Gabriel a Gonzalo.

- Yo también creo que tiene razón, pero no me gusta que os metáis con papá - se defendió Gonzalo.

- Es que él no debería estar aquí todavía - dijo Gabriel enfadado.

- Bueno pero eso no debería separarnos - dije.

- Es verdad - dijo Gonzalo.

- ¿Hacemos las paces? - pregunto Gabriel.

- Claro - contesto su mellizo feliz por la idea dándose la manos firmando la paz.

- ¿Haceis las paces también conmigo? - pregunto nuestro padre.

- No - dijimos Gabriel y yo a la vez.

- Vaaaaale, ¿comemos ya? - pregunto mi padre.

- Claro - dijimos todos.

Nos sentamos todos en la mesa en silencio y poco tardó en aparecer la primera discusión.

- Como se nota que no lo ha echo mamá - dijo Gabriel con cara de asco.

- Ya empiezas - le reprochó Gonzalo.

- Es que tu madre cocina demasiado bien - se defendió mi padre.

- Lo se - dijo Gabriel - mamá nos ha mal acostumbrado a todos sus lujos y lamentablemente en la comparación siempre terminarás perdiendo tu.

- Creo que esto estos comentarios son innecesarios - dijo Gonzalo.

- Es que es la verdad - dijo Gabriel riéndose.

- Es que Gabi es el niño de mamá - dije restándole importancia.

- Tu también piensas lo mismo que yo - dijo Gabriel.

- Bueno pero no lo dice como tu para que papá se sienta mal - dijo Gonzalo.

- Definitivamente en esta casa es imposible no discutir - dije viendo a donde llevaba esta conversación.

Enamorándome del 20 (Mundial 2018)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora