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—Tú y rústico no van en la misma oración Jauregui  —se quejó mientras caminaba.

— ¿Porque usar un lamparín de agua si tengo un iPhone que tiene una luz más brillante que mi futuro?

— ¡Tonta!

—Pero sirve mucho, no lo niegues.

—Sí que sí, pero aún no está muy oscuro como para usar linterna.

—Lo siento por querer darle un toque especial a esta cita  —guardo su celular.

—Laur...  —agarro su brazo—  Eres muy resentida.

—Es que tú  —gruño—  Te digo algo y tú siempre estas como "Ay pero"  —la imitó poniendo una cara rara— Y ya no tiene sentido seguir.

— ¡Ohhh!  —la abrazo de la cintura y se apoyó sobre ella.

—Pesas Camz.

—No soy yo, es la cobija  —seguían caminando, sólo que Camila iba sobre Lauren, aunque dando sus propios pasos pero apoyada sobre la otra chica—  ¿Tienes abdominales?

Algún día responderás esa pregunta.

—Uhm interesante.

***

—Estira la cobija ahí  —señalo un espacio debajo de un gran ciprés.

Lauren obedeció.

—  ¿Está bien?

—Perfecto  —le dio un beso.

— ¿Que trajiste en la cesta?

—Veamos  —corrió la tapa y primero saco dos copas y acto seguido una botella de vino—  Esto se pondrá interesante  —metió de nuevo la mano y en un taper grande habían varias tajadas de pizza— No mires mucho Cabello  —finalmente saco un encendedor—  Para la fogata ¿Okay?

Okay  —respondió de inmediato.

Ehm... Eso se me hizo conocido...  —frunció el ceño.

Se encogió de hombros y de sentó sobre la cobija.

—El lago se ve hermoso de noche  —la morena apoyó su peso sobre sus brazos por detrás  —Las luciérnagas le dan el toque  —sonrió.

— ¿Quieres atrapar luciérnagas?

— ¡Sí!

De la cesta saco cinco frascos pequeños de vidrio.

—Toma este — le entregó un frasco—  Haz que una luciérnaga entre y pones la tapa, haces que otra entre y pones la tapa, así hasta que tengas suficientes.

Camila tenía el frasco entre las manos y asentía a las recomendaciones de Lauren.

—Entiendo  —asentía— Entiendo, aja  —se puso de pie—  Tu también toma un frasco.

—Ya, yo lo haré también  —agarro un frasco.

Estuvieron corriendo y saltando por toda la laguna intentando atrapar a las luciérnagas y sólo consiguieron reír y caerse.

***

Camila se dejó caer en el pasto.

—Estoy cansada  —dejo el frasco con luciérnagas a su lado— Aunque se ve hermoso  —giro su cabeza para ver el frasco— Hermoso  —sonrió.

— ¿Cansada tan pronto? Yo ya voy por el segundo frasco  —guiño.

— ¡No me retes!

***

does he know? ; camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora