Capítulo 4 / En Busca De Respuestas

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Esa misma noche, dos horas después de lo sucedido en el comedor, alguien tocó la puerta de la oficina principal. Madison Hudson, la dueña del Instituto, ignoró el sonido mientras marcaba con una X roja dos fotos pegadas en su pizarra, poniendo a un lado la fecha de esa noche, su rostro reflejaba cierta molestia, como si no hubiese tenido un buen día. Hubo un segundo toque a la puerta, esta vez un poco más largo, y ella no le prestó atención, dio un paso atrás y poniendo su mano derecha en su barbilla, al mismo tiempo que reposaba el codo en su antebrazo izquierdo, miró pensativa las fotos nuevamente.

-Si a partir de ahora quieren aprender por medio de la muerte que aquí en mi Instituto las cosas se hacen bien, prepárense, porque no dudaré en mandar a aniquilar a quien se vuelva a atrever romper las normas de IRA. –Dijo en voz baja la señora, observando todas las fotos, con una promesa en su voz, una promesa amenazante-.

Un tercer toque a la puerta.

Madison bajó los brazos fastidiada y se dirigió a la puerta, abriéndola de golpe.

-¿Quién fastidia a estas horas de la noche? –Preguntó evidentemente molesta antes de dirigir la mirada afuera-.

-Soy yo señora Hudson, Angee Salter –Se anunció la psicóloga pasando sin pedir permiso y posterior a eso cerró la puerta con cautela- vengo porque debo decirle algo importante que no puede esperar más.

-Entonces habla de una vez –Pidió estando de pie frente a ella- y espero que sea realmente algo importante para insistir tanto cuando evidentemente no quería atender a nadie.

-Lo es –Se ajustó los lentes- y teniendo en cuenta lo que sucedió esta noche no puedo seguir ocultándolo más, Joseph me dijo que esperara un poco más pero...

-¿Y qué es eso que dices estar ocultando? –Preguntó con rudeza, definitivamente no estaba de humor- dime que...

Angee alzó la mano dejando la palma abierta ante la señora, claramente silenciándola y dejando ver que no la dejó terminar.

-No he terminado aún señora Hudson –La miró fijamente y entrelazó sus manos a la espalda- vine hasta aquí para informarle de una mala noticia, y es que el tratamiento cerebral C4 se ha terminado y puede ser la causa de que algunos reclutados estén retomando sus pensamientos asesinos. –Madison la miró sorprendida y un poco aturdida y volteó a ver al vacío, aunque seguía escuchando a la psicóloga una parte de ella se encerró en sus pensamientos-. Joseph Karam y yo hemos estado tratando de crear más de esta sustancia pero aun no nos ha salido del todo exitosa, la estamos probando con un reclutado...

-No puede ser cierto. Dijiste –La interrumpió, girando su rostro muy lentamente hacia la mujer, no le prestó atención a todo lo que dijo, solo a una parte- que me lo habían estado ocultando. ¿Por cuánto tiempo?

-Aún seguimos con las pruebas, conseguiremos retomar el proyecto original C4-N –Siguió como si no le hubiesen hecho una pregunta- no es culpa de nadie que Nafit haya muerto sin querer revelar sus fórmulas, Joseph y yo intentamos que nos dijera el secreto pero se negó rotundamente y aunque nos quedó suficiente para un tiempo, finalmente llegó a su fin...

-Pregunté –Alzó la voz- ¿cuánto tiempo lleva desde que se acabó el C4 y yo no sé nada?

La psicóloga la miró a los ojos.

-Cuarenta y dos días, eso es lo que llevamos sin el C4,y desde hace cuarenta y un día hemos estado intentando crear un sustituto, pero aún sigue siendo inestable y trayendo efectos secundarios. Joseph me convenció de que podríamos lograrlo y ya casi lo hacemos, hemos hecho avances, ya no causa los dolores y pesadillas insufribles del principio. Solo necesitamos unos días más.

Instituto Asesino - Una Prisión PeculiarWhere stories live. Discover now