Capítulo 8 / Monstruo

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Charlotte no tuvo tiempo de reaccionar cuando ya Dexter la tenía agarrada del cuello y la había pegado contra la mesa, haciendo que se montara en ella, sentada, con las piernas abiertas.

-¿Qué te ocurre? –Ella intentó zafarse con fuerza, gritándole-.

-Quiero saber que tan loca estás, y que tan ninfómana eres, con ese vestido estás clara de que me pides a gritos que te posea aquí y ahora... -Dio un quejido cuando la pelirroja le dio una patada en la entrepierna-.

-¡Aléjate de mí maldito bastardo! –Gritó alterada la chica dándole un empujón al reclutado y girando sobre sí misma en la mesa para quedar del otro lado-.

-¡Perra! –Exclamó, Dexter se agarró un momento la entrepierna y le dedicó una sonrisa que dejaba ver una combinación entre dolor y placer- Así me gustan, que sean difíciles. –Ella lo miró con odio y repulsión- ¿Me dices bastardo a mí? Quién sabe si es otra la que es una verdadera bastarda sin padre ni madre –Supo que acertó al ver la expresión de ella- Dime, ¿cuánto quieres por entregarte a mí por las buenas? Ninfómana.

-Como llegues a ponerme una mano encima, considérate muerto. – Dijo en un bajo tono de advertencia. Se acomodó un poco el vestido-.

-¿Es esa otra advertencia tuya? Porque tomaré el riesgo –Se relamió los labios-.

Con un impulso se lanzó por encima de la mesa y agarró a Charlotte por el cabello con fuerza y la tiró al piso, esta a su vez intentó darle otra patada fallándola en esta oportunidad. Gritó y maldijo intentando golpearlo y defenderse, pero el hombre era más fuerte y le agarró las manos con una de las suyas mientras que con la otra libre le alzó el vestido acariciando su muslo derecho ascendiendo poco a poco, logrando que la chica se estremeciera y revolcara para intentar zafarse.

-¡No! ¡Déjame maldito! ¡Dexter basta!

-Ahora no te sientes tan ruda y poderosa como cuando me amenazaste con hablar con Madison ¿cierto? –Hundió su cara en el cuello de ella succionando un poco de su piel en un ligero chupón e inhalando profundamente- ¿Quieres que te hable en el alemán que sabes o en tu idioma natal? –La intentó besar en los labios-.

Ella aprovechó el instante para morderle el labio con fuerza, sacándole sangre y logrando que el otro se quejara, pero para su desgracia eso ocasionó que la presionara más, no que la soltara.

Dexter subió su mano a los senos de ella y luego de acariciarlos por encima del vestido, rasgó el mismo y luego repitió el procedimiento desde la tela de sus caderas para dejarla semidesnuda.

-¡Ayúdenme! –Gritó con todas sus fuerzas, esperando que uno de los guardias entrara y la ayudara, o cualquiera, seguía intentando darle otra patada al reclutado pero no lo conseguía- ¡Alguien ayúdeme!

Dexter finalmente logró rasgarle la ropa íntima y con toda la fuerza de su brazo izquierdo separó las piernas de ella y se bajó el pantalón que llevaba puesto junto con los boxers y antes de que ella pudiera intentar cerrar su entrada sintió como el dolor la invadía y comenzó a intentar de quitárselo de encima como pudiera, gritando en desespero. Pero no lo logró.

Luego de varias embestidas y un par de minutos Dexter la dejó presionada en el piso.

-Que apretada estás para ser una ninfómana, perrita, pero eres salvaje, eso me gustó, ¿a ti no? –Se rió y como pudo se subió el pantalón, sin dejar de tener una sádica sonrisa en los labios-. Pero ya no podré disfrutarte más, porque no me gustan las locas como tú, demente.

Con la mano libre la agarró por el cabello y la pegó contra el piso con fuerza, y usó esos segundos libres para salir corriendo a la salida y perderse del alcance de la chica. Ella quedó tirada en el piso medio inconsciente, con el vestido totalmente rasgado, expuesta, con el cabello hecho un desastre y marcas de chupetones en el cuello junto a un ligero rastro de sangre que provino del labio que le rompió al reclutado, las lágrimas aun corrían por sus mejillas. Simplemente quedó ahí tirada, violada.

Instituto Asesino - Una Prisión PeculiarWhere stories live. Discover now