Capítulo 5 / Intruso

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Ya a las 4:00pm Scott iba de camino a su habitación, mientras un hombre de unos 29 años venía en sentido contrario, era unos 20 cm más alto que Dashner, moreno de cabello negro y ojos grises.

En el momento en que este pasó a su lado, el hombre se ladeó y empujó fuertemente a Scott dentro de una de las habitaciones, la cual estaba a unas cinco puertas de la suya. Él intentó mantener el equilibrio pero la fuerza y velocidad que usó tan repentinamente lo hizo trastabillar y caer a la oscura habitación.

La ventana estaba casi por completo cerrada, lo que permitía que apenas hubiese una mínima iluminación que dejaba ver tan solo siluetas, habían algunas cosas tiradas por el piso, quienquiera que fuera, si esa era su habitación estaba bastante inestable y malhumorado. El hombre entró tan pronto Scott tocó el suelo y cerró la puerta.

Scott apenas tocó el piso cayendo de boca se intentó poner en pie, pero recibió una patada del hombre en la pierna que lo hizo caer nuevamente.

-Qué endeble eres para ser un asesino –Habló el moreno- serás mi víctima perfecta.

Pero apenas se intentó acercar nuevamente a Scott, este se giró de espaldas al suelo y le propinó una patada en el costado que lo hizo doblarse, para luego con un movimiento de piernas hacerlo caer a él y este ponerse de pie.

Scott lo agarró por el cuello de la camisa roja que llevaba puesta y lo alzó con fuerza, dándole un puñetazo en la boca que le sacó sangre. Lo hizo ponerse de espaldas y le pegó la cara contra el piso.

-¿Quién eres y qué demonios crees que haces? –Le preguntó Scott presionándolo con fuerza, ¿quién se creía ese tipo para tratarlo y hablarle así? La molestia comenzó a invadirlo-.

-Me llaman Aston Collins.

Dijo Aston en medio de una pequeña risa, escupió sangre y antes de que Scott respondiera echó atrás la cabeza dándole un fuerte impacto en la nariz a este que lo tenía en el piso. Aston llevaba rato con sed de sangre, necesitaba hacer lo que mejor sabía, matar, y qué mejor que iniciar de nuevo con alguno de los recién llegados, había pensado en atacar a la chica, pero el que uno de los nuevos reclutados fuera de camino hacia su dirección en medio del pasillo que estaba solo en ese momento y cercano a su habitación donde nadie entraba le cayó como anillo al dedo.

Scott cayó sentado agarrándose la nariz y Aston aprovechó para pararse y lanzarle una patada que fue detenida por ambas manos del chico que usó el impacto como impulso para ponerse en pie algo tambaleante.

-Ya me hacía falta matar a alguien con mis propias manos –Le dijo Aston con una sonrisa apenas visible en medio de las sombras del dormitorio-.

Scott vio su silueta con el mínimo brillo que prestaba la ranura de la ventana, suficiente para ver dónde golpear.

-Pues no voy a ser yo el muerto, basura –Escupió Scott con rabia mientras la nariz le sangraba y le caía en la camisa gris claro que llevaba- Te equivocaste.

Lo próximo que vinieron fueron una serie de golpes, patadas, codazos, rodillazos y demás entre ambos. Scott se defendía bien, pero el otro tampoco se quedaba atrás.

En uno de los movimientos Scott dio un salto girando en el aire dándole una patada en la mandíbula a Aston haciéndolo voltearse y pegar contra una mesa donde en el impacto su mano cayó sobre una copa que se partió en pedazos. Este se cortó la mano haciéndose una ranura en toda la palma llena de diminutos cristales, pero el pie de la copa quedó algo intacto y de punta afilada, por lo que Aston no le prestó atención al ardor de la cortada ni a la sangre que corría y la tomó para voltearse e intentar clavársela a Scott, quien por reflejo se apartó tirándose a un lado, pero no tan rápido puesto que recibió una cortada en la espalda, al lado del omoplato derecho.

Instituto Asesino - Una Prisión PeculiarWhere stories live. Discover now