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—¡Pantera la botarga!

Hijo de tú madre.

Volteo a mirar al lugar de donde proviene esa estúpida voz, rápidamente despegándome de la cerca. Y en efecto, allí se encuentra el espécimen más estúpido que hayan podido procrear esos humanos que son sus padres.

Simón Pullman.

Acosador, estúpido, ególatra y metrosexual idiota del colegio.

—Ayúdame, Poppy —dice Sheen casi inaudible. Apretó mis puños furiosa.

Simón el idiota acabará con mi maldita poca paciencia que le tengo.

Camino con la mochila en mano, hasta donde se encuentran Simón quien tiene colgando a Sheen como un títere, de su mochila; Sheen es de estatura pequeña y delgado por todos lados, es mi palillo de dientes como yo le digo. Es mi súper mejor amigo, y es un año menor que yo. Acaba de ingresar al bachiller, éramos amigos a la distancia el año pasado, ya que el aun iba en último año de primaria.

No me juzguen.

Soy una asocial a la cual no le interesa tener amigos a montones, y menos si son de mi misma edad. Los de mi edad son unos sosos aburridos que siempre hablan de lo mismo y los cuales imitan la vida de algún famoso, como lo hacen las chicas de mi salón.

—Simón, por favor bájalo.

Digo de la manera más calmada llegando enfrente de él. El rostro de Sheen está rojo, por la presión que ejerce su cuerpo colgando, sube sus lentes con su mano repetidas veces, su cabello rubio esta alborotado. El idiota de Simón seguro le hizo cerillito.

Simón me mira con esa sonrisa de burla que quisiera borrarle de un puñetazo, pero eso no va hacer posible.
1)porque él es robusto y de un empujón me puede mandar a volar.
2) no quiero otro reporte para mi carta de buena conducta.

Digamos que soy algo problemática, y eso ha causado daños a mi reputación en el colegio y cualquier problema en el que yo esté involucrada, la culpa recae siempre sobre mí. El director Kutcher me tiene en la mira, ya no me quiere ver en la dirección, así que mejor me evito eso.

—No lo haré, Pantera la botarga.

Creo que puedo hacer una excepción y partirle la cara a este tonto.

—Simón, es el primer día. En serio, bájalo.

Empuño mis manos cuando lo veo negar con esa estúpida sonrisa de burla aún en los labios. Sheen me susurra que por favor haga algo.

—Sí no, ¿qué? ¿Qué me vas a hacer Pantera la botarga?

Ugh, imbécil. Nunca me va dejar de decir así. Sí, soy la mascota del equipo de fútbol, ese equipo donde mi amado crush juega y es el capitán. Soy la mascota de las panteras del colegio New Angel. Y por ende soy una Pantera negra y gorda, y todos en el colegio me llaman "Pantera la botarga" y sobre todo más el imbécil de Simón, quien al parecer se le ha olvidado mi nombre y solo me llama por ese tonto apodo de botarga.

—Simón, por favor ¿sí? Baja a Sheen. Mañana nos haces todo lo que quieras, hoy es el primer día, no quiero...

—¿No quieres qué, Pantera la botarga? ¿Me vas a pegar? —me reta y yo odio que me reten, solo hace que mi cólera se encienda más y quiera arrancarle su estúpido y feo rostro para después descuartizarlo y tirarselo a los perros callejeros.

Aunque bueno, los perros callejeros no se merecen tal adefecio como lo es Simón.

—Solo bájalo —digo por última vez, apretando mi mandíbula y la mochila en mis manos.

Poppy y el pack de Jared.Where stories live. Discover now