14.

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Oye, te invitó a cenar al infierno.

Viernes por la mañana. La alarma suena, me quejo muchas veces, mamá toca la puerta, los trillizos gritan algo sobre popo en sus manos, Charlotte y Charles cantan una canción de Hannah Montana (no sé cómo lo conseguiría la diablilla, pero Charles se escucha entusiasmado). Reece lamenta ser de esta familia (es normal, hermano. A veces yo también) Richard toca el pandero, Cecile comienza a gritar buscando su labial mate de Kyle Jenner, el cual es imitación, pero que ella asegura que es original. Callum los silencia a todos y Perseo tararea una canción de amor mientras sale del baño de nuestra habitación.

Me incorporó inmediatamente.

Mis pelos alboratados, debo parecer loca de manicomio, giro mi rostro como el exorcista y observó a mi mitad arreglar su corbata de moño mientras se echa loción en el cuello.

Silva sin parar.

—¿Acaso amanecimos en otro mundo?

Él me mira sobre su hombro mientras arregla su cabello.

—No todos somos tú, Poppy —responde haciéndome entrecerrar mis ojos.

Me bajo de la cama y rasco mi glúteo derecho.

—Últimamente como que estas algo pesadito, ¿no?

—Estoy envejeciendo, tal vez.

—¿Qué tal vas con lo que te pedí? —susurré cómo si aquello se tratará del plan más malévolo de la historia de la humanidad.

—¿Lo de la usb? —medio grita él.

Hago ademanes para que guarde silencio. Porque en esta casa, podrán estar gritan y agarrándose de los pelos, pero en cuanto se trata de secretos, no sé qué pacto diabólico habrán hecho pero todo escuchan.

—Sí...

—Es muy difícil, Pop's. Quizá tenga un coeficiente intelectual alto, pero no leo mentes, así que no puedo adivinar quién la tiene.

—Habíamos quedado en un trato...

Habíamos  —dice él haciéndome frente y enfatizando ese hecho pasado.

—Eres un mentiroso —le recriminó enfurecida.

—La vida es así, Poppy. Mentiras y más mentiras, el cielo no es azul, ni el agua cristalina. Las personas mueren mintiendo, solo una ilusa como tú imagina al mundo color arcoíris. La vida no es ni blanca, ni negra... La vida es gris y tienes que entenderlo.

Suelta tan serio dejándome sin palabras y quizá con ganas de llorar.

¿Pero qué le pico a este?

—Eres pesimista —murmuró antes de que él salga de la habitación y yo me meta al baño.

El murmuró algo que no alcancé a escuchar y terminó de salir.

Definitivamente hoy no será un buen día. Mayormente ningún día lo es, si tienes que soportar tanto estrés y gritos. Mucho menos la presión de traer a cenar a mi novio hoy por la noche.

De solo recordar aquello que papá me dijo ayer después de que Charlotte abriera su bocota y Gaspar terminará enterrandome. Papá se puso serio y casi me obligó a soltar el nombre del cabeza de chorlito de Jared.

Sí yo me hundo, él también.

Ojalá el señor de arriba se compadezco de mi alma, y de la del infiel de Jared.

...

—¿Ves diferente a Perseo? —le cuestioné a Reece en cuanto bajamos de la suburban.

Él analizó a mi mellizo e hizo una mueca.

Poppy y el pack de Jared.Where stories live. Discover now