el "te amo" de mi alfa

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Fue una noche llena de besos, caricias y muchos te amo silenciosos, siempre soñé con este día, aunque debo de confesar que antes soñaba que era el pequeño Alexander quien me tomaba, sí, con solo diecisite años era todo un pedófilo, ahora es diferente, mi alfa tiene 19 años, sigue siendo un niño para mi, pero es mío, mi niño.

No puedo dormir de la emoción de tenerlo cerca, sus cálidos brazos me evuelven y no puedo hacer más que sonreír, así como él, que a pesar de estar dormido muestra una sonrisa llena de satisfacción.

- Duerme Magnus, ya deja de observarme tanto, sólo haces que desee besarte y...

Bueno si él quiere yo también, he esperado mucho por este día y no voy a desperdiciar ni un solo segundo, además, ¿quién querría solo dormir con este perfecto ser a su lado? hay muchas posiciones que muero por probar y madre me obligó a inyectarme un anticonceptivo, no hay peligro de cachorros, todavía..., bueno eso creo, hay una pequeña, pequeñísima, diminuta, casi inexistente posibilidad de que yo sea capaz de..., bueno ustedes entienden.

Cerca de las cinco ya no tenía fuerzas y estoy seguro que no iba a poder pararme en unas horas o tal vez días, no me importa, siempre y cuando Alec se quede en mi cama dándome mimos, como lo está haciendo ahora.

- Tengo que decirte algo, más bien quiero contarte...

De pronto mi Alec se puso serio y empezó a relatarme todo lo que vivió en los diez años que estuvimos separados, me contó todo acerca de su familia y aunque me molestó saber que mis padres lo sabían y no me dijeron nada, entendí que me lo ocultaron por mi bien, si yo hubiese sabido lo que estaba pasando me habría mudado a la ciudad donde vivía con el fin de protegerlo.

Estábamos riendo aún enredados entre las sábanas cuando escuché algo que no me gustó, yo ya nos había imaginado despertando juntos, bañándonos o mas bien él me bañába mientras besaba ese punto de mi cuello que me erizaba la piel, me había visto en la cocina tomando mi café mientras el desayunaba lo que yo le había preparado para luego despedirnos con un beso.

- ¿Dormitorio en la universidad?

- Si en cuanto comience la primavera iré a la universidad que queda cerca de aquí, hasta la fecha de mudanza me gustaría quedarme aquí contigo, pero no creo que se vea bien

- ¿Por qué vas a vivir en un dormitorio? Esta bien si vives aquí, vamos a hacerlo así

- No puedo hacer eso

- Ya veo..., entonces ¿no quieres vivir conmigo? Esta bien, me iré a dormir a la sala para no molestarte - espero que los pucheros que hacía cuando era niño funcionen, con ellos convencí a mi padre para salir a jugar en la lluvia y..., ahora que recuerdo ambos enfermamos y mamá nos castigó por ello.

Me envolvi dispuesto a dejar la calidez de sus brazos, era difícil y parecía una oruga deslizándose, no debí apretar tan fuerte las sábanas. Cuando iba a levantarme de la cama Alec me atrapó en sus brazos y me jaló hacia él.

- Lo estás malinterpretando, por favor escúchame

Forcejee intentando con todas mis fuerzas escapar, pero era imposible, mientras más me movía más era aprisionado contra el colchón y sin darme cuenta la sábana que me envolvía fue quitada.

- Escucha Magnus, no soy un adulto autosuficiente todavía, solo soy un estudiante y no quiero ser una carga para tí, esperemos un poco mas, hasta que termine mi carrera y tenga un trabajo, luego busquemos un lugar para los dos y vivamos juntos.

- Alec, no esperaré tanto tiempo

- Magnus... -

Mi precioso bebé ¿mostraba desesperación? Creo saber en que está pensando y debo aclarar las cosas.

- Me refiero ¿cuantos años crees que he esperado? - Alec quería decir algo pero no se lo permiti - diez años, han sido diez años, no podré soportar cuatro años más, además ya estaré en mis treinta mientras tú... ¡oh no! serás un universitario guapo, radiante de juventud y alegría, mientras yo esté trabajando tú estarás bebiendo y saliendo con personas de tu edad y... - mientras trataba de explicarle imagine escenarios que no quería y me desespere, yo sería un viejo, no, ya era un viejo y en un futuro no muy lejano mi alfa me dejaría para irse con un joven omega y...

Mi omega es mayor que yo, nos llevamos ocho años pero en su interior es como un bebé, su rostro no esconde nada, en el se reflejan todas las emociones que esta sintiendo y en este preciso instante hay angustia y desesperación, no me gusta, su rostro sólo debe reflejar felicidad, besé sus labios con delicadeza, fue la única manera que encontré para calmarlo

- Eso no pasará Magnus, jamás te dejaré - mi Magnus soltaba pequeñas risitas mientras repartía pequeños besos por todo su rostro, cuando lo tuve más calmado, mirándole a los ojos le dije lo que tanto había ansiado

- Te Amo..., desde hace diez años, cuando solo tenía nueve te he amado Magnus.

Magnus se quedó sin aliento, una sonrisa llena de felicidad y un notorio sonrojo adornaron su rostro, así debería ser siempre, rodeo mi cuello con sus brazos y me atrajo a sus labios pada robarme un beso que yo respondí con gusto, muchos te amo de su parte fueron dichos, así que con una sonrisa le dije te amo muchas veces más y el ardiente deseo de poseer se hizo presente, quería marcarlo una vez más.

Magnus se tomó dos día de descanso, había estado trabajando sin feriados así que su jefe se lo concedió y hasta le ofreció una semana libre pero el se negó.

- Quiero nietos Magnus en dos días no creo que Alec pueda... - ah si, papá Bane era su jefe.

- ¡Papá! Estas en altavoz, ademas ¿nietos? Ni siquiera se si puedo...

- Tu madre ya se encargó de eso y me ha pedido, no, más bien me ha exigido bajo amenaza de dormir con el gato que te de un mes de vacaciones para que hagan lo suyo, por cierto dice que quiere un nieto de ojos azules a ver como le haces

Alec era un niño obediente así que practico por dos días como hacer bebés, al tercer día fue difícil para Alexander dejar salir a su prometido de casa, pero Magnus trabajaba y no podía quedarse con él, antes de dejarlo ir lo beso e impregno con su aroma a Alfa para que nadie se le acercara y asi fue como Magnus llegó al trabajo, todos lo miraban y respetaban su espacio, menos uno, Imasu.

- Buenos días a todo el mundo, vamos a darlo todo hoy.

- Magnus esta muy enérgico, no creo que haya pasado nada con ese chico de ayer

- Rindete de una vez, ¿él tiene un prometido verdad? Además huele a Alfa, un olor delicioso si me preguntas.

Imasu miró mal a su amiga, le sacó la lengua y fue directo hacia Magnus, tal vez no todo estaba perdido.

Adiós Mi Alfa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora