∆×7. ¿enfermo?×∆

788 71 41
                                    

— ¡En una maldita semana no has logrado conseguir nada! — gritó la criatura rojiza — ya es suficiente con que deba seguir durmiendo en el bosque, y tú resultas completamente — habló mientras me miraba, y noté en sus ojos las ganas de tomar mi cuello con sus manos y apretar hasta destruirlo — ¡inútil!

La bestia flotaba en medio del lugar donde lo encontré por primera vez. Según sus reglas debo venir aquí todos los días a la misma hora para reportarle algún avance; pero esto apenas me lo ha impuesto desde antier, porque claramente él podía vigilarme cuando le diera la gana, sin embargo, el imbécil es más débil cada día, a decir verdad me sorprende que aún pueda jugar al Gasparin sin tocar el césped.

En un principio amenazó con quedarse a dormir en mi habitación cuando le fuera necesario, pero logré fastidiarle lo suficiente como para hacerle cambiar de opinión. Aunque quizás solo tuvo un poco de "compasión" por la niña egocéntrica que no paraba de molestarlo con preguntas como '¿y tú también juegas a tirar cosas para asustar a otros? O solo... ¿Te gusta hacer ruidos estúpidos?'.

Veamos quién manda en realidad, fenómeno.

— Ah, pareces algo frustrado — crucé ambos brazos — ¿quieres una taza de chocolate caliente? — le ofrecí hipócritamente, mientras observaba la llama azul en su mano que nunca fallaba en capturar mi atención.

— Quiero los libros, Keila — empuñó su mano haciendo desaparecer la flama.

Ni siquiera con ese color rojo de manzana logra intimidarme ya, pero tampoco parece importarle, nuevamente debo hacer énfasis en que lo he notado más débil

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ni siquiera con ese color rojo de manzana logra intimidarme ya, pero tampoco parece importarle, nuevamente debo hacer énfasis en que lo he notado más débil. Incluso justo ahora puedo ver gotas de sudor caer por su frente, sus manos ligeramente temblorosas y esa ceja descubierta que no parece molesta, sino triste, ¿quizás aterrada? Sigo intentando dibujarlo cuando estoy en casa, tomaré ese gesto facial tan peculiar en cuenta.

Los primeros días cuando solía vigilarme, yo en verdad me esforzaba en fingir que intentaba conseguir los libros, pero no hacía más que dar vueltas por la famosa "cabaña del misterio" para preguntar cosas tontas acerca de las evidentes estafas en las repisas. En ese corto lapso noté que Bill nunca se acercaba demasiado a la cabaña, por lo que no se enteraba de lo que yo hacía ahí adentro.

Ahora que no me vigila, estoy más interesada en descubrir qué contienen esos libros, ¿por qué los desea y qué puede hacer con ellos? Al menos ahora tengo algo que me distrae de mis tormentos estúpidos, pero tampoco es lo más genial que todo esto deba hacerlo para salir de un serio problema.

— No me presiones, niño — me burlé al verlo tan indefenso — los conseguiré, pero en verdad es complicado. Justo ahora ni siquiera tengo una idea de dónde podrían estar escondidos, pero... — hice una breve pausa para mirarlo pícaramente — si tan solo me dijeras qué contienen, quizás tendría más posibilidades de hallarlo pronto...—.

— ¡Claro¡ — exclamó aún enrojecido — ¿no quieres también que me destruya a mí mismo? — preguntó en un tono hipócritamente gentil — ¡no seas estúpida! — finalizó furioso pero, en cuanto terminó de hablar noté que su mirada cayó estrepitosamente al ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¡Claro¡ — exclamó aún enrojecido — ¿no quieres también que me destruya a mí mismo? — preguntó en un tono hipócritamente gentil — ¡no seas estúpida! — finalizó furioso pero, en cuanto terminó de hablar noté que su mirada cayó estrepitosamente al igual que sus hombros. Separó ligeramente sus labios y su respiración parecía agitada, ahora el sudor corría por casi todo su cuerpo y era excesivo. Regresando a ser amarillo, sus pies al fin tocaron el húmedo césped y se tambalearon un poco.

No quería tenerle lástima a un demonio, incluso me esforzaba por verlo con indiferencia, pero después de todo, sigo siendo una humana común y corriente que se deja regir débilmente por sus emociones.

Sentí una gota caer en mi mejilla, luego de unos segundos otra en mi nariz y, en medio de aquella situación mi corazón comenzó a latir fuertemente por el nerviosismo de la indecisión. Algo dentro de mí, muy muy dentro, me decía que quizás debía ayudarlo; pero siempre está el lado inteligente de uno mismo, ¿cierto? Ese que te dice que sería estúpido siquiera preguntarle si necesita algo. Pero, cuando se trata de él, mi interés es el que siempre termina ganando:

— Ayúdalo, quizás recibas algo a cambio. Incluso ganar su confianza podría ser conveniente para destruirlo de una maldita vez —.

Era un juego donde ambos teníamos un cuchillo detrás pero, ahora que al parecer no puede escuchar mis pensamientos, ya ninguno sabe quién atacará primero.

— Puedes venir a casa, pareces débil. Quizás tus poderes están desapareciendo, Cipher — incluso en una situación como esta, no pude evitar burlarme.

Pero cuando el chico me iba a lanzar una mirada de desprecio...

¡achú!

Suspiré decepcionada al descubrir que solamente tenía un resfriado ¿A caso nunca le había ocurrido? O quizás simplemente es mucho más débil de lo que pensé. No sabía que los demonios también podían enfermar.

— Demonios. — cité frustrada — Podría dejarte morir aquí de un resfrío, pero creo que eso en realidad solo me haría la vida más insoportable, quizás incluso me mates antes de que mueras tú. — empecé a crear vagas conclusiones mientras rodaba los ojos — Anda ya, drogas o medicamentos, alguna de las dos debe tener mi madre en sus cajones.

— No es que necesite tu ayuda — aún intentó defenderse — solamente... — y antes de poder continuar, soltó otro escandaloso y desagradable estornudo — ¡maldita sea! ¡¿qué me pasa?! —.

Parecía un niño pequeño. Al parecer no está acostumbrado a esto, lo que me hace llegar a la conclusión de que en verdad solía ser más poderoso, ¿o no? De alguna forma parece desubicado con situaciones que son muy comunes para un humano. Podría ser que se esté convirtiendo en uno, ¿eso tiene sentido?

¿Qué tan peligroso puede ser llevar a Bill Cipher a mi casa en estas condiciones?


¿∆?













TIC TAC girl -×Bill Cipher×-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora