∆×10.¿Me asesinaría?×∆

487 41 32
                                    

La expresión en su rostro solo reflejaba fuerte y bruscamente deseos de destrucción, de alboroto, de caos. Parecía un animal al que se había provocado y ahora no había vuelta atrás con el asunto. Sin duda en cualquier momento lanzaría un ataque, una mordida directo al cuello, directo a algún órgano vital de la primer persona con la que su mirada se encontrara.

- ¿Llevárselos? - intenté cuestionar para distraerle de su temperamento exasperado, con la esperanza de que quizás de esa forma no me atacaría cuando menos lo esperara.

- Soos no es el dueño de la cabaña, ¡Los verdaderos dueños se llevaron los diarios consigo y desaparecieron!

Había toda una historia antes de mí, eso me había quedado claro, pero no solo eso tenía ahora aprendido en la cabeza, sino un par de cosas más que aún no podía creer del todo. Aún sin poder tragarlas, lo único de lo que estaba completamente segura es de que este tipo era de tener cuidado - ¿Por qué estás tan seguro de que se los han llevado? - y si seguirle la corriente era la llave para descubrir las piezas que faltaban en mi complicado y peligroso rompecabezas - tal vez los hayan guardado en Gravity Falls - entonces lo haría.

- Son tres diarios, ¿te lo dije? - aún sonaba hirviente y grave - ¡Tres malditos diarios! Y dudo mucho que los hayan dejado al cuidado de ese gordo inútil - hablaba con la mirada saltando de un sitio a otro con desesperación y angustia.

Pero no podía mostrar algo como miedo o debilidad - ¿Ahora tú eres quien está en contra de Soos? - no podía dejarle creer que él era superior a mí, aunque desde muy lejos eso fuera evidente.

Aunque mi voz sonaba controlada, lo cierto es que mis piernas y brazos estaban temblando, todo mi cuerpo estaba lleno de incertidumbre y mi cabeza llena de pensamientos revueltos que apenas y me dejaban conservar mi cordura para no alterar más al demonio frente a mí. No podía creer que alguien fuese capaz de corporalmente mostrar tanta rabia como él, con esos ojos que parecían incluso flamear, esos labios que parecían a punto de romperse de tanta fuerza que se ejercía sobre ellos. Esas cejas fruncidas que parecían atraídas a sus pómulos sin poder cambiar de posición.

Todo en su rostro era tieso y aterrador.

De pronto, poniendo atención a sus ojos que no paraban de temblar por toda mi habitación, noté que su mirada al fin se detuvo en un punto fijo no sin antes vacilar como si no pudiera creer lo que estaba mirando ¿Qué mira? Intenté buscar el blanco al que apuntaba como flechas con sus ojos, pero lo único que vi fue mi calendario de un concierto al que había ido antes de venir a Gravity Falls.

- ¿En qué año estamos, Keyla?

Su voz era de pronto tan suave y tranquila que por mi espalda sentí un escalofrío de muerte que incluso me hizo tener un tic momentáneo en el hombro, ¿Cómo es que podía cambiar de actitud así de un momento a otro? Su rostro ya ni siquiera parece la bestia de antes - ¿A caso has perdido el tiempo? - mantuve con fuerzas lo que le habría dicho a cualquier otra persona.

- ¿El tiempo? - volvió a ponerse en postura recta como un caballero volviendo a sus casillas - Se supone que lo había destruido. Él intentó detenerme la última vez - hablaba desinteresado y tranquilo mientras seguía atisbando con agudeza el calendario en mi pared - ¿En qué año estamos?

Dudé un poco antes de decirle algo, aún atontada por las palabras que había dicho sobre el tiempo - ¿No lo dice ahí? 2020.

Una sonrisa retorcida y macabra se postró lentamente en sus labios, cambiando nuevamente su rostro - ¿En qué temporada estamos? - solo giró sus ojos hacia mí - ¿Invierno, primavera?... ¿Quizás verano?

La palabra verano parecía causarle tanta euforia en el rostro que temblé de miedo sin poder soportar más su actitud - Eso. Estamos en verano - con mucho esfuerzo logré que mi voz no se cortara a la mitad de la oración.

TIC TAC girl -×Bill Cipher×-Where stories live. Discover now