Birras y revistas

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P.O.V.:ALFRED

Menos mal que no miré hacia atrás, porque me habría encontrado directamente con sus ojos, dirigidos completamente hacia mí.

Caminé hasta tener una distancia produncial con el coche, donde ella ya no pudiera verme. Una vez hube llegado a la parada del autobús esperé 5 minutos y cuando llegó me subí. Me esperaba un trayecto bastante más largo que al de la ida, pero no tenía prisa por llegar.


Era domingo. Me levanté como cualquier otro día, por el maldito pitido de la alarma, pero esta vez fue acompañado con la melodía que indicaba que me acababa de llegar un "whatsapp". Estiré la mano y cogí el móvil de la mesita, situado boca arriba miré el mensaje, era Javier. Me sorprendí hasta que recordé nuestra promesa de ir a un bar a tomar algo, suspiré. Debido a que todavía me encontraba somnoliento se me resbaló el teléfono de las manos y me calló en la cara.-Joder.- Murmuré mientras me sentaba sobre la cama, puede que ahora me doliese la nariz, pero sin duda me había despejado.

Contesté el mensaje y concretamos la hora. Me levanté completamente y fui a la cocina. Me preparé una tostada de 'pan tomaca' y un café con leche y me senté en el sofá para comérmelo mientras veía las noticias en el televisor.

-"Roi, ganador de la novena edición de Tu Cara Me Suena será parte del jurado de la siguiente edición."- Aquel nombre hizo que mirara atentamente a la pantalla, las imágenes de mi colega mostraron a un Roi no muy distinto al que fue en la academia. Su boca aún mostraba aquella sonrisa burlona  y sus andares y posturas seguían siendo desgarbadas y joviales, las cuales siempre le habían dado ese toque de humorista. Sonreí, mi excompañero había sido de los pocos con los que todavía quedaba de tanto en tanto, quizás cada vez menos, pero era al único al que no me daba pavor llamar por haber perdido el contacto. Dedicí que esa noche le llamaría para felicitarle por su "logro", quizás no era el que él habría querido, ni tampoco yo, pero no podíamos negar que se desenvolvia mejor en platós de televisión que en escenarios.

Una vez hube terminado recogí todo y puse el vaso y el plato al fregadero, ya lo lavaría más tarde. Me dirigí de nuevo al cuarto y abrí los armarios. ¿Qué debería ponerme? Escogí una camiseta con estampado floral, desenfada ¿Sería de mal gusto ir tan informal? Deseché la prenda y me decanté entre dos camisas, una blanca y la otra azul. Debatí, "¿Por qué me siento como una chica eligiendo el vestido de novia? ¡Tampoco es tan difícil!", nada, no me decantaba por ninguna así que decidí utilizar la técnica infalible, el 'pito pito gorgorito'.

-Pito pito gorgorito, ¿Dónde vas tú tan bonito? [...]- Finalmente mi dedo se posó sobre la de color azul, dudé y me puse la de color blanco. Los pantalones fueron más fáciles, unos color azul marino, elegantes. Una vez estuve vestido me dirigí al baño. Me peiné y maquillé los huecos de la ceja, sí, aquellas calvas que yo mismo me producía continuaban; la verdad es que por un tiempo dejé de tener la manía de arrancárme los pelos, pero en los últimos años el retorno del vicio había sido obvio, al igual que mis ataques de ansiedad, ¿La razón? Era tan obvia que ni quería planteármela. 

Me terminé de preparar, cogí el teléfono, las llaves y salí de casa.

Con una sacudida de mano llamé a un taxi y en menos de veinte segundos ya estaba sentado en el asiento trasero. -Oye, ¿Tú no eres el Alfredo Gracia ese?- Preguntó el taxista mientras se giraba para mirarme mejor.

-Sí, soy Alfred, Alfred García.-Le sonreí ligeramente por pura cortesía.

-Mi hija es muy fan de usted, ¿Le importa firmarme algo para ella?-Dijo rebuscando en el cajón del copiloto algún papel.

Niña del Sol de Tarde [Almaia]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt