Niña del Sol de Tarde [Almaia]

Aquel viejo piano

P.O.V.:ALFRED

-¿Lo más inteligente sería ensayar Por Si Te Hace Falta con Amaia en el piano antes del concierto de mañana, verdad?

Apoyó una mano en mi hombro.-Sí.

Suspiré y subí rápido a la habitación, en cinco minutos bajábamos a cenar. Me cambié de ropa ya que la que vestía estaba cubierta por mi sudor.

Bajé a cenar y me senté con Gloria, la cual había escogido un menú bastante parecido al mío. Amaia, que la buscaba con la mirada la encontró, y después de verme se giró y fue a sentarse con Raúl y un par más de la banda. Gloria se disculpó con la mano y sonrió incómoda; sin duda no le gustaba estar en medio de esa situación tan violenta.

-Siento que tengas que pasar por todo esto cuando tú no has tenido nada que ver.-Suspiré y me rasqué ligeramente la nuca.- No quiero imaginarme cómo debe ser la incomodidad en la habitación, de verdad que lo siento.

Gloria río sutilmente.- Tranquilo, no es para tanto hombre. Además, en la habitación se respira buen rollo, no sé, creo que echaba de menos compartir habitación con otra chica.-Confirmó mientras se metía una ganchada de tortellini en la boca.

Mi cara cambió de preocupación a desconcierto, "¿Se lo estaba pasando bien? ¿De qué hablarían cuando yo no estaba delante? ¿Sería yo el objeto de sus burlas? ¿Estaba Amaia de alguna forma intentando convencer a Gloria de que la culpa fue mía?" Suspiré, muchas preguntas y demasiado privadas como para preguntarlas. Aún así, Gloria era mi amiga desde hacía años y no tardó más de 5 segundos en entender lo que pasaba.

-Tranquilo Alfred, sabes que siempre creeré tu versión porque es la más acertada, además, eres mi amigo y sé todo lo que Amaia te hizo, ¿Crees que no fui reacia con ella al principio?-Me encogí de hombros mientras Gloria seguía hablando.- Pues claro que sí, pero no todas las personas son totalmente malas, ella hizo cosas MUY mal, pero después de hablar con ella y conocer su punto de vista... Creo que he podido entender mejor como se sintió.

-¿Qué? ¿Habéis hablado del tema? ¿Y qué dijo? ¿Te contó la misma mentira que a mí?- En apenas unos segundos me había puesto súper agitado, levantando ligeramente el cuerpo de la silla en un raro instinto de supervivencia.

-Bueno... pues sí, era obvio, ella no lo está pasando bien por esto, al igual que tú, y eso lo sabes.- Yo la escuchaba mientras comía una tostada de pan.- Y mira, yo no quiero decir que una cosa sea cien por cien real y la otra nada. He llegado a la conclusión de que el problema se agravó por la falta de comunicación, hay mucho de lo que no hablásteis o no tomásteis consideración el uno del otro.

-¿Consideración? ¿Crees que debería tener consideración con ella después de lo que me hizo? ¿De verdad crees en sus mentiras?- Otra vez, tenso, mis manos se agarraban casi de forma desesperada al mantel de la mesa, como si aquella sujección me diera algún tipo de seguridad ante aquella sensación de caída que estaba sintiendo en aquel mismo instante, estaba pálido. No había superado nada.

Gloria pasó su mano por mi hombro y me apretó ligeramente, sacándome de mi pequeño trance.- ¿Estás bien?...¿Necesitas tomarte una pastilla o algo?- Me levantó la cara mirándome a los ojos, idos.- Alfred, tranquilo, te prometo que todo esto va a salir bien, ¿Vale? De aquí a tres o cuatro meses ni te acordarás de estas situaciones.

No era tan fácil. Agradecía los gestos de preocupación por parte de mi amiga, pero cuando alguien amenazaba con hacer escombros mi actual modo de vida era imposible pensar claramente. "Ella lo tenía planeado todo, ¡Seguro! Lo que quiere es volver a mis amigos contra mí para hacerme daño ¿Cómo no me había dado cuenta antes? ¡Es obvio que no tuvo suficiente con lo que me hizo que quiere derrumbarme más! No has cambiado ni un ápice..." Frené. Sacudí la cabeza y la aprisioné bajo mis brazos, ejerciendo una presión demoledora para acabar con todos aquellos pensamientos sin sentido.- Necesito ir a por las pastillas.