Capítulo 20

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Albus sentía un impulso incontrolable por estar junto a Scorpius, acariciarlo, besarlo hasta dejarlo sin aliento. Se sentía muy eufórico, así que salió tras su amigo, y lo vio en la sala común concentrado mirando por la ventana hacia el lago. Entonces se acercó sigilosamente sin que éste lo notara.

Lo abrazó repentinamente por atrás, en sacó a Scorp de sus pensamientos.

—Al... ¿Albus? —dijo sorprendido, mientras seguía mirando por la ventana, tratando de ignorarlo, puesto que estaba muy enfadado.

—Scorpius... lo siento... yo te dije que sabrías para que necesitaba la suerte líquida... —le decía suavemente al oído, haciendo que su amigo sintiera un cosquilleo por todo su cuerpo— necesitaba saber —continuó mientras besaba el cuello del rubio— si yo también te gusto. 

Mientras Albus hablaba, Scorpius se mantenía en silencio, todo esto se sentía muy bien, los besos en el cuello lo hacían estremecerse. Al darse cuenta de que su amigo necesitaba la poción para lo mismo que él decidió perdonarlo y entregarse al amor.

—A... Al... —intentó decir, pero no pudo seguir hablando cuando sintió en su cuerpo la erección de Albus contra su cuerpo, mientras éste seguía besando suavemente su cuello.

—A mí me gustas mucho Scorp, siempre me has gustado —mientras hablaba comenzó a acariciar al rubio por debajo de su polera. Scorpius se sentía muy excitado, no podía pensar en nada más. La mano de Albus bajó hasta la entrepierna del rubio, dónde también encontró una erección y le dijo— al parecer también te gusto de esa forma, mientras lo agarraba fuertemente, haciendo que Scorpius se sobresaltara.

Scorpius se dio vuelta y quedó frente a su amigo, se miraron unos segundos y luego ambos se acercaron en un desenfrenado beso. Scorpius sentía como Albus lo acorralaba más y más y lo besaba hasta dejarlo sin aliento, mientras que Albus intentaba desatar su euforia en cada beso que le daba. Mientras Albus besaba apasionadamente a su amigo, invadiendo toda la boca del chico con su lengua sentía como se le escapaban los gemidos al rubio, y eso lo prendía aún más. 

Sin decir palabra alguna, Albus llevó de la mano a Scorpius hasta la habitación de ambos, luego con un suave empujón tiró a su amigo a la cama. Se acercó lentamente al rubio y mientras besaba su cuello comenzó a acariciarle la entrepierna a través de la suave tela del pantalón de su pijama.

—Por qué no me lo habías dicho antes Malfoy, no sabes cuanto tiempo llevo volviéndome loco por ti... —le decía de manera entrecortada mientras seguía besando su cuello.

Scorp solo emitía algunos gemidos, no sabía que decir, todo era muy intenso, no se atrevía a mirar directamente esos hermosos y seductores ojos verdes, hasta que pudo hilar algunas palabras.

—No... no lo sé Albus... yo... —simplemente no podía hablar, así que a falta de palabras besó a Albus como si no hubiese mañana.

Albus sentía tanta euforia en su interior que no podía conformarse con sólo eso, así que ahora empezó a acariciar a Scorpius por debajo del pantalón. Sentía como su amigo se retorcía de placer con cada movimiento que hacía, ni en sus más húmedos sueños Scorpius hubiese imaginado que sería así como se dieran las cosas.

Con torpeza intentó desabotonar el pijama de Al y comenzó a besar su torso, pero tuvo que detenerse, porque su amigo había empezado a masturbarlo con más fuerza, y sentía que iba a acabar en cualquier momento, y así fue.

Albus reía de manera frenética, pero miraba a Scorpius con mucho amor, sentía que estaba realmente loco, pero sin perder la ternura se acercó al rubio y le habló al oído.

—Me encantas Scorpius Malfoy, realmente me encantas —y besó a su agitado amigo. 

Scorpius aún estaba desconcertado, no podía creer como se había dado todo, todo había sido muy rápido, no sabía si esto realmente había pasado, si era lo que quería Albus o era algún extraño efecto de la poción que tomó, se tiró en la cama y miraba el techo cuando no pudo evitar reírse al ver como Albus bailaba...

—Scorpius Malfoy te tengo en mis manos... —le dijo para luego recostarse junto a él, su corazón latía demasiado rápido, ahí fue cuando Scorp comprendió que aún faltaba mucha más diversión esa noche.

Euphoria - ScorbusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora