Euphoria - Scorbus

Capítulo 2

Scorpius se decidió a ir al baile con una chica de Hufflepuff de 3er año, Linda Tomlinson, después de que Rose Granger-Weasley lo rechazara rotundamente. La conoció en la clase de aritmancia, ella se le acercó al verlo solo por primera vez y el aprovechó de preguntarle. Si bien estaba entusiasmado, no entendía por qué todo aquello había provocado que su amigo se alejara, ¿sería porque quería ir con su prima?, le costaba mucho entender a Albus cuando se ponía así.

El día del baile, Scorp se puso un elegante traje color Marengo, con una corbata verde. Se veía realmente hermoso, pensó Albus, con algo de tristeza. Llevaba días alejado de su amigo, pero no soportaba esa faceta de él.

—Por favor Albus, te lo imploro, acompáñame, ¡el baile no será nada sin ti! Nada es nada sin ti... —le suplicaba el rubio, lo cual le causaba mucha gracia a Albus, pero estaba decidido a mantenerse firme—. Allá podrás conocer muchas chicas! Tú sabes que tienes buena fama a pesar de que no te gusta que te relacionen con tu padre... Por favor Al...

—Hasta cuándo tengo que decírtelo Scorp, no me interesan las chicas, no quiero conocer a ninguna mujer ¿ok? —soltó Albus sin aguantar.

Scorp se sintió extrañado, ¿qué quería decir su amigo con eso?

—Está bien Al... Adiós —se despidió tristemente. 

—¡Diviértete! ¡y déjame en paz! —le gritó en respuesta desde la comodidad de su cama.

Cuando su amigo se fue, buscó algo para leer, no se acostumbraba mucho a estar solo, así que tomó una revista y se fue al hall de la sala común, si bien pensaba que no habría nadie, era mucho más acogedor. Allí se encontraba en un sillón el mismo chico con el que había cenado el día anterior.

—Vaya, vaya... Así que era en serio eso de odiar a los idiotas del baile —le dijo al Potter y estalló en carcajadas.

—Así es, y parece que no soy el único —respondió Al y se sentó junto al chico —¿puedo?

—Por supuesto señor Potter —le dijo imitando una reverencia— para mí es un honor que se siente justo a este idiota, que por fortuna no es la clase de idiota que el señor Potter odia.

Ambos se rieron por mucho rato. Adam Turner era muy simpático, se sentía cómodo junto a él, comenzaron a hablar de las clases, a reírse de algunos profesores, Adam no estaba muy seguro de que hacer en el futuro, pero no quería dedicarse por siempre al quidditch.  Y así se fue dando la conversación mientras transcurría la noche. Albus lo sentía cada vez más cerca y eso lo ponía nervioso.

—Bueno y tú... Eres muy popular, pensé que estarías en el baile... —Al trataba de preguntar sin inmiscuirse demasiado.

—La verdad no me interesaba ir, eso de tener que ir con una chica y todo... No va conmigo —mientras respondía comenzó a pasar sus dedos por un mechón de Albus, luego acarició el rostro de Albus y luego sus labios.

Albus estaba nervioso, pero expectante por saber que ocurriría con aquel chico. Adam se acercó más y comenzó a besar su cuello, Albus se sentía algo acalorado, como si el pantalón le apretara, y sentía un cosquilleo por todo el cuerpo... cuando estaban a punto de juntar sus labios entró Scorpius abruptamente a la sala común.

—¡Albus!

Los dos chicos de ojos verde se separaron inmediatamente, ninguno se esperaba esa llegada. El rubio no notó lo que pasaba entre sus compañeros.

—¡Albus! que bueno que estás aquí. Necesito hablar contigo... —Albus quería saber que se sentía ser besado, pero por otra parte sentía que todo iba demasiado rápido con Adam, así que en parte agradecía la aparición de su amigo. 

—Espero no sea nada del tonto baile —le respondió a su amigo, y miró a Adam con complicidad.

—Por favor Al... —le dijo con un puchero.

—Está bien... dime —le dijo sonriendo. Scorpius miró al chico que estaba en el sillón con Albus, no quería ser descortés, pero quería estar a solas con su amigo.

—Vamos a los dormitorios Al, ya es tarde, allí te cuento —y se fue de ahí sin esperar a su amigo.

—Bueno Adam... lo siento, yo... ya sabes Scorp es... —se excusó Albus, que se sentía un poco avergonzado.

—Tranquilo Al... ¿te puedo llamar Al cierto? —lo tranquilizó Adam mientras se despedía con un beso en la mejilla— que tengas buenas noches Al.