-cap 08-

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Él aún estaba sobre ella, reposando su cabeza entre sus pechos, no se habia dormido, aún sentía besos húmedos en ellos, y como pellizcaba con cuidado sus pezones.

Ardía, su intidad ardía y sus piernas estaban cansadas, sus brazos sobre su cabeza algo entumecidos, pero increíblemente relajada, cómo cuando no tenía problemas y dormía hasta tarde, era un cansancio extraño y placentero.

Aún no sabía que pasó ni porque él, la había tomando a la fuerza <¿realmente fue a la fuerza?> Tuvo un sueño similar a esto, y cuando se estaba haciendo realidad dejo de pensar.

El la tocaba y sintió algo de vergüenza por estar expuesta, pero le gustó la manera en que la miraba, como si fueses única, su toque fuerte y brusco la excitó, su lengua caliente y juguetona, el trato que le dió poco cordial la elevó lejos. <Se suponía que debía estar mal, y molesta> pero no podía hacer la vista gorda y no admitirse a ella misma que luego de tantos meses no tenía ganas de esto. Había extrañado todo de él, y esto, ¡oh cielos! Fué más de lo que fantaseo alguna vez.¡Y ya se había tardado!, los hombres ricos como él, toman lo que quieren y las criadas no son la excepción, era un secreto a voces que mujeres como ellas, eran la diversión extra del patrón dentro de su casa <¿Debía estar triste?>

-¿quién es él?- su voz ronca y enojada la sacó de sus pensamientos.

-¿Eh?-quiso ver su rostro, pero él seguía mas interesado en jugar con su pezón.

-el infeliz con quién te besaste, en la entrada de mí casa-.

Eso fué un golpe a la realidad, él estaba enojado por eso, por eso había ido con ella, su ego herido no permitíria hacer como si no hubiese visto nada -no es una historia larga, pero... él no es nadie-.

-no es...lo que parecia- está vez la miró a sus ojos.

-lo conocí en el pueblo, me tomó por sorpresa, no volverá a ocurrir, ¿Podrías soltarme?- suplicó lo último.

Quería indagar más, pero también tenía ganas de seguir follando y muchas ideas reprimidas desde hace meses.

Se levantó de la cama y se dirigió hacia la piecera, tomó los tobillos de ella y tiró para si, seguía atada pero ahora, completamente estirada, se acercó a su cintura y de un empujón la volteó <bien si antes creyó que la tenía a su merced, esto era otro nivel> sonrió dichoso, la noche era joven.

-¿no vas a soltarme?- lo miraba por arriba de su hombro.

-no todavía- se levantó -no te muevas- se perdió en el baño.
Pasó unos segundos y volvió con un trapo mojado -abre las piernas- obedeció y de repente sintió en su zona calor, el trapo estaba tibio, se sentía agradable y el comenzó a lavar, se relajó.
Luego de unos breves minutos sintió la cama hundirse, él estaba sobre ella, con las piernas a cada lado de su cuerpo.

Comenzó a frotarse contra sus nalgas, mientras las apretaba sin cuidado, caliente su carne, su pene se sentía caliente, y toda ella también.

-me hiciste esperar mucho tiempo por esto, mujer- sonó tan lujurioso.

-lo siento- sonó más a una pregunta que una afirmación.

-¿Lo sientes?- la nalgada fué Sonora y fuerte, ella jadeó -sabes a partir de ahora ¿Quién soy yo?- ella negó con su cabeza, y recibió una nalgada más fuerte que la anterior, ella se quejó -soy tu hombre, desde hoy, y si vuelvo a verte con otros ...- otra Nalgada más fuerte -las consecuencias serán malas, para ti-.

Que debía hacer o decir, su nana nunca la preparó para esta situación, a demás no sabía bien que pasaba, otra nalgada resonó en su piel, y le dolió más "entendiste" escuchó y sólo le quedó asentir "buena chica".

Acarició su cabello y lo tomó entre sus manos, hizo una perfecta cola de caballo que hasta un peluquero envidiaría y tiró de él, no demasiado fuerte, pero si lo suficiente para excitarla.

-levanta la cadera- le hablaba en un tono autoritario que no le conocía<¿Seguía enojado?> Tardó en acatar la orden y otra nalgada la sorprendió, a esta altura su blanca piel estaba marcada y ardía, antes de recibir otra levantó la cadera y él se afirmó detrás de ella.

Comenzó a meter sus dedos en ella y jugar en su interior, se sentía extraño pero la hacía mojarse<¿Eso era normal?>

-¡oh sí mujer! mójate para mí, ¡Me pones tan duro!- su voz estaba tan cargada de pasión.

<Bien eso resolvió su duda "era normal">.

Comenzó a frotar su pene entre las nalgas rojas de ella, estaba por explotar de nuevo.

-voy a fornicarte toda la noche, mujer- esa declaración los exitó a los dos.

Estaba hirviendo, había estado con tantas mujeres en su vida, pero vírgenes ninguna, ni siquiera su esposa lo fué.
¡Oh! Se divertiria a lo grande con ella, le enseñaría como buscarlo y exitarlo en el sexo <y cómo le dijo una vez, no sólo los caballos se montan, y para eso había que domar a la hembra primero>.

Tomó su trozo de carne erecta y volvió a metérsela de una vez, ella gimió de dolor y fue música para sus oídos. Está noche sólo era el comienzo...

Gracias a @gaeruss y @milly-ox por leer y votar siempre, y también x sus comentarios que me alegran el día y me hacen reír tanto... A uds este capítulo.









¡serás mi mujer!Where stories live. Discover now