Chapter 11

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Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no me pertenecen, son propiedad de J.K. Rowling. La historia tampoco me pertenece, esta pertenece a thecellarfloor y esta historia fue beteada por AliciaBlackM.

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Harry no tomó las noticias demasiado bien.

De hecho, estaba indignado. Bueno, eso era un hecho. No dijo nada durante un rato. Ella miró fijamente el rostro extremadamente serio de Harry, sus ojos color esmeraldas miraban los vastos campos de Quidditch de Hogwarts. El sol empezaba a levantarse y estaban sentados en uno de los bancos. Era el momento perfecto para una charla de corazón a corazón, para una confesión. El aire se sentía frío contra su piel, su aliento era visible mientras salía de sus labios.

Harry permaneció en silencio todo el tiempo mientras ella a regañadientes le contaba todo.

... La lucha que Blaise y Malfoy tuvieron y el beso...

... Cómo Malfoy siguió jugando con su mente...

... Lo que realmente sucedió, cuando estaba investigando sobre los tipos de venenos en el área restringida...

... Cómo Malfoy asesinó a Ron...

Todo.

Podía ver una mezcla de rabia y decepción en su rostro y la culpa la inundó instantáneamente. Esperó su reacción, pero pasaban los minutos y nada.

—Por favor di algo.

Se pasó una mano por el cabello, riendo amargamente por la situación, como si esto fuera una broma enfermiza que ella hizo para fastidiarlo.

—No confiaste en mí lo suficiente como para decirme todo esto —dijo con amargura, finalmente mirándola fijamente—. No me hablaste de él.

—Intenté decírtelo —dijo en defensa—. Me dijiste que estaba loca.

—¡Esto va más allá de todo! —Ella saltó ante el repentino de aumento de volumen en su voz. Él la miró y apretó los puños.

—Yo... no creía que él hablara en serio.

—¿No es algo serio? —Se puso de pie y comenzó a caminar delante de ella—. Te besa dos veces, te chantajea para que vayas a volar con él, duerme en tu cama, ¿y me dices que no es algo serio?

—Yo... no sé... estaba avergonzada.

—¿Qué hay del Cruciatus, Hermione? ¿Cuándo ibas a decirme eso?

—¡Pensé que podría manejarlo!

—¡Bien, obviamente no pudiste!

Estaba respirando pesadamente y su rostro estaba enrojecido. Hermione vio la rabia pura grabada en sus rasgos.

No podía ocultar el dolor que sentía por sus palabras. En todo caso, tenía razón. Debería haber pedido ayuda. Pero sabía, que una parte de ella no quería que estuviera involucrado. Llamémoslo, naturaleza protectora, ella simplemente no quería que Harry siguiera con esto otra vez. Ella quería que tuviera un año normal. Pero ahora todo estaba fuera de control.

Ella enterró el rostro entre sus manos y gimió.

—Lo siento —dijo miserablemente.

Harry dejó de pasearse. Lo sintió sentarse a su lado y suspirar. Le tocó la parte más baja de la espalda. Ella lo miró fijamente y vio que sus rasgos se habían suavizado.

—Tenemos que detenerlo —expresó—. Tenemos que pedir ayuda esta vez, a McGonagall, a los aurores.

—Pero no tenemos pruebas.

Sus hermosos y aterradores ojosWhere stories live. Discover now