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Miradas.

Miradas intensas.

Miradas que de un segungo a otro se convirtieron en una batalla entre Gregory y su prima. La indignación era evidente en el rostro de ella.

Y claro, cómo no iba a estarlo.

Su primo, uno de los miembros de su familia se había puesto en su contra para defenderme a mí ¡A mí! una simple sirvienta que no significaba absolutamente nada ni para una maldita mosca.

Gregory me miró repentinamente, haciendo que yo pegase un pequeño brinco a causa de la sorpresa.

Me sonrió.

—Natalie—era maravilloso escuchar mi nombre desde sus labios—. ¿Podrías retirarte, por favor?

  Yo no dije nada, simplemente asentí. Comencé a retirarme sigilosamente de la sala, lo cual era algo que agradecía profundamente a Gregory, pues estaba pasándolo demasiado mal, y él lo sabía ya que me conocía bastante bien. Era consciente de que desde el momento en el que su prima me había hablado, deseé intensamente que algún mago me hiciera desaparecer con el manto de la invisibilidad. 

  —¡Un momento! 

Me tensé, y acto seguido, me detuve.

De nuevo, era Sarah.

¿Qué quería esta vez? El sonido de sus tacones golpeando el suelo hizo que supiera que se estaba acercando a mí. Me giré lentamente, encontrándola frente a mi persona con una mirada semejante a la punta de un cuchillo. Alzó la mano, pensé que me iba a golpear y cerré los ojos por miedo.

Un pequeño grito salió de mi garganta cuando noté cierto liquido bajando por mi cabeza hasta llegar a mi cara y mi ropa.

¡¿Acabó de tirarme encima el plato de sopa?!

Sara sonrió de forma sardónica cuando la miré con la boca abierta.

 —Ahora sí puedes retirarte—me dijo sin retirar la sonrisa. 

Increíble, me había humillado delante de todo el mundo, quería matarla, cogerla por ese cuello de lagarta que tenía y ahogarla hasta que no pudiese respirar; la odié más que nunca.

Pero no podía hacerle nada...Solo pude salir de allí corriendo con los ojos aguados cuan cataratas del Niágara.  Mi llantó aumentó cuando pude escuchar las risas de los demás por lo que hizo Sarah.

Esperaba que una de esas personas no fuese Gregory, porque ahí sí que mi corazón se destrozaría en mil pedazos.

Más de lo que ya lo estaba por la humillación.

En este momento, me sentía totalmente sola.

Sin nada, sin nadie.





Nota de la autora

¡Hola! Sí, he vuelto :3 y con más ganas que nunca de trabajar en mis novelas. Sé que he estado un poco ausente, pero de verdad, necesitaba unas vacaciones para descansar de mis estudios ya que me habían tenido muy estresada. Ahora que estoy aquí, me gustaría pedir que ustedes también deis acto de presencia, y lo digo porque no me gustan los lectores fantasma. No creo que sea difícil decir, "hey, estoy aquí y estoy leyendo" por tanto demuestren que lo que escribo les gusta para así darme más ganas y felicidad, yo seguiré escribiendo porque no dejo las cosas a medias, pero bien es cierto que lo haré al ritmo que me dé la gana si veo que no hay lectores que te animen a ello. Así que apoyen a Nayu :3 para traer capítulos más rápido. OS QUIERO LOVERS.


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Corazón Indomable ©Where stories live. Discover now