El Poder del Amor (Brittana girlxgirl)

CAPÍTULO 2: HACIENDO AMIGOS

CAPÍTULO 2: HACIENDO AMIGOS

Cuando Brittany llegó al instituto vio como un grupo de estudiantes tiraba a otro al contenedor de basura. Genial, pensó, así es como torturan a los Losers aquí. Su hermana bajó de su coche y se acercó a ella mientras pasaba su brazo por sus hombros, con cuidado de que sus pieles no hicieran contacto.

– Tranquila enana. Yo me encargo de hacer amigos, ya sabes que soy fabulosa y nadie se resiste a mis encantos...

La rubia dejó de escuchar cuando vio a una chica entre todos los estudiantes. La joven tenía una larga melena morena ondulada, ojos color café preciosos, sonrisa cálida, muy sexy y con la piel bronceada. Estaba charlando alegremente con tres chicas que parecían amigas suyas.

– ¿Te gusta? – Preguntó curiosa la mayor.

– Steph, yo...

Su hermana no le dejó decir nada más y la arrastró hacia el grupo.

– Señoritas. – Dijo seductoramente la más alta mientras les dedicaba una sonrisa coqueta a las chicas.

– ¿Sois nuevas? – Preguntó ilusionada la más baja.

– Si, me llamo Stephanie y ella es Brittany, mi hermanita pequeña.

– Ellas son Santana, Rachel y Mercedes. – Dijo la asiática señalando a sus amigas conforme las nombraba – Yo soy Tina ¿Qué clases tenéis ahora?

– Historia contemporánea con Mr Smith. – Dijo la más alta.

– Mi hermano también va a esa clase. Ahora lo aviso para que te acompañe. – Respondió ella mientras tecleaba en su móvil.

– Yo tengo geometría con Ms Yang. – Comentó Brittany.

– Genial, vienes a clase conmigo y con 'Cedes, nos lo pasaremos genial. – Volvió a hablar Tina.

En ese momento llegaron tres chicos.

– ¿Quién es la nueva que tiene clase conmigo? – Preguntó uno de ellos a la asiática.

– Ella, es Stephanie. – Respondió su hermana.

– Encantado. Yo soy Wes y ellos son Finn y Puck. ¿Vamos a clase?

Los cuatro mayores se alejaron dejando a las chicas solas. Mientras se alejaban, Noah miró disimuladamente el trasero de Steph, haciendo que la hermana de la joven se desesperara. Al lado de la mayor, ella era incapaz de acaparar la atención... Aunque en su caso, no era la de los chicos la que buscaba.

Ellas también se dirigieron a sus clases. Cuando estaban acercándose por el pasillo, un joven moreno, con uniforme de Cheerio, algo bajo y con exceso de gomina en el pelo levantó la mirada y sonrió. Comenzó a acercarse a ellas fijándose en la rubia. Brittany se asustó... ¿Y si le tocaba la cara o el pelo? En ese momento, otro chico con la misma ropa lo agarró de la cintura y le dijo algo al oído. Él se quedó mirando a Brittany extrañado. La rubia se acercó a Tina y preguntó

– ¿Qué ha pasado?

– Nada, ese es Blaine. Le encanta socializar, es muy abierto y amable. En cuanto se encuentra a alguien nuevo, intenta acercarse para ayudarlo. El que lo ha sujetado es Kurt, su mejor amigo. Es un poco sobreprotector con él y muy celoso de todos los que se acercan. No le gusta la actitud despreocupada de Anderson... Nada que te deba preocupar.

Las clases pasaron con normalidad y descubrió que coincidía con Tina, Mercedes, Rachel o Santana en todas, por lo que no se sentía sola en ningún momento. Ellas eran muy amables y se interesaban por conocerla. Algo que le suponía una novedad, desde hacía dos años era una chica más bien solitaria. No le gustaba pensar que si hacía amigos podría dañarlos con su poder... Poder que por cierto, parecía estar de su parte en ese momento ya que había conseguido no alterar ningún aparato eléctrico en toda la clase, aunque sentía la electricidad por su piel.

A la hora de la comida, se sentó con sus nuevas amigas en la mesa y poco a poco otras personas se integraron. Kurt, Blaine y otra animadora, Quinn, se sentaron con ellas, además de varios jugadores del equipo de fútbol, Finn, Puck, Sam, Mike, Artie y Wes. Stephanie iba con ellos y se sentó también en la misma mesa, complacida por ser el centro de atención de los chicos. Que se sentaran juntas era algo raro porque no solían compartir amigos, pero no les importó.

Brittany se sentía incómoda. El Cheerio castaño no dejaba de observarlo con una mirada inquietante. Los otros dos animadores miraban al ojiazul con duda en los ojos, mientras evitaban la mirada de la menor de las Pierce. Nadie más parecía notar esas expresiones. Sus pensamientos se vieron interrumpidos por Rachel.

– Bueno, no puedo evitar preguntar... ¿Vais a hacer una audición para el Glee Club? Todos nosotros estamos en él y nos encantaría que participarais

– Claro que sí. – Respondió Stephanie. – Allí estaremos.

– Habla por ti. No creo ser capaz de hacerlo. – Dijo su hermana menor.

– Podrías probar... Yo no canto, pero sé bailar... Eso es lo que aporto al equipo... Puede que tú tengas un talento oculto – La animó Mike.

– Claro que sí... Y puede que hasta puedas llegar a cantar con algo de práctica. – Animó Santana. Esas eran las únicas palabras que necesitaba para convencerse de que debía intentar entrar en el coro.

La hora de la audición llegó y sólo las hermanas Pierce estaban esperando.

– Sal primero tú. De lo contrario quedarás eclipsada por mi magnífica actuación. – Dijo la mayor y la chica salió al escenario.

– Ho... Hola. S-Soy Brittany... No tengo nada preparado... – Por primera vez desde que pisó el McKinley, las luces del auditorio parpadeaban. Intentó respirar profundamente para relajarse.

– Puck, ve a avisar al director del problema con las luces... Brittany, veo que estás nerviosa. No debes temer nada. Hazlo lo mejor que puedas. Estoy seguro de que eres mejor de lo que piensas y con algo de práctica podrás hacerlo genial. ¿Crees que podrás cantar a pesar de las luces o prefieres esperar? – Preguntó Mr Schue.

En ese momento miró a todos sus amigos sonriéndole amablemente para darle fuerzas. Respiró profundamente una vez más y se situó en el centro del escenario. Comenzó a cantar I Love It de Icona Pop y acompañó su canción con un pequeño baile. Cerró los ojos y se dejó llevar por la melodía. No quería demostrar lo gran bailarina que era porque no podía bailar. Corría el riesgo de electrocutar a sus compañeros, bastante creía que se arriesgaba ya con el hecho de entrar en el Glee Club. Su mirada se dirigió a Santana e intentó ser un poco seductora, aunque su timidez se lo impedía y se veía dulce y adorable. La actuación terminó, Rachel se levantó y comenzó a aplaudir. Pronto todos los demás la siguieron.

– Wow. Creo que no necesito decir que ha sido fantástico. Estás en el club.

La rubia sonrió feliz por haberlo conseguido, se bajó y esperó para ver a su hermana. Ella cantó Halo de Beyoncé. La rubia debía reconocer que Stephanie era mejor cantante que ella, aunque la menor era mejor bailarina. Sin embargo, ella no podía mostrar todo su talento por culpa de su poder.

La joven también entró y las dos se fueron al coche para volver a casa.

– No ha estado tan mal, ¿verdad enana? – Preguntó Stephanie cuando estaban a solas.

– No, creo que me va a gustar el McKinley – Dijo con una sonrisa la menor.