CAPÍTULO 8: CITA CON LILY

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CAPÍTULO 8: CITA CON LILY

Siguiendo el consejo de sus amigos, Brittany entró en Lima Bean acompañada de Lily. Habían quedado directamente allí, pero se encontraron en el aparcamiento. La más alta se dio cuenta de que en una mesa están sentados Blaine, Kurt y Quinn, en otra estaban Mercedes, Tina, Santana y Rachel y en otra Finn, Puck y Stephanie. Poco después de ellas entraron Sam, Artie y Mike.

– Veo que has traído a todos tus amigos. – Comentó Lily.

– Después de lo que me pasó no me fío ni de mi sombra... – Le informó la rubia.

– Te entiendo.

Pidieron sus cafés y la morena guió a la otra chica hasta una mesa lo suficientemente lejos de sus amigos para que no las escucharan y lo suficientemente cerca para que pudieran intervenir en caso de cualquier complicación.

– Yo no podría haber elegido un sitio mejor. – Confesó la más baja.

– No quiero que te sientas incómoda. Entiendo tus miedos, pero me siento mal al tener que ocultar este gran secreto...

– Lo sé, yo lo pasé fatal hasta que llegué al McKinley.

– ¿Qué ha cambiado?

En ese momento recordó que Kurt le había dicho que no le mintiera sobre los Cheerios, ya que los secuestradores lo sabían y necesitaba que, fuera bueno o malo, confiara en ella, para que pensara que los demás no tienen poderes y así proteger a Stephanie, Finn y Santana en caso de que fuera de los malos.

– Kurt, Blaine y Quinn... El otro día te mentí, no quería delatarlos, pero confío en ti, por lo que te lo contaré. Ellos tienen poder también... De hecho, me da pena que te hayas esforzado en encontrar una mesa donde no nos escuchen cuando yo sé perfectamente que Kurt no pierde detalle de lo que estamos hablando...

– ¿Tiene un oído capaz de percibir sonidos a mucha distancia o algo así?

– Lee mentes, apuesto lo que quieras a que en estos momentos está intentando leer la tuya... O la mía, que para el caso es lo mismo...

– TE HE OÍDO. – Gritó el castaño.

– ¿Qué te dije? – Le guiñó un ojo a Lily. Las dos se rieron y siguieron charlando. – ¿Cuál es tu poder?

– Es raro y difícil de explicar, yo realmente no lo entiendo... Será mejor que te lo muestre... Vamos al baño, llama a alguno de tus amigos, uno en el que confíes...

Brittany avisó a Sam y los tres fueron al baño y cerraron la puerta. Lo primero que hizo Lily fue entrar a uno de los cubículos sin abrir la puerta, sino traspasándola. Los otros dos se quedaron alucinados. Después pidió a Sam que le pegase con algo de fuerza, pero no mucha para que no se lastimase. El rubio obedeció aunque no muy gustoso ya que no le gustaba agredir a las chicas y cuando golpeó sintió un dolor fuerte, como si hubiera pegado una pared maciza.

– ¿Pero qué...? – Preguntó desconcertado mientras movía su mano dolorida.

– Lo siento... ¿Te has hecho mucho daño? – Preguntó la morena.

– No... Estoy bien. No entiendo tu poder... – Dijo Evans.

– Yo tampoco... – Explicó Lily.

– Supongo que no sabes si tienes otras habilidades... – Preguntó Pierce.

– No, pero tengo una pequeña teoría sobre como funciona... Tal vez me puedas ayudar a comprobar si estoy en lo correcto o si tengo otras habilidades. – Dijo la más alta.

– Volvamos a la mesa... Gracias por tu ayuda Sam. – Añadió Pierce.

– Cuando queráis, chicas. – Respondió el rubio dejándolas solas.

Una vez volvieron a la mesa, Lily le contó lo que ya le había explicado Kurt.

– Si te soy sincera, ya lo sabía...

– Claro, tienes conexión directa a la mente de todo el McKinley.

– Eso no es del todo cierto, ella me oculta cosas... No me dijo que tenías poder hasta que me lo confesaste tú... Si yo supiera toda la verdad, solo cinco estudiantes del instituto tendrían poder y sabes que estadísticamente hablando es imposible.

– Si, desde que empezaron a surgir, se calcula que hay más de un 50% de personas entre 10 y 18 años con poderes, lo que significa que la mitad del McKinley debería tener poder... ¿Por qué te oculta cosas? ¿No se supone que es de los buenos y es tu amigo?

– Miralo de esta manera... Él sabe que los malos pueden tener a alguien con un poder similar al que él tiene, de manera que, si me cogen a mí, la persona que tenga ese poder podría descubrir a todos los niños con poderes del instituto... ¿No querrás que les pongamos el trabajo más fácil?

– ¿Por qué confías en él? Quiero entender por qué crees que es de los buenos...

– Esa es fácil. Ellos, los tres, me ayudaron cuando estaba perdida y me han dado su cariño y estoy aprendiendo a controlar mi poder con ellos...

– ¿Cuántas personas podrían haberte delatado en cuanto a tu poder a parte de ellos?

– Los médicos que me trataron, algún miembro de mi familia...

– ¿Cuántas personas intentan que domines tu poder?

– Ellos quieren ayudarme, saben que es un tormento para mí el no poder tocar a nadie sin correr el riesgo de hacerle demasiado daño.

– No te cuentan las habilidades de otros por miedo a que los delates involuntariamente, pero sí te cuentan las suyas... ¿No ves la incoherencia?

– A Blaine y Quinn no las persiguen porque no les interesan sus dones y en cuanto a Kurt, los otros dos las protegen.

– ¿Y cómo saben eso?

Brittany se sentía confusa, en ningún momento se había parado a cuestionarse la situación de sus tres amigos, pero algo de razón tenía Lily... Sin embargo, confiaba en ellos, eran sus amigos.

– No lo sé, pero no voy a dudar de ellos... No te pido que los creas, confíes y te hagas su amiga, pero sí te pediré que los respetes...

El resto de la charla fue más tranquila y la rubia se sintió muy identificada con Lily. Las dos tenían los mismos temores y se sentían igual de aisladas... Quería ayudarla.

El Poder del Amor (Brittana girlxgirl)Where stories live. Discover now