CAPÍTULO 6: EL MEJOR FIN DE SEMANA DE LA HISTORIA

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CAPÍTULO 6: EL MEJOR FIN DE SEMANA DE LA HISTORIA

Luis fue a reunirse con los padres de Mercedes y Brittany y volvió con las pertenecías de las chicas y acompañado de su hijo mayor, Finn. Éste estaba molesto por tener que estar encerrado en casa durante el fin de semana, pero no se quejó. Entendía la situación y no quería poner en peligro a nadie, ni a él mismo, ni a su hermanastra ni a su amiga. No protestó, esperaba que todo fuera bien y no tuvieran que lamentar nada. Subió a la habitación de su hermana para reunirse con las chicas, ya que tenía que estar sin salir, al menos no estaría solo.

– Hola ¿Puedo estar con vosotros? – Preguntó el más alto y vio a su hermana y sus dos amigas tumbadas en la cama.

– Claro... Siento haberme descubierto, pero no podía dejar que se llevaran a Brittany. – Le dijo Santana.

– Lo sé... Sólo me fastidia no haber estado yo... Habría ayudado. – Comentó el más alto mientras se sentaba al lado de Mercedes.

– ¿Tú también tienes un poder? – Preguntó Jones.

– Si. – Se levantó y sujetó la cama. La elevó del suelo con las tres chicas encima.

– Wow – Fue todo lo que la morena pudo decir.

– Es super cool. – Dijo Brittany.

– ¿Cuál es el tuyo? – Le preguntó el más alto.

– Soy eléctrica... Han sido mi culpa los fallos en la luz en el McKinley... No controlo muy bien el poder.

– Mola... – Dijo el mayor.

– No mola, no puedo tocar a nadie sin correr el riesgo de electrocutarlo... No le veo nada positivo a mi poder...

– Todos los poderes pueden ser negativos si no se les encuentra utilidad... Investiguemos que puedes hacer. – Propuso Finn.

Pasaron toda la tarde experimentando con su poder. Lo primero, era comprobar hasta que punto manejaba la electricidad. Ya sabían que era capaz de encender y apagar aparatos enchufados a una corriente, pero... ¿qué más podía hacer?

La primera prueba fue encender un ordenador sin batería ni enchufe... No lo consiguió. Después probó con una bombilla, tampoco lo consiguió. Sin embargo, se quitó el guante y la cogió. Cuando sus dedos tocaron la base del objeto, éste se iluminó, causando el asombro de todos. Probaron a encender otros aparatos y cuando tocaba el enchufe, conseguía encenderlos...

Luego probaron a ver si era capaz de otras cosas. Poco a poco fueron descubriendo que con la electricidad en sus manos podía calentar cosas o que pasaba su electricidad a elementos conductores como el agua o el cobre.

Al final del día, Brittany estaba muy cansada, tumbada en la cama sin guantes. Habían pasado tantas cosas ese día que se sentía agotada. Santana se tumbó a su lado, con cuidado se fue acercando a la rubia. Mercedes había convencido a Finn para dejarlas solas. Una bombilla había interrumpido un beso antes, pero creía que debían hablar. Sin embargo, la morena no quería hablar. Sin previo aviso, acercó sus labios y besó a la rubia. La más alta no se esperaba eso y tardó en acompañar el beso. Las dos se sentían tan bien con esa muestra de afecto. Algo dentro de ellas les decía que era correcto, que estaba bien. Cuando apenas comenzó a mover sus labios, una pequeña corriente apartó a la latina.

– Lo siento... No controlo mi poder... Si no te ha pasado nada peor es porque estoy agotada. – Dijo Brittany.

– En ese caso, habrá que agotarte todos los días para que puedas besarme... Levántate, vamos a gastar algo más de tu energía... quiero otro beso. – Pidió Lopez.

Brittany obedeció y cogió una bombilla y comenzó a jugar con ella. Cuando apenas era capaz de mantenerla encendida, Santana volvió a besarla. No duraron juntas muchos segundos antes de que le volviera a transmitir una pequeña descarga, que interrumpió el beso. Se sentían frustradas, querían besarse y quererse, pero estaban limitadas por el poder de la más alta.

Fueron a cenar con toda la familia Lopez-Hudson. Ese sentimiento de unidad y amor que tenían fascinó a la rubia. Su familia era más formal y su relación con ellos no era mala, pero estaba muy lejos de lo que veía en los anfitriones. Las risas y anécdotas acompañaban la conversación, Luis y Carole ofrecieron todo su apoyo a la ojiazul con su poder, estaban ahí para lo que lo necesitase.

A la hora de dormir le tocó compartir habitación con Mercedes. Hubiera preferido compartir con Santana, pero no podía quejarse porque toda la familia fue muy amable y generosa. El sábado y el domingo vieron películas, hablaron, jugaron a la consola... A veces los poderes de Brittany se descontrolaban, pero a ninguno de sus amigos les importaba. Daba igual si tenían que volver a encender la consola y habían perdido algún avance o si tenían que buscar el momento de la película en el que se habían quedado. Eran amigos y aceptaban todo del otro, lo bueno y lo malo.

La rubia se dio cuenta de que atrás se quedaban esos dos años en los que apenas tenía amigos y no se relacionaba con nadie. Ahora sabía que no estaba sola y tenía mucha gente con la que podía contar... El domingo durante la cena, se le planteó una duda y decidió compartirla con todos.

– ¿Y ahora que hacemos? – Preguntó

– ¿A qué te refieres? – Quiso saber Carole.

– Ya conocen mi poder y pueden sospechar de Santana... – Explicó la rubia.

– En tu caso, ya no tienes que ocultarte más. El peligro está ahí... Es más, si lo cuentas puede que haya más gente vigilando que no te pasa nada. – Sugirió Luis.

– ¿Y Santana? – Quiso saber la ojiazul.

– De momento que se siga ocultando, ya veremos como avanza la cosa...

El Poder del Amor (Brittana girlxgirl)Where stories live. Discover now