Fallen Demon †VHOPE

3.-Los amigos de un Demonio

Salieron de casa una hora después de una larga y lenta sesión de hacer el amor —como le llamaba Hoseok, pues decía que la palabra sexo era inapropiada para lo que ellos hacían—. 

Taehyung había intentado ser lo más cuidadoso posible y cuando al fin terminaron, fue momento ayudar a Hoseok con sus cicatrices, nuevamente, abiertas. No había sido muy difícil. Ya lo había echo varias veces, demasiadas a decir verdad, la ultima siendo hace dos años pero el recuerdo estando lo suficientemente fresco en su memoria como para saber de que forma proceder. Desde que puntos tratar al principio para ahorrarle el dolor, hasta cuales tratar con más cuidado.

Afuera el clima era fresco, con el aire impregnado del olor a tierra mojada, a bosque y a un casi imperceptible toque de agua salada. A esta hora, a diferencia de en la mañana, habían más personas transitando las calles, todas ellas lo perfectamente concentradas en sus propios asuntos como para detenerse por un momento y notarlos a ambos. 

Claro que, aunque a él le agradaba el echo de pasar desapercibido —mucho más ahora que Hoseok se encontraba tan vulnerable—, Taehyung no se contuvo al momento de lanzarle su diaria mirada asesina a aquella humana charlatana que se hacia pasar por bruja y que, a demás, siempre, cada día sin falta, los observaba desde atrás de su pequeña mesa para leer las cartas de tarot. Una tontería en la que solo algunos de los pocos humanos del puerto creían. 

—No hagas eso —le reprendió Hoseok mientras pasaban frente a la mujer.

 —Tal vez, si no metiera su nariz en lo que no le importa, no tendría que hacerlo —gruñó, lo suficientemente alto como para que ella fuese capaz de escucharle. 

Un sonidito de desaprobación escapo de los labios de Hoseok, quien, de no haber sido por la forma en que lo instó a caminar más deprisa empujándolo de la cintura, estuvo seguro, hubiese vuelto a replicar. Durante algunos minutos, mientras seguían su camino al centro del pueblo donde se encontraba el mercado, Hoseok se dedico a aplicarle una curiosa ley del hielo en la que si bien no le dirigió la palabra, se pegó más a él, entrelazando los dedos de sus manos.

Todo con una expresión molesta en el rostro, claro. 

De alguna manera, Taehyung se las había arreglado para no reír cuando el "enojo" de Hoseok desapareció y este comenzó a hablarle con una pequeña sonrisa de todo lo que tenia planeado conseguir en el mercado. Desde una nueva maceta para su Canto de luna, una pequeña flor plateada que crecía en la sima de un acantilado a un lado del mar, cerca del dominio de las sirenas, hasta todo lo que necesitaban para volver a llenar su alacena. 

No pasó mucho antes de que pudiesen llegar a la plaza principal del pueblo, ahí donde, al aire libre, se encontraban decenas y decenas de los puestos que formaban el mercado.—Espera Hobi —le detuvo, notando sus intenciones de adentrarse en el lugar, ganándose una mirada interrogativa de su parte—, recuerda que primero debemos ir con Yoongi.

—Oh, lo siento. Lo había olvidado.

Taehyung sonrió levemente, restándole importancia, consiente de que el dolor aún estaba lo suficientemente presente en el cuerpo de Hoseok como para permitirle ser capaz de concentrarse completamente en otras cosas.

—No hay problema. Vamos, es por aquí. 

Tomando una desviación hacia los edificios —que realmente eran construcciones no muy grandes con estilo barroco y gótico, pegadas entre si—, Taehyung guío a Hoseok hasta un callejón no muy transitado que, aunque no lo pareciera, unía una pastelería a un bar del cual Taehyung había conseguido apoderarse después de una buena charla hacia varias décadas atrás con el antiguo dueño, un simple humano que en su momento pensó que seria divertido meterse con un demonio. En el vacío del lugar no fue difícil localizar a Yoongi, quien se encontraba recargado en la pared a un lado de la puerta trasera del bar que a esta hora debía estar sirviendo como restaurante, junto a un curiosamente puchereante Jimin, que parecía ser la razón de la mala cara del pálido muchacho de cabellos negros.