Fallen Demon †VHOPE

13.- La idea de un Demonio

Fuel al día siguiente, después de que el shock de saber que en algún momento hubo  un sirviente del Todo Poderoso deambulando por su ático sin que nadie se diera cuenta mientras él y Taehyung seguían jugando a la ley del hielo se apaciguó lo suficiente como para que pudiera procesar las palabras que el otro caído le había dicho, que Hoseok pudo pensar con más claridad y sin que le llevara mucho tiempo pudo descifrar la locación que el Ángel le había señalado.

Un olvidado lugar de alabanza que alguna vez se tiño de sangre inocente.

La respuesta se había instalado de manera automática en su mente ni bien se detuvo a repetir el mensaje que se le había dado por segunda vez: la Iglesia.

Más específicamente, la iglesia abandonada que se encontraba en la parte más vieja del pueblo, esta seguro.

Cuando la guerra entre el Cielo y el Infierno se desató en el Submundo, la gente había abandonado sus hogares para acudir a la casa de Dios en busca de refugio, pidiendo por perdón y rogando por salvación ante el caos que se había desatado a su alrededor. 

Hoseok no había estado presente, después de todo en ese entonces aún era un Ángel de la Guarda que tenía un deber, sin embargo, cuando los Engendros del Infierno —pequeñas criaturas a las que les encantaba influenciar a las personas para cometer pecados de gran peso— lograron hacer que varios humanos entraran a la iglesia para masacrar a los presentes —hombres, ancianos, mujeres y niños— para después prender fuego al lugar donde ellos mismos perecieron, la triste noticia se había expandido tan rápido como había ocurrido.

En ese entonces, aquel era el único templo que había en el lugar, la que ahora se encontraba en el centro del pueblo se había construido mucho tiempo después de la tragedia, cuando los sobrevivientes, tras desplazarse a lo que hoy era el pueblo en busca de alejarse de la guerra, se vieron en necesidad de construir otra, negándose a volver a donde temían aún hubiese criaturas infernales rondando.

Es la iglesia abandonada, se repitió a manera de afirmación, en un intento de disipar la pequeña chispa de inseguridad que, tal vez a causa del nerviosismo, se había instalado en su mente.

Debe de serlo... Tiene que serlo.

No había otra opción.

Empujando una traicionera vocecita que se sintió libre de expresar su incertidumbre acerca de aquello, Hoseok se dejó caer sobre la silla que se encontraba a un lado de la ventana de la habitación, recordando con pesadez que aún había mucho más con lo que tratar.

Por los cielos... incluso el mismo pensamiento de aquello le hacía querer gritar de desesperación. Es decir, ¿en que momento las cosas se habían vuelto de esta peligrosa y confusa forma? ¿Cuál era la razón por la que alguien buscaba asesinarlo? ¿Qué era lo que había hecho? ¿A caso no le había dado las buenas noches? Realmente no tenía idea alguna pero fuera lo que fuera, él estaba dispuesto a descubrirlo y no darle la alegría de verlo muerto.

Una pesada ola de cansancio le inundo de forma repentina, exigiéndole cerrar los ojos y recuperar algo del sueño que se había negado a si mismo la noche anterior sin embargo, incluso con más dificultad de lo que le gustaría admitir, se negó a si mismo aquel lujo y siguió haciendo que su mente trabajase tan rápido como le fuse posible en busca de soluciones para todos los problemas que se le habían presentado. 

Podría descansar cuando tuviera las cosas resueltas.

O al menos la mayoría de ellas, pensó con pesadez, intentado ignorar el sentimiento de derrota contra el que había estado luchado, listo para tomar control de su cuerpo. Y es que la verdad era que, no importaba cuanto quisiera terminar, no tenia idea de que hacer con todo lo que se le había sido lanzado. Es decir, ya había solucionado una cosa —o al menos esperaba que ya estuviese solucionado— y sabía donde tendría que encontrarse con el ángel. Más allá de eso, no sabia que hacer exactamente.