Daniela the killer (parte 6)

18 0 0
                                    

—Preferí que Carlitos nos dejara solos porque es un niño muy listo, capaz de inventar cualquier cosa para llamar la atención.

—Raquel, ¿usted cree que su hijo lo haya hecho para llamar la atención? ¿De dónde sacó esas palabras? Son nombres de yerbas y tienen mucha lógica con lo que en esta casa se esta viviendo, ¿no cree?

—La verdad, ya no sé qué creer. Igual las escuchó en la televisión o en otro lugar. Lo único que quiero es que mi hija se recupere.

—Raquel, ¿por qué no lo intenta? Hágale los baños a su hija con esas plantas y el agua bendita, como dice el mensaje.

—¿Usted cree que esto sirva para curar lo que varios médicos especialistas no han podido, Juan Ramón?

—Mire, Raquel, yo no soy experto en herbolaria, pero lo intentaría. ¿Cómo sabe si su hijo tuvo lo que muchos llaman una revelación divina?

—¿Usted cree?

—Claro.

Se había hecho tarde. Raquel y yo teníamos cosas que hacer, así que me despedí, pero antes le hice saber que comentaría con unos amigos el caso de su hija y buscaría alguna solución con ellos. Pero, en tanto, recomendé que la sometiera a los baños. Después de todo, podía ganar más de lo que pudiese perder. Me prometió aplicar los baños en cuanto su hija estuviera en casa.

Días más tarde hablé del caso con amigos sacerdotes católicos, pastores evangélicos, médicos y parapsicólogos, y todos estuvieron de acuerdo en que se trataba de una posible posesión demoníaca, excepto un siquiatra, quien dijo que debía realizar varias pruebas antes de estar de acuerdo con los demás. Quiso la casualidad que por esos días me encontrara con unos viejos amigos de la religión cristiana a quienes les comenté este caso y quienes se ofrecieron a realizar una sesión de liberación, pues desde tiempo atrás habían formado un grupo dedicado a tal efecto.

Habrían transcurrido unos cinco días, cuando a eso de las siete de la mañana recibí una llamada a mi celular. Era Raquel, quien emocionada me informó de lo que estaba sucediendo con su hija: las llagas de su cuerpo estaban desapareciendo. No quiso decirme más y pidió que yo acudiera a constatarlo personalmente. Me alegró saber que Daniela empezaba a sanar.

¿Sería a consecuencia de los baños sugeridos por Carlitos, que según él fueron revelación de un ángel?

Horas más tarde, intrigado, me presenté en la casa y me cercioré de que las llagas del cuerpo de Daniela habían desaparecido en un cincuenta por ciento. No lo podía creer. Raquel se encontraba inmensamente feliz, igual que Daniela, a quien se le notaba un semblante diferente.

—Juan Ramón, esto es un milagro —me dijo Daniela.

—Dany, yo también lo considero así. Raquel, dígame, ¿qué hizo para que las llagas se desvanecieran?

crepypastas (historias reales)Where stories live. Discover now