Suicide Sadie

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El tiempo siempre se moverá hacia delante sin tomar en cuenta lo que está pasando en el mundo que me rodea, me experimentó esa primera parte, pero a veces se siente como si el tiempo dejará atrás los momentos más dolorosos, mientras recuerdo la falta de pasión y felicidad que mi vida una vez tuvo. Floto al rededor de este falso entorno, tratando de encontrarme a mí misma en la realidad, aunque todo esté perdido. Lo único que puedo hacer es proteger a las personas que pasan por lo mismo que yo pasé, para evitar que terminen igual que yo. Ahora contaré la historia de mi vida, hablando de los momentos más importantes; sean buenos o malos.

Nací en Salisbury, Inglaterra, el 13 de Octubre, con mi madre Marie Ann Bennet y mi padre Charles Arther Bennet, y me otorgaron el nombre de Sadie Marie Bennet.

Se podría decir que el ambiente era lúgubre ese día, lloviendo el 90% del tiempo en Inglaterra, pero en los brazos de mi madre el día se celebraba, por el primer momento en que mis ojos brillaron en los de ella. Mi padre era un exitoso hombre de negocios y le ofrecieron trabajo en Estados Unidos. Mi madre era una adorable ama de casa y no se negó a la oferta. En un instante ya estábamos llendo a nuestra nueva casa; tenía aproximadamente 6 años. Llena de vida y amor hacia mis padres. Estábamos en el pasillo del aeropuerto cuando de repente mi madre me cargó en sus hombros, fingiendo ser el piloto de mi propio avión.

–Estamos a punto de despegar, kkkchhh, por favor abróchese el cinturón de seguridad y disfrute del paseo, kkchhh–. Comencé a reír en ese día, eso habría sido todo.

— ¡Me dejaste atrás! ¡El avión despegó sin mí!–. Rió mi madre justo cuando nos encontramos con mi padre, la anfitriona nos dió la bienvenida a bordo, rogué por la ventaba, y la conseguí.

Todos le ponían atención al piloto que explicaba las medidas de seguridad, su voz me ahogaba, así que miré hacia la ventana y la lluvia no era sorpresa de nadie.

— Es raro es como si la lluvia me siguiera—. Negué con la cabeza, luego despegamos.

Pasamos el tiempo jugando cartas y luego tomé una siesta. Mi padre mostró algunos papeles y aterrizamos.

— Oye hija, ya estamos aquí–. Yo seguía dormida así que me cargó y dormí en sus hombros.

Nos tomó varios días instalarnos en nuestra nueva casa, vivíamos en las regiones montañosas de Pensilvania. Fue hermoso la naturaleza florecía en todos los rincones que imaginaba, todos los días jugaba fingiendo ser un pirata, tomando palos usándolos como espadas y peleando con personas imaginarias, y después montaba un dragón encima de un gran pueblo; todas mis historias tenían un hermoso final feliz.

Mi madre me hacía el desayuno todos los días, desde tostadas francesas hasta huevos revueltos, mi padre siempre tenía una taza de café, siempre tuve té, chocolate o café. Siempre hablábamos de nuestro día y lo que planeamos hacer el resto del mismo.

Mi padre decidió rematar la última caja de la mudanza, así que decidí explorar la casa. Era un día frío así que mi mamá me vistió con una sudadera gris, pantalones vaqueros y unos zapatos de lona, que combinaban con mi cabello castaño claro y mis ojos marrón oscuro

Mientras mi padre terminaba la mudanza, salí a caminar por el bosque para encontrarme con una niña de mi edsd, sentada en un montón de margaritas. Me escondí detrás de un árbol.

— H-hola—. Hablé con timidez, ella se volteó mostrando su cabello color chocolate que le cubría casi todo su ojo, que estaba protegido por unos lentes. Usaba un vestido rosa que decía "Mary Janes".

— Hola...—. Habló en voz baja.

Camine hacia ella con una sonrisa en cara, y me senté al lado de ella. — ¡Mi nombre es Sadie! ¿Y el tuyo?—. Pregunté con curiosidad. —¿Vives por aquí? ¡Podríamos ser amigas! ¿Cuántos años tienes?—. Ella se mostró exaltada por el interrogatorio, y respondió con timidez: — M-mary, vivo por aquí, ¿Amigas? E-eso sería bien, tengo seis—. Sonrió.

crepypastas (historias reales)Where stories live. Discover now