crepypastas (historias reales)

la verdadera historia de los rugrats

  Todos recordamos a Angélica, una niña mala que hostigaba a los inocentes bebés de Rugrats con quienes mantenía fluidas conversaciones. El problema principal es que esos bebés eran producto de su imaginación. Recordamos que la pequeña blonda tenía una relación distante con su padre y la pareja de él y que ambos adultos eran muy superficiales y ostentosos. 

Tanto fue el vacío que sintió, que Angélica se ingenió para inventarse un grupo de amigos. Pero, ¿por qué bebes?. Porque estos alguna vez en su pasado fueron reales.

Carlitos falleció junto a su mamá en un accidente automovilístico. Tanta tristeza sintió su padre que lo llevó a tener una conducta siempre nerviosa y algo torpe.

Tommy, por su parte, nació muerto. Luego del parto, su padre enloqueció y se puso a fabricar juguetes en el sótano, lo que consideraba como una terapia para superar la pérdida. 

Fili y Lili jamas existieron. Los DeVille -sus padres- perdieron a bebé y, como nunca supieron el sexo, Angélica los imaginó como gemelos.

Otra parte de la tétrica historia relata que las alucinaciones de la pobre Angélica tienen su origen en su dificil primera infancia: su madre biológica murió por una sobredosis de heroína, droga de la cual era adicta. Tras su fallecimiento, su padre se casó con Charlotte, una mujer obsesionada con el dinero que sólo lo quería por la vida material que llevaban. Por eso Angélica siempre llevaba con ella a su muñeca Cinthia, cuya figura trash le recordaba a su madre adicta. 

  Dil si era un bebé real. Como tal, no podía hablar y no comprendía del todo a Angélica, quien golpeó a Dil y le provocó una hemorragia cerebral cuyas consecuencias se vieron en "Rugrats crecidos".

Con los años Angélica creció, se convirtió en adolescente y se volcó las drogas. En ese delirio sus amigos imaginarios volvieron a aparecer, pero como adolescentes. 

Con el tiempo sus adicciones se incrementaron y sus amigos la abandonaron.