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La puerta fue cerrada con fuerza, el sonido de la madera pegar contra su umbral resonó por toda la habitación.

Se besaban con pasión, necesidad y juraría que amor, sus lenguas bailaban un tango al ritmo de sus corazones, transmitiendo sus sentimientos con sensualidad bañada en champagne. El nivel de alcohol en sus cuerpos era un poco elevado haciendo las cosas más confusas y que las erecciones sean marcadas por los pantalones negros.

Estuvieron casi toda la noche de aquí para allá, sus familias los habían ido a ver al civil, felicitándoles por tan linda pareja y futuro que planeaban tener juntos. Una fiesta sencilla en la casa de la familia Min (padres de Taehyung) no era mala idea, pero digamos que la cabeza del mayor se lleno de recuerdos con su actual esposo, llevando más alcohol del necesario a sus labios, y dejándolo tan necesitado de contacto fuera de tierno, que más de una vez jaló a Jungkook a los pasillos o cocina para darle un beso bastante fuerte, agradecer que el azabache decidió ponerse una camisa que sacó de sus pantalones y él utilizaba un jersey lo bastante largo, porque si no verían todos sus grandes trabajos de allí abajo.

El tierno recuerdo de la firma en los papeles de compromiso, más el profundo "Te amo" que le dedicó a Jungkook, con un beso tan delicado y precioso que DaBin y YeEun no resistieron a chillar de ternura, logró hacerlo sonreír, sintiendo sus mejillas tan rojas por la necesidad y nostalgia. Separó su boca del beso, depositando su cabeza en el hombro de su anteriormente novio y actual esposo.

Jungkook, un poco perdido por toda la atención que acababa de recibir, tomó una gran bocada de aire a la vez que dejaba una mano sobre la cabeza de Taehyung, entrelazando sus dedos con las hebras castañas.

— ¿Algo para decir? — preguntó, recostado sobre una pared de la gran habitación del hotel dónde tendrían su primera noche como esposos y luna de miel, se sentía tan emocionado como la primera vez que durmieron juntos como novios y compañeros de piso.

— Lo único que tengo para decir, es que no puedo creer que me casé. — río al final, un nudo tan pesado se formó en su garganta. — Jungkook, logras lo imposible en mí. — confesó, hundiendo más su cabeza sobre el hombro trabajado del nombrado. — Lograste que me enamoré de alguien, que tenga actos tiernos, que me sienta bien, que viva con alguien más que mi familia, aunque soy un completo desastre, y ahora me llevas a tener un anillo en mi dedo anular en acto de compromiso. Nunca, en mi vida, antes de conocerte, pensé en casarme, pero mírame. — levantó la cabeza, mirando atentamente los ojos oscuros que lo enamoraron. — Estoy con un jodido nudo en la garganta y con ganas de llorar, porque te amo tanto, y me tienes hecho un desastre. — río al final, mordiendo su labio inferior y tirándose contra la pared detrás de él.

Jungkook y Taehyung se quedaron en silencio, uno frente al otro, mirándose. El menor tenía los ojos aguados y una sonrisita de labios, mientras que el otro, mordía sus labios y miraba el techo, impidiendo que las lágrimas caigan.

Amor, sabes que si quieres llorar lo puedes hacer, no te avergüences. — le dijo, con la mirada tan inocente y comprensiva que cargaba. Taehyung sólo pudo sollozar, dejando que su espalda caiga lentamente y sentarse en el suelo, con las rodillas contra su pecho y la cabeza escondida en sus brazos.

Jungkook ser acercó, lo abrazó y se dedicó a darle tiernos besos en las orejas rosas de Taehyung, escuchando como lloraba y sollozaba.

No estaban tristes, estaban felices, tanto, que se sentía un sueño.

frozen king ; taekookWhere stories live. Discover now