Capítulo 50: "Error"

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El cuarto estaba completamente lleno de penumbra cuando Bom alcanzó su objetivo. Tras haberle dado instrucciones a todo su equipo, el chico desapareció del taller y reapareció, no en el lugar donde se suponía que debía estar, al norte de Firio para luchar contra la bestia, sino más bien dentro de una mansión cerca del extremo oeste de la ciudad.

- debería estar por aquí... ¿crees que podrías darme alguna pista? -murmuró Bom mirando al suelo, donde un hombre mayor y de barba blanca estaba tendido en el suelo, sus ojos estaban vacíos y la baba le caía lentamente de la boca - supongo que extraer el alma no fue una buena idea...

Bom giró su mano e hizo aparecer un objeto un tanto circular y de aspecto brillante, lo tomó y se lo colocó sobre su ojo haciendo un horrible sonido de succión; ya con el ojo de diamantes le fue sencillo encontrar lo que buscaba. Parecían como pequeños dedos metálicos, la punta de estos semejaban a unas filosas garras, en ellas se veía un extraño brillo casi invisible. Bom lo tomó y lo observó más de cerca, eran hilos, hilos casi invisibles a la vista.

- ¿no deberías estar luchando contra la bestia? - preguntó una voz a su derecha, donde una especie de jarra de metal brillaba reflejando la pared.

- no podía evitar perder esta oportunidad, el objeto legendario de Firio, "Diamond Claw Thread", aunque no creo usarlo en esta batalla.

- tenías que estar defendiendo el taller como se te ordenó Bom, el buen doctor tiene cosas que no deberían ser vistas.

- ¿cómo ese extraño símbolo?

- ¿símbolo?

- no deberías estar sorprendida - murmuró Bom desapareciendo el objeto legendario y retirando el ojo de diamantes de su ojo normal antes de desaparecerlo también - ¿creías que no notaria el símbolo?, la primera vez que vine al taller lo vi, sin embargo no le presté atención, pero ahora que tengo esta corona dentro de mi cerebro veo las cosas más claras de lo que eran,  como por ejemplo ese símbolo... es el mismo que estaba en el diario, y no solo en el diario, también es el mismo que estaba en el libro blanco y negro, sólo que en ellos sólo estaba la mitad.

- eh... ahora sí que eres una amenaza - replicó ella con gracia.

- bueno supongo que no es el momento para eso, ya localicé a nuestro querido invitado.

- ve por él.

La bestia avanzaba lenta y pesadamente por la calle principal que desembocaba al centro de la ciudad, si bien había atacado Firio debido a que Bom y su grupo habían sido vistos en el pueblo, ya le parecía un tanto extraño que no hubieran salido a su encuentro. Si su lógica era correcta, atacando la ciudad por los cuatro lados haría que el grupo se dividiera, y lo más probable es que el mismo Bom sea el que salga a su encuentro, sin embargo no podía descartar que también trajera a alguno de sus ayudantes, total, la recreadora que había visto con ellos, podría igualar los números en cuanto a monstruos invasores.

La cabeza de perro iba en el centro, olfateaba la calle en busca de algún rastro de olor, si se trataba de una emboscada lo sabría de inmediato, tenía dudas sobre si podría seguir el aroma de alguien capaz de aparecer de la nada. Las otras cinco cabezas miraban en todas direcciones en busca de algún movimiento, sin embargo ya nada parecía moverse, cuando invadió por primera vez destruyó casi todo, si alguien había sobrevivido seguro ya habría corrido.

- ¿no crees que pierdes tu tiempo esperando a que baje la guardia? - murmuró entonces cuando por un instante su cabeza de león observó un pequeño ojo parpadear detrás de una ventana a su derecha.

LortessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora