Tenías Que Ser Tú (Amor I)

Capitulo 22

Cena De Negocios

Matthew

—Matt, ven conmigo— siento la voz de Brina que me devuelve al presente.

Para ser sincero después de ver a mi padre teniendo relaciones con la empleada me embargó una ira impresionante, tenía ganas de acabarlo a golpes, pero he pensado en mi madre y en Brina y en cómo eso las afectaría a ellas y simplemente me he quedado pasmado y no he sido consciente de lo qué pasó después de eso.

Miro a mi alrededor y mi madre está de pie en el centro de la oficina mirándome con cariño y un poco de preocupación, pero se ve firme, entera e incluso feliz o aliviada, no pensé que lo que acaba de pasar la haría feliz. Mi padre por el contrario se ve pálido y por primera vez en mi vida no provoca ni temor ni nada parecido y eso me causa una gran satisfacción, mi madre tiene el control de la situación.

Me permito mirar a mi hermosa novia, la cual acaricia uno de mis brazos y me observa con preocupación.

— ¿A dónde quieres llevarme? — le pregunto con una pequeña sonrisa para tranquilizarla.

—Quiero que me enseñes tu habitación— nos tomamos de la mano y antes de irnos vuelvo a mirar a mi madre quién asiente con la cabeza en señal de que está bien.

Brina y yo caminamos tomados de la mano, vemos a su madre hablando por celular y nos enseña el pulgar cuando pasamos por su lado, subimos a la segunda planta y nos dirijo a mi habitación, una vez allí Brina suelta mi mano y empieza a analizar todo el lugar, es tan minuciosa que parece como si estuviera analizando una escena de un crimen y no la habitación de su novio.

—Tienes muy buenos libros aquí— dice cuando llega a mi pequeña estantería con los pocos libros que tengo.

—No sé si sentirme halagado o humillado sabiendo la gran colección de libros que tienes en tu santuario— coloco cara de tragedia y ella ríe, camino hacia la cama y me siento.

—Debes sentirte halagado. Mi santuario ha sido dotado con regalos y libros que he comprado cuando he deseado, supongo que tener un padre adinerado tiene sus ventajas. Pero tener a un padre con dinero que quiere que tengas músculo y no cerebro, claramente no hará fácil conseguir libros.

—La mayoría de mis libros me los ha regalado mi madre o los he comprado casi que a escondidas, a mi padre no le gusta que yo lea, dice que me roba tiempo para entrenar.

—Te sonará horrible, pero tu padre es imbécil y acabamos de comprobarlo— sus palabras rudas me toman por sorpresa ya que por lo general Brina es bastante tranquila.

—Lo sé, puede parecerte tonto lo que voy a decir, pero realmente no entiendo todo lo que acaba de pasar, sé lo de la infidelidad, pero después de eso me perdí, podrías decirme un poco de lo que pasó allá abajo— me mira atentamente, luego camina y se sienta a mi lado.

—Parece que tus padres tenían un acuerdo matrimonial en el que, en caso de infidelidad, el engañado podría solicitar el divorcio inmediato además de que se quedará con el 90% de los bienes, un abogado viene en camino para empezar los trámites de divorcio y también el traspaso de los bienes y tu madre despidió a la empleada— analizo todo lo que me dice, es una locura y a la vez un alivio como terminaron las cosas entre mis padres y al comprenderlo todo, no puedo evitar sonreír.

—Mi madre y yo seremos libres.

—Así es, por fin van a poder vivir en paz y creo que una personita podrá estudiar lo que siempre ha soñado— sonríe y luego me abraza.

—Aún no creo que lo de mis estudios sea una opción, no sé qué piensa hacer mi madre con la empresa y si decide conservarla tendré que hacerme cargo.