Capítulo 5

874 147 6
                                    

Sir Nighteye le dio la vuelta a la silla cuando escuchó la puerta de la oficina abrirse, encontrando a Mirio ya vestido con su traje de héroe.

-Buenos días, señor.-saludó el rubio.
-Estás más serio de lo normal, ¿Qué te sucede?
-... ¿Nada? Solo he saludado, ¿Cómo puedes saber que me pasa algo?-preguntó Mirio bastante confuso.
-¡Porque no estás sonriendo como siempre!.-dijo Bubble Girl entrando después de Mirio a la oficina.
-Eso y porque he visto tu futuro.-añadió el hombre de gafas.-¡Y ahora quiero verte sonreír o vas a la máquina de cosquillas!
-¡No! ¡La máquina de cosquillas no!.-gritó el ojiazul mientras reía.
-Así me gusta.-dijo el hombre de pelo verde y dos mechas amarillas.-Ahora voy a mandaros a Kamino.
-¿Kamino?.-preguntó Mirio.-¿Qué se nos ha perdido allí?
-Sir Nighteye ha encontrado a un villano allí, dice que debemos atraparlo.-explicó la mujer de piel azul.
-¡Pues vamos a allá!

Decidiste quedarte en la oficina para dejar a Mirio hacer su trabajo sin presiones y sin ningún tipo de carga. Era obvio decir que te aburriste demasiado, solo tenías la soledad de tu lado y ni siquiera podías entretenerte con algo porque trapasabas todo.

-¿Estas bien, Mirio?.-preguntó Bubble Girl poniendo su mano en el hombro del rubio.
-No mucho, pero no te preocupes, se me pasará.
-¿Quieres contarmelo?

El ojiazul suspiró e inspiró levemente.

-Creo que he perdido a mis mejores amigos.-contestó.
-Eso... Es doloroso.-soltó la chica.-Si te digo la verdad, no se como ayudarte con eso.
-No te preocupes, aprenderé a hacerlo solo.
-¡Pero!.-gritó cortando al rubio.-Puedo decirte que Sir Nighteye quería decirte que hablaras con tu padre, así que... Conociendole... Deberías hacerlo cuando llegues a casa.
-¡Lo haré!.-sonrió cegando al propio Sol arriba en el firmamento.

Finalmente aquél turno de observación termino y ambos pudieron volver a la oficina, te alegraste demasiado cuando viste a Mirio entrar, y de tanta emoción corriste hasta él e intentaste abrazarle, aunque pasaste a través de él.

-Ahora entiendo como te sientes cuando pasas a través de la gente.-reiste.

Sir Nighteye dejó ir a Mirio, y el camino en bus fue más silencioso de lo habitual.

-Ojalá Tamaki y Nejire estuvieran aquí...-suspiró.

Y como si el mundo hubiera escuchado sus plegarias, Tamaki subió a ese mismo autobús, también había vuelto de su patrulla junto a Fatgum.
Ambos chicos compartieron una mirada y Tamaki decidió sentarse en otro asiento, entristeciendo muchísimo al rubio.

-Seguro que esto es temporal.-dijiste.
-Ojalá.

El ojiazul se bajó en su parada y le lanzó una mirada al peliazabache como forma de despedida.
Tras andar, abrió la puerta a su casa y se acercó al salón, donde su padre estaba viendo la tele.

-¿Papá...?.-preguntó el joven.

Miraste con confusión en tus ojos a Mirio, ¿Qué tenía pensado hacer?

-¿Pasa algo?.-preguntó el pelinegro girandose para ver a su hijo.
-¿Podemos hablar?
-¡Claro! ¡Ven, siéntate!
-¿Quieres que suba y os deje solos?.-preguntaste y Mirio solo negó con la cabeza.

El chico descendiente del Sol se sentó junto a su padre con una mirada triste en sus ojos azules.

-¿De que quieres hablar?-preguntó el adulto de la casa.
-¿Me prometes que diga lo que te diga no me vas a tomar por loco y que no te vas a reír?

Te sorprendiste como la primera vez, iba a hacer lo mismo que con Tamaki y Nejire, iba a hablar de ti.

-Nunca me reiría de ti, y no pienso tomarte por loco.-el rubio respiró fuertemente, ojalá esto saliera bien y ojalá no fuera a perder a su padre como había perdido a sus amigos.
-Veo al fantasma de (T/n).

La mirada del padre se cayó, la sonrisa que tenía comenzó a hundirse al igual que aquél brillo feliz que tenían sus ojos.

-Mirio...
-¡Se que es una locura! Pero prometo que no estoy loco, papá.
-Te creo.
-¡No, no estoy loco! ¡Y te dije que no te ri- Espera, ¿Qué?
-Que te creo.

Vale, eso pilló por sorpresa tanto a Mirio como a ti, ¿En serio creía en fantasmas?

-Pero, ¿Cómo? Hasta yo pensaría que estoy loco.
-¿Te acuerdas de tu madre?
-... ¿Cómo iba a olvidar a la mujer que me dio la vida?
-Cuando ella murió... Yo también vi su fantasma.
-¿En serio?.-preguntasteis a la vez.
-Sí, yo también pensé que me estaba volviendo loco, creo que tenemos un segundo quirk o algo.-rió.-¿Está (T/n) aquí ahora?
-Sí.-respondisteis a la vez, aunque a ti no te podía escuchar.

El padre sonrió.

-Pero no solo queríamos hablarme de eso, ¿No?
-Se lo dije a Tamaki y a Nejire y como no me creen, creo que hemos dejado de ser amigos...-explicó con cierto dolor en su voz.
-Eso me pasó con un antiguo amigo mío, también le dije lo de tu madre.
-¿Qué pasó?
-Aún no nos hablamos.-respondió y asusto al pobre Mirio.-Pero Nejire y Tamaki son diferentes a ese amigo, piensa en lo que te han dicho e intentar ver como se puede arreglar por ambas partes, ese es mi consejo, ¿Desde cuando ves a tu pareja?
-Desde hace un par de días pero creo que estoy perdiendo un poco la cabeza.-rió y le intentaste dar un puñetazo en el hombro, pero le atravesaste y caiste, haciendo que Mirio se riera aún más.
-¿Qué ha pasado?.-preguntó el adulto sonriendo.
-¡(T/n) se ha caído!
-¡No es gracioso!.-te quejaste.
-Por cierto, papá...
-¿Sí?
-¿Cómo dejaste de ver a mamá?
-Eso no te lo puedo decir, acabaría tu aventura demasiado rápido, lo siento, hijo.
-No te preocupes, que no me tomaras por loco me ha ayudado bastante, ahora tengo que hablar con Tamaki y Nejire y arreglarlo todo.
-¡Estoy seguro de que lo conseguirás!
-¡Yo también tengo plena seguridad en ti, Mirio!.-sonreiste haciendo que el rubio se sonrojara levemente.
-Awww, aún se sonroja.-rió su padre.
-Que mono eres.-Ojalá pudieras darle un beso en la nariz o en la mejilla.-¿Has pensado ya en como puedes arreglar las cosas?
-Por supuesto.

The Night We Met (Mirio x reader)Where stories live. Discover now