-¡Rápido! ¡Necesitamos una transfusión de sangre cero positivo!
Las ruedas de la camilla giraban a gran velocidad creando un molesto y horrible sonido contra el suelo de mármol de los pasillos del hospital.
-¡MIRIO!
Gritabas, tus gritos no podían ser escuchados y era una gran ventaja poder atravesar las puertas que se cerraban haciendo así que la gente no pudiera pasar a las salas de cirugías, donde ahora mismo estaban llevando al rubio.
-Necesito saber con exactitud que ha pasado.-un hombre vestido de blanco le preguntó a la mujer de piel azulada.
-Pues estábamos en una patrulla cuando algo o algo creo una explosión.-comenzó a explicar, se notaban muchos nervios en su voz.-Le grité diciendo que activara su quirk pero no me escuchaba y cuando se quiso dar cuenta ya era demasiado tarde. Es mi culpa debería haber hecho al-
-No se heche las culpas, señorita, nadie ha tenido la culpa aquí, solo quien creó la explosión.-el doctor apoyó su mano en el hombro de la muchacha para intentar animarla.-Seguro que todo sale bien.
-Eso espero...Tus gritos seguían siendo vacíos pero de alguna manera llegaban perfectamente a los oídos del rubio.
-(T/n)....-decía con voz ronca y casi no se escuchaba, tenía en su boca y nariz una máquina que le ayudaba a respirar si es que solo no podía.
Aún estaba perdiendo mucha sangre y corriste para estar cerca de su campo visual.
-Todo va a estar bien.-dijiste, apoyando tu mano cerca del pecho dolorido del ojiazul.
Pero esta vez, no le traspasaste.
Sentías el latido de su corazón acelerado y los músculos de sus pectorales.
Al igual, él sentía tu mano cerca de su corazón e intentó sonreír, por fin podía sentirte otra vez.-Vas a salir de la sala de cirugía con vida.-dijiste intentando no llorar, posando un beso en su frente.
-No me trapasas...-susurró para que solo tú le oyeras.
-¡Pero tendría que hacerlo!Le pusieron anestesia local provocando así un repentino sueño para poder operarle sin que tuviera que sentir todo el daño de las manipulaciones que los cirujanos iban a hacer.
Entraron a la sala y cogiste el puño de Mirio, dándole un beso antes de salir a la sala de espera, sabías que no podías verle abierto por la mitad, aún estando sin vida como con ella.
Era un poco antihigiénico, la verdad.Entraste a la sala de espera viendo como por la puerta entraba un apresurado Suneater corriendo para hablar con Bubble Girl de lo que había sucedido.
-¡No puede estar pasando esto otra vez!.-gritó el héroe en prácticas apunto de tener un ataque de pánico.-¿¡No ha venido Nejire todavía!?
-Aún no.-respondió Bubble Girl.-Y Sir Nighteye tampoco.
-¡No puedo perder a mi mejor amigo!.-comenzó a hiperventilar.
-¡Tamaki!.-corriste a su lado pero no podías hacer nada.Una enfermera vio la escena y se apresuró para ayudar al chico de ojos oscuros, pero más que ayudarle le inyectó un sedante y lo dejó tumbado en los asientos de la sala de espera.
-¡Ya he llegado!.-gritó Nejire corriendo hacia donde las dos personas se encontraban, pero no estaba sola, su mentora, Ryuku, se encontraba con ella.-¿¡Sabéis como está!?
-Aún no tenemos noticias de nada.-respondió la compañera de Mirio.
-¿Y qué le ha pasado a Tamaki?
-Empezó a tener un ataque de pánico y una enfermera le ha sedado.Llegaron a pasar unas diez horas, ahora ya estaban todos (Sir Nighteye por fin había llegado) y Tamaki se había despertado, estaba con Nejire intentando aún calmarse.
Un hombre vestido con ropas azules y tapándose la boca con una tela del mismo color se acercó al grupo.-Aún no puede tener visitas, pero está estable.
El grupo sintió un gran alivio ante aquella afirmación.
Pero tú ignoraste por completo lo último que dijo y te acercaste a su habitación, atravesaste la puerta y ahí le viste: tumbado en la camilla lleno de vendas, rodeado de goteros y una máquina que mostraba los latidos de su corazón.-¿Mirio?.-te acercaste a él.
El rubio comenzó a abrir los ojos, estaba agotado y se le notaba muchísimo en la cara.
Te sentaste cerca de su cama e intentaste tocarle, y lo conseguiste, es más, Mirio pudo colocar su mano encima de la tuya, y pudo sentir tus dedos fríos.-¿Cómo puedes tocarme?.-preguntó, ahora podía hablar un poco mejor pero su voz aún seguía un poco adormilada.
-N-no debería ser capaz de hacerlo.-dijiste mirándole a los ojos.
-No se si esto durará mucho pero por favor.-suplicó.-Bésame una última vez.Y lo hiciste, rápidamente tenías tus labios contra los suyos acariciando con suavidad su suave cabello mientras que él colocaba sus manos en tus caderas.
-Mirio, Mirio, espera.
-¿Qué sucede?.-preguntó confuso.
-¿Lo recuerdas?
-¿El qué?
-¿Le recuerdas?
-¿A quién?
-Quien creó la explosión.Sus ojos azules comenzaron a abrirse como platos mientras que un millón de imágenes comenzaban a volver a su cabeza.
Incluso lo pudo ver.
La pudo ver.
Su sonrisa macabra.
Y sus ojos llenos de psicopatía.-La recuerdo.-respondió.
Asentiste y volviste a bajar para besarle.
-Bien.-dijiste acariciando su cabello.
Tamaki y Nejire se acercaron los primeros a la puerta de la habitación, era una puerta de cristal y desde el otro lado se podía ver todo, fue ahí cuando todo se volvió más confuso.
Te vieron a ti, ahí, junto a Mirio.
Cerraron los ojos y en ese mismo momento dejaste de poder tocar a Mirio y le atravesaste el pelo con sus dedos.
Cuando volvieron a abrir los ojos ya no estabas ahí.Abrieron la puerta de la habitación rápidamente y tanto el peliazabache como la peliazul se lanzaron a los brazos de su amigo, con cuidado de no hacerle más daño.
-¡Pensé que tú también nos ibas a dejar!.-lloró Tamaki apoyándose contra el hombro del rubio.
Nejire estaba apunto de llorar pero se hacía la fuerte en estos momentos mientras abrazaba a su otro mejor amigo.
-Chicos, chicos, estoy bien, no os preocupéis.
-Mirio, por cierto.-comenzó a decir Nejire.
-¿Qué sucede?Tamaki y Nejire se dirigieron una mirada.
-Hemos visto a (T/n).
Ahora Mirio se había quedado en shock, pero no más que tú.
ESTÁS LEYENDO
The Night We Met (Mirio x reader)
Fanfiction«No soy el único viajero Que no ha pagado su deuda He estado buscando una pista que seguir Llévame de vuelta a la noche que nos conocimos» Un fanfic Mirio Togata x reader donde el rubio tendrá que superar tu sonrisa.