Kirby: "La Venganza de los Traicioneros"

Capítulo 7: "¿Cambio de Planes?"

A la mañana siguiente, cuando el Sol todavía no se asomaba pero se lograban ver sus primeros rayos mañaneros en el horizonte, Kirby se levantó primero que nadie muy ansioso y emocionado.

Iba de camino a ver a sus amigos, porque sentía que todo el tiempo que no estuvo con ellos debía recuperarlo, y no pensó en algo mejor que un día entero para pasarla bien y divertirse juntos los tres, y de paso, lograr mantener y mejorar los lazos de amistad, sobre todo entre Marx y Maglor.

Aún estaba un poco oscuro, con unas cuantas estrellas en el cielo, pero no quiso desaprovechar ni un minuto, los habitantes del reino seguían dormidos profundamente, Dream Land estaba tan tranquila y callada todavía, tanto que el mínimo ruido podía ser escuchado.

Entonces, Kirby se dirigió hacia el Astrovelero Lor de Maglor, donde él y Marx seguían dormidos, pero sus sueños fueron perturbados por golpeteos en la puerta -Ah... oye orejudo, apaga la alarma...- dijo el bufón medio dormido -Ah... pero ni siquiera tengo una...- afirmó el encapuchado con el mismo tono perezoso. En eso, los ruidos se oyeron nuevamente, haciendo que los dos despertaran de repente y se dieran cuenta de donde venían esos molestos golpeteos -¿Ah?, ¿llaman afuera?- dijo Maglor muy curioso, a lo que su amigo respondió -Hmp... que extraño, nadie nos llamaría a excepción de...-.

-¡KIRBY!- gritaron al unísono los dos alarmados mientras se miraban fijamente -¡Ay no!, ¿qué haremos?- decía desesperado Marx con una expresión preocupada en su rostro -¡No sé!, debemos esconder el cofre, ¡rápido!- dijo alterado también el ser azul -¡¿Pero a dónde?!, ¡¿en qué lugar?!- siguió el bufón mirando hacia los lados -¡Ya sé!, yo iré a distraerlo, tú busca un lugar donde no lo vea- dijo apurado pero decidido el encapuchado mientras se dirigía rápidamente hacia la puerta -¡No, espera! Ay, ya que...- dicho esto, Marx se acercó al cofre y comenzó a empujarlo como pudo con su cuerpo para llevarlo y esconderlo temporalmente mientras su amigo se ocupaba del pequeño.

En ese momento, Maglor llegó la puerta y cuando la abrió, se dió cuenta que efectivamente, si era la bola rosa quien los llamaba, y estaba esperando pacientemente afuera a que le abrieran -¡Kirby! B-Buenos días, q-que gusto verte, ¿qué estás haciendo a-aquí? Q-Que inesperada sorpresa- dijo el encapuchado muy nervioso mientras sonreía falsamente bajo su disfráz. El pequeño lo saludó sacudiendo su brazo para darle los buenos días, al mismo tiempo que le sonreía de vuelta.

De inmediato trató de mirar dentro de la nave buscando Marx, pero Maglor se interpuso, cubriéndole el acceso visual a su interior y a la vez buscando un tema de conversación -Emm, y dime, ¿p-por qué estás aquí a estas horas de la m-madrugada? Jeje, sabía que te levantabas t-temprano pero no tanto, jeje- decía el encapuchado mientras le seguía la mirada a Kirby para que no viera adentro. El pequeño lo miró algo extrañado, y luego inclinó ligeramente la cabeza hacia un lado y trató de apuntar al interior de la nave, haciéndole saber al ser azul que se preguntaba a dónde estaba Marx.

-¡Oh! Emm... ¿b-buscas a Marx? Emm... él está... emm...- en eso, Maglor fue interrumpido y siendo empujado hacia un lado bruscamente -¡A-Aquí estoy!...- gritó el bufón, mientras respiraba de un modo muy agitado -...¡K-Kirby! Amigo mío, ¡q-que bueno es verte!- decía fingiendo. El pequeño rosado se contentó al poder verlos a ambos finalmente, cerrando sus ojos y sonriéndo amigablemente -Auch... mi cabeza...- decía Maglor en tono bajo mientras se sobaba la nuca por el impacto -...Y bueno, ¿a qué se debe esta visita repentina?, ¿quieres pasar un rato?- le preguntó a Kirby intentando ser gentil con él.

-¡Acaso estás loco! ¿Cómo se te ocurre dejarlo pasar?- dijo Marx susurrando, pero su tono de voz era uno muy molesto -¡Oye!, fue lo primero que se me ocurrió, ¿o acaso tenías algo mejor?, además, ya te dije que debemos fingir ser buenos con él- dijo el ser azul susurrando enojado también.