Viñetas (Ragoney)

Día libre III.

- "Raoul." pronuncia su nombre envuelto en una risa.

- "¿Qué? Si te llevaba a comer shushi ibas a mandarme a shushipiros anónimos." Agoney suelta una carcajada despeinándolo entre protestas del rubio.

Degustan los platos de pasta típicos de Italia y un par de pizzas. Agoney finge una mueca de desagrado cuando Raoul le ofrece un trozo de su pizza con piña. Ríen durante toda la comida y se regalan un par de caricias disfrazadas de casualidad.

- "¿Nos vamos a casa entonces?" pregunta colocando bien la capucha de la chaqueta de Agoney en un movimiento cuidadoso.

- "Claro mi niño." se acerca al menor para susurrarle. - "No pienso caer pollito."

- "Ya veremos, todavía queda día." ríe.

- "Es broma ¿no?" exclama Agoney cuando una gota cae sobre su nariz.

Rápidamente es seguida por infinitas y lo que comienza siendo una suave llovizna acaba siendo una fuerte tormenta que les hace llegar a casa completamente mojados.

- "Me ducho y luego te duchas tú." propone y Raoul asiente.

El moreno se demora unos veinte minutos en la ducha en los que el menor aprovecha para cambiarse de ropa.

- "Ya estoy chiquitin." grita.

- "Voy." se apresura en entrar a la ducha. Y disfruta de la sensación relajante y cálida que produce el tacto del agua en forma de caricias.

Cierra el agua y se apresura a envolverse en la toalla para paliar el frío que se cuela por la puerta a medio cerrar.

Se observa en el espejo soplando el flequillo que le cae en la frente y dificulta su visión. Algo llama su atención, en el vaho del espejo se puede leer una frase. 

'¿Cómo se sale de Roma?'

La carcajada escapa de sus labios recordando cuando él le hizo la pregunta a su chico. Fue una mañana de un día de concierto en la gira, estaban acurrucados en las sábanas jugando al "¿que preferirías?".

- "¿Qué preferirías conocer a Beyoncé o ir a Roma?"

- "Está claro, ir a Roma." soltó el mayor riéndose ante la cara de asombro del menor. - "Rubio que yo no soy como tú."

- "Si es que no sé por qué estoy contigo."

- "Anoche parecía que lo tenías claro." comenta para sumirse en un silencio después.

- "Oye Ago, si todos los caminos llevan a Roma, ¿cómo se sale de ella?"

- "Pues...no sé rubio."

Raoul iba a contestarle cuando Miriam golpeó la puerta avisándoles que tenían que ir a ensayar.

Tras el concierto que por cierto fue un éxito y de camino a su casa en Madrid le llegó un mensaje de su chico que le tatuaría una sonrisa.

'No sé cómo se sale de Roma, pero si lo supiera pasearía todos sus caminos contigo.'

Desde entonces repiten la frase a menudo, sobre todo cuando están separados.

Sale del cuarto de baño tras vestirse y entra a la cocina buscando el taco de pos-its con los que se dejan a menudo mensajes por toda la casa. Y escribe en uno la frase que contesta a la pregunta de su chico, despega la nota y la pega en la puerta de la nevera, donde sabe que Agoney la vera y vuelve al salón, con él.

- "Ven rubito." le pide el mayor palmando el sofá.

Agoney le recibe con un abrazo en el que aprovecha para deleitarse con su champú que huele a vainilla. Acaba recostado con la cabeza sobre el regazo del canario que enreda sus dedos en su cabello disfrutando de la suavidad y la humedad de este.
Mientras el catalán juega con la otra mano besando uno a uno los dedos.

- "Ahora que lo pienso, nunca me has contado la historia de tu cicatriz." susurra acariciando la pequeña cicatriz que tiene en la mejilla y que parece la marca de las sábanas.

- "Hacemos un trato ¿vale? Te la cuento si llegamos a los cinco años juntos."

- "Ese 'si' sobra de la frase, mi amor." replica acariciando sus labios con las yemas de sus dedos con el sonido de la risa de Raoul en sus oidos.

La tarde trascurre entre risas cómplices, caricias que erizan la piel y suspiros ahogados en los labios ajenos.

¡Hola! Veréis tengo curiosidad, ¿pensáis que los pencos están juntos? Es que yo escribo sobre ellos en presente porque lo pienso, pero no sé si vosotres no lo pensaís igual quereis que cambie algo de las viñetas.