CAPITULO CUATRO: Why...?

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Ya se que es un cliché la canción “I hate U I Love U” Gnash feat Olivia O´Brien pero creo que es la perfecta para la situación que van a leer.
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Tres golpes, solamente tres suaves golpes. Era tarde, y el viento estaba en su mas alto vuelo. Las persianas de las habitaciones chocaban contra las ventanas. Camila escuchó los golpes desde el baño y salió corriendo para atender la puerta con la esperanza de que fuera Lauren. Al abrirla se encontró con el dueño del hotel, revisando a los huéspedes. El hombre cuando notó que estaba todo bien, se retiró y dejó nuevamente  Camila sola.
En el otro lado del pueblo Lucy trataba de explicarle a Lauren sobre lo que estaba pasando. Sus intenciones con ellas y su trabajo. En lo que la de ojos verdes no escuchaba ni una palabra, solo pensaba en la morocha y en lo mal que lo estaba pasando en este momento.
- Lauren – dijo en forma de suplica - ¿Me estas escuchando?
- La verdad, no lo hago – la miró por fin – No escucho escusas y mentiras disfrazadas de verdades. – se levantó del sofá y caminó hasta la cocina y sirvió un vaso gigante de agua – Es impresionante como puedo ser astuta e inteligente para algunas situaciones en las que me enfrento y en lo estúpida y ciega que soy cuando confío en algo o en alguien.
- No te mentí cuando dije que me gustabas, no hubo  mentiras cuando estuvimos juntas solo…
- Solo omitiste la parte en la que eras una de mis niñeras – la miró con tranquilidad - ¿Qué te llevó a tomar mi caso? ¿Te interesó lo difícil que podría llegar a ser no?
- Todo iba bien hasta que empecé a sentir algo mas por ti.
- Lucy no me vengas con estupideces. Soy un caso espectacular para agentes que recién empiezan y quieren un lugar en la agencia mas prestigiosa de Estados Unidos.
- Yo ya soy parte de esa agencia, no necesito casos espectaculares para escalar en mi posición. Me lo gané con esfuerzo y no con un solo caso como el tuyo. Tuve muchos parecidos a los tuyos, tal vez algunos mas sencillos y otros mas complicados. Y es por eso que soy la indicada y la mejor para protegerte.
- La mejor – saboreo las palabras - ¿Sabes? Yo debería estar en otro lugar que estar escuchando tus cosas.
- Lauren
- No, mañana voy a llamar tu jefe y voy  a pedir cambio de ciudad y de agentes. Una lastima porque me había encariñado con los chicos.
Lauren salió de la cocina y atravesó la casa a pasos largos. Tomó un suspiro y salió en su auto. Su destino era incierto pero sabia donde terminaría.
El viento estaba haciendo estragos con los nervios de Camila y ya había prendido la televisión para que hiciera mas ruido que las ramas de los arboles. Se bañó y trató de calmarse. Cuando por fin pudo cerrar los ojos golpearon la puerta con gran seguridad en sus nudillos.
- Bob estoy bien, no se rompió nada – gritó desde su cama creyendo que era el dueño.
Insistieron una vez mas y con mas fuerza. Sin ganas la de ojos marrones se levantó y abrió de golpe y se paralizó.
- Hola – dijo con voz ronca
- Lauren ¿Qué… haces aquí?
- ¿Puedo pasar? – y Camila se movió par que el cuerpo tenso de Lauren pasara - ¿Estas bien?
- Estaba tratando de tranquilizarme pero es imposible cuando Bob no deja de golpear mi puerta para saber si estoy bien.
- ¿Quién es Bob?
- El dueño – se miraron por unos largos segundos y la tensión creció bastante.
- Necesito un lugar donde pasar la noche – dijo sin mirarla
- ¿Y Lucy? ¿No puedes quedarte en su casa?
- No, - suspiró – lo siento, no quise ser mal educada solo creí que podría… Olvídalo – caminó hacia la puerta
- Hey Lauren, espera – la de ojos verdes se detuvo – Por supuesto que puedes quedarte
- Solo necesito una almohada, puedo dormir en el suelo
- Lauren puedes dormir conmigo en la cama. No seria la primera vez.
- Es diferente ahora
- Lo se, pero no deja de ser cierto. Yo voy a quedarme en mi lugar y tu en el tuyo. No es tan difícil la verdad.
- Es lo que tu crees – dijo en voz baja, casi en un susurro
- ¿Cómo dices?
- Gracias.
Lauren pidió a Camila poder bañarse y esta le alcanzó una toalla limpia y algunos productos para el cabello.
La de ojos verdes estaba gozando la ducha, el agua estaba templada pero su piel estaba ardiendo con solo pensar en la latina del otro lado de la puerta. Su mente no dejaba las noches que pasaron juntas en su camioneta, en lo mas lejano de la ciudad de Los Ángeles. Su mente estaba divagando por lugares que no debían, lugares que le erizaba la piel. Sus manos vagaron por todo su cuerpo, con el anhelo de las manos de su ex novia. Mientras estaba perdida en sus pensamientos Camila tocó la puerta.
- ¿Lauren necesitas algo mas?
- No… no, gracias. Estoy por salir
- Genial. Tengo un poco de comida por si no haz comido
- Me parece genial – solo aceptó.
Lauren salió del baño con una remera larga y unos shorts que Camila le había prestado.
- Voy a lavarme las manos y vuelvo. Empieza sin mi si quieres
- Ok – dijo sin emoción.
Cuando Camila entró en el baño se miró en el espejo y arreglo su cabello y lavó su cara. Mientras se peinaba un poco cambio su vista a la ropa interior de Lauren que colgaba en la barra que sostenía la cortina de baño. Tragó grueso y su nerviosismo creció. Se dio con que Lauren estaba desnuda bajo su ropa, desnuda y con ella, desnuda, desnuda y desnuda. Suspiró y salió como si no le afectara la idea.
Ambas se sentaron frente a frente en la cama, y comieron en silencio. Los ojos de Camila seguian curiosos, vagaban desde su cabello hasta sus pechos y bajaban hasta sus pies.
- Estas muy observadora – dijo Lauren sin levantar la mirada de su comida –
- Lo siento – trató de ocultar su rubor – En mi defensa puedo decir que hace mucho que no tengo la oportunidad de tenerte tan cerca, por lo menos tanto tiempo.
- No me molesta.
- Voy a ser mas discreta – sonrieron al mismo tiempo - ¿Lauren?
- ¿Si?
- ¿Por qué estas aquí?
- Le tienes miedo al viento, hice una promesa antes y espero no haberla roto
- ¿Solo eso?
- Sip – terminó de comer y se estiro en la cama, revelando un poco mas de su abdomen – Solo eso
- Me gustaría aprovechar ya que estas aquí hablar sobre nosotras
- Camila, no hay nada que aprovechar. Solo disfruta el tiempo, ya tendremos otra oportunidad de decirnos algunas verdades. Solo quería estar aquí contigo en un momento no tan bueno, solo eso.
Camila la observó por unos segundos mas y comenzó a limpiar y a tirar todo dejando así la cama despejada. La de ojos marrones estaba sentada con su espalda tocando la pared con una almohada entre sus brazos, en cambio Lauren seguía en la misma posición. La tensión crecía y crecía, la habitación se hacia aun mas chica. La de ojos verdes se giró un poco y conectó la mirada con la menor. Por un momento ninguna sabia a donde mirar y mucho menos querían quitar la mirada de la otra. Pasó mucho tiempo desde que estuvieron por ultima vez en la misma habitación.
Pongan la canción.
- Me has lastimado, Camila – rompió el silencio Lauren – Me has lastimado como nadie nunca lo hizo. – continuó sin sacar su mirada sobre la menor.
- Lo sé – la miró con mas intensidad – Es por eso que te busque por tanto tiempo.
- Me buscaste y me encontraste – sonrió con tristeza – ¿Pensabas que ibas a arreglar algo con eso?
- No pensé en un después, solo quería encontrarte
- Y aquí me tienes
- ¿Te tengo? – se acercó aun mas, por lo menos hasta quedar a mitad de la cama.
- Creo que ni yo me tengo en este momento
- Lauren… por favor
- No, Camila, me mentiste. Me metí en problemas para salvarte. Jones quería matarte, me manipuló para que me quedara con él, me obligó a volver a una vida que ya había dejado en un pasado. Y lo peor de todo es que no me importó si eso significaba que estarías bien, que estarías a salvo. Sacrifique mi libertad por un capricho de ambos de tenerme, una estrategia bien hecha, y yo caí como una niña ingenua.
- No fue así
- ¿Entonces no fueron así? Porque Jones fue muy especifico al hablar de ti. Tu padre tiene un buen abogado ¿Sabias eso? Se hecho la culpa de todo para que no cayeras en la cárcel como él. Tienes bastantes causas, tiene todo sobre ti. ¿Cómo pudiste ocultarme todo eso? Tu sabias todo lo que estaba haciendo por ti, lo que implicaba dejar mi libertad, mis viajes, mis cosas.
- No podía decir nada, Jones tenia muchas cosas sobre mi padre y me usó de escusa para hacer con él lo que quiso. Mi padre no tiene ni idea de lo que se estaba metiendo cuando nos llevó a Los Ángeles, no sabe las cosas que hice para evitar que lo mataran y que nos quitaran todo, no podía permitir que mi hermana no tuviera nada.
- ¿Pero no te importó que yo me quedara sin nada?
- No es lo que piensas. Le rogué a Jones que te dejara libre, que yo podría cubrir todo lo que hacías, que no necesitaba tenerte con él.
- ¿Y que pasó?
- Él quería, mejor dicho deseaba tenerte en su equipo, eras su mayor orgullo. Soñaba con dejarte todo. – suspiró – Te sorprenderías de la cantidad de veces que hablaba de ti, de lo buena y eficiente que eras. La confianza que tenia en ti no la tenia con su mano derecha. – cerró los ojos – Recuerdo una noche en que Jones hablaba con uno de sus guardaespaldas, el que lo cuidaba hasta dormido, de que te “echara un ojo” aquella noche de unas entregas grandes que tenias en el puerto, todos sabían lo arriesgado que era y definitivamente para Jones perderte no era una opción.
- Recuerdo esa noche, hubo un tiroteo cerca y Max me subió a una camioneta y me llevó lejos dejando a los demás que se encargaran de todo.
- Jones esta obsesionado contigo, y va a hacer lo que tenga a su poder para tenerte.
- No lo va a conseguir.
- Espero que no.
El silencio volvió para incomodar a ambas, en esta ocasión ya no podían sostener la mirada, solo respiraban profundo.
- Te odio, Camila. Te odio – dijo en un hilo de voz
- Y yo te amo.
Sin pensarlo se abalanzó a ella juntando sus labios de forma violenta, un choque de bocas explosivos para ambas. Suspiraron, sin moverse no desconectaron los labios. Lauren fue la primera en volver a la realidad y la empujó lejos y la menor cayó en medio de la cama de forma brusca y abrió los ojos sorprendida.
- No lo vuelvas a hacer.
Camila entrecerró los ojos y volvió por los labios de Lauren y esta los esquivó, el beso fue a parar cerca de su oreja, y la menor aprovecho eso y beso suavemente el lugar que hacia que la piel de Lauren se erizara. Los besos fueron así, suaves y provocadores, sin tocarse las bocas. La de ojos verde luchaba con su ira quería quitarla de encima y a la vez no, su corazón latía por ella, era difícil poder contenerse. Lauren tomó el cuello de Camila y la obligó a mirarla.
- Te odio
Le dijo antes de besarla con todo su ser. Antes de decirle te amo con un beso. Camila dejó correr una lagrima por su mejilla, estaba volviendo a ser besada por la que antes era su novia, por la cual había recorrido un país entero para encontrarla. Ahora la tenia ahí, ninguna sabia lo que podia llegar a pasar, o lo que venia después. Pero estaban ahí, juntas en el mismo espacio y tiempo. Besándose.
Ahora Lauren estaba encima del cuerpo de Camila, con una de sus piernas entre medio de las piernas de la otra chica, con un pequeño movimiento de cadera, casi inocente. Sus manos estaban perdidas entre el colchón y la espalda de Camila en donde la sujetaba como lo hacia siempre. Su beso no se detenía, cada vez pedía mas, cada vez quería tocar mas piel, otros lugares al igual qu las manos. La menor tenia sus manos en la cadera de Lauren, tratando de que se movieran poco mas sobre ella. Tenia la presión de la pierna pero no el movimiento. Deseaba tanto que la otra chica se diera cuenta que necesitaba mas, estaba muriendo por mas.
Camila suspiró cuando sus bocas se separaron y la de ojos verdes comenzó a dejar besos húmedos en su cuello y de repente sintió una presión, fuerte y repentina, en su centro y lo acompañó con un pequeño grito.
- Shh – dijo Lauren
Camila tragó pesado y se obligó a quedarse callada. Lauren continuaba con su camino de besos, hasta donde el cuello de la camiseta le dejaba. Las manos abandonaron la espalda de Camila y las poso arriba, y agarró fuertemente su cabello y ese era su punto de apoyo para empujar su caderas fuerte y pausado. Mordió la zona favorita de Camila y otro grito le siguió.
- Jamás habías sido tan ruidosa
- Tu nunca fuiste tan ruda antes
Otro empuje de la cadera de Lauren y enredó aun mas las manos en el cabello de Camila.
- No puedo estar callada cuando haces eso – otro empuje mas seguido de otro gemido alto
- Estoy sintiendo tantas cosas en estos momentos – besó nuevamente la boca de la otra chica – No debería estar aquí, pero tampoco me puedo ir. No quiero
Se miraron fijo y sonrieron
- No te vayas
Un golpe fuerte destruyó el momento.
- Deberías atender – dijo Lauren al separarse
- No, estoy bien aquí contigo
- Es Lucy. – miró la puerta – Esta buscándome, me escapé.
El golpe en la puerta era persistente y caminó rápido. Al abrir la puerta se le hizo un nudo en la boca del estomago. Sabia que algo iba mal.
- ¿Pasó algo?
- Lauren desapareció.
Camila trató de aparentar que su presencia no le provocaba nada y que la situación de ella buscándola no le alteraba.
- ¿Cómo estas segura de eso?
- Pasó algo entre ambas y solo se fue y no contesta su celular
- ¿Y por qué crees que puede estar conmigo?
- No lo sé. Eres mi ultima opción
- Eso me relaja mucho – le sonrió
- Toma – buscó en su bolsillo y sacó una tarjeta - ¿Puedes llamarme si sabes algo de ella? Es demasiado importante para mi encontrarla
Camila leyó la tarjeta y miró a Lucy.
- ¿Eres uno de sus agentes?
- No me juzgues ¿Ok? Era mi trabajo y debía hacerlo. Una cosa llevó a la otra y me enamoré de ella – suspiró – en una semana llegaba su nuevo agente de operaciones e iba a contarle.
- Pero ella se enteró antes – Camila no sabia como sentirse sobre esta información
- Por favor, avísame si sabes algo – trató mirar adentro de la habitación
- Ella no está aquí. Este sería el último lugar al que vendría
- Esta bien – arrastró su mano por su cabello – Solo hazme saber si sabes algo
- Lo hare, no te preocupes. Ya aparecerá, solo serán algunas horas en la que va a estar lejos. Se sintió traicionada por ti. Pero va a volver.
Lucy asintió y caminó de nuevo a la camioneta donde se encontraban los otros agentes.
Camila volvió dentro y vio a Lauren sentada en el borde de la cama.
- ¿Por eso estas aquí?
- No sabia donde ir
- Debiste ser honesta conmigo, - la miró fijo – Pensé que de verdad venias a hablar conmigo
- Yo estaba en dirección aquí, y me encontré a Lucy durmiendo en su auto afuera de mi casa. Y por la radio se escuchó “ El objeto se mueve” y …
- No tienes que darme explicaciones
- Lo sé, pero no quiero que mal entiendas todo esto.
- Está bien, supongo. – se acomodó en la cama – Deberías dormir. Seguro mañana te asignan un lugar y agentes nuevos. Debes estar preparada
Camila no soportó la decepción y se obligo a dormir. En cambio Lauren espero a estar segura a que la menor estuviera dormida y se fue.
Esa noche habló con Lucy y pidió el traslado urgente. Esa noche había tres corazones que latían al mismo tiempo y a la misma velocidad.
Esto significaba una nueva odisea para la menor.
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LO SIEEENTO...

FALLING FOR YOU (CAMREN) THE 1975 2DA TEMPORADAWhere stories live. Discover now