Capítulo 8

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La llegada del mal que atormenta a la bruja. II


Vayolet


Henry se encontraba mirando de mi a Gisele esperando de alguna de las dos hiciera algo aparte de vernos.

-¿Quién llegó? -Preguntó harto de nuestro silencio y mi cara de querer correr.

-Él.-solte en un susurro apenas audible.

El ceño del hermoso Henry se hizo más grande y levantó una ceja que se había vuelto una forma de decirme es en serio, de comunicarnos entre nosotros.

-Nadie importante, ya llegó tu padre.

-Bien, preciosa, yo no me creo esa mentira, pero vamos con mi padre.


Al entrar en la sala de conferencias sentí alivio al no verlo por ningún lado, pero mi alivio se esfumó cuando Smith me señaló con la cabeza que sí. Yo la mire en busca de respuestas pero no paso mucho para que escuchara su voz saludando al señor Joseph. Al escuchar su voz sabía que tenía que voltear, por educación y así lo hice.

-Un gusto verte Liam-Saludo Henry mientras extendía la mano al hombre de cabello café y ojos verdes.

-El gusto es mío Henry Black, pensé que jamás tendría la oportunidad de verte.

-Bueno he regresado para quedarme, ¿supongo que conoces a Vayolet?.

-Supones bien, la pequeña Vayolet, has cambiado mucho. Siempre que vengo no estas, suerte la mía que hoy me alumbraste con tu presencia.

-Bueno, eso es porque me encargaba de todo yo sola. No podía estar en el mismo lado siempre.

-Ante todo el trabajo ¿no es así Vayolet?

-Siempre ha sido así Liam.

-Una lastima.

-Claro que no es una lástima, Vayolet es una mujer muy eficiente y muy importante para la empresa.

-Ya lo dijiste tu Henry para la empresa, pero veo que aún no la conoces Vayolet es singular, ten cuidado todos los leones son hermosos, pero te matan.

Liam siguió caminando a saludar a los demás socios yo solo respire e intente dejar a Liam y toda esta historia en el pasado intentando que eso no me afectará.

En la junta Liam no paraba de verme de forma fría y era difícil que alguien con quien tenías tanta historia te viera de esa forma, con tanto rencor. Yo sabía que no había tomado las mejores decisiones pero yo lo quería no de la forma que todos esperaban pero lo hacía.

Me encontraba perdida en mis pensamientos y culparme a mi misma de todo pero en algún momento me decía, no fue tu culpa era tu futuro.

Me sentía mal, el verlo solo me recordaba lo arrepentida que me sentía de muchas decisiones que había tomado en el pasado y escuchar el rencor en su voz me rompía por dentro.

Estaba a punto de derramar lágrimas que tenía años que no hacía cuando sentí una mirada a mi lado y una mano sostuvo la mía por debajo de la mesa dándole un suave apretón.

Henry me miraba con preocupación mientras los otros hombres en la sala hablaban de algún tema. Me guiño uno de sus preciosos ojos, algo que me hizo sonreír, él en definivo era el más coqueto que conocía. Sonrió de lado y siguió con la atención en los demás.

El Mujeriego Es Mi Prometido (editando) Where stories live. Discover now