Capitulo XVIII

6.3K 332 7
                                    

Todo es fascinante con hombres como Henry Jackson Black.,


Vayolet


Podría jurar que los labios de Henry habían estado sobre los míos. Claro que había pasado y justo note que era  real cuando él se separo un poco y soltó un pesado suspiro. Yo lo mire a los ojos buscando una respuesta. Y no lo recriminaba, ni siquiera me enojaba, solo quería saber porque.
Al ver que no respondía nada solo seguí mirándolo, en ningún momento quite la mirada de sus hermosos ojos y él hizo esa sonsira de lado que tanto me gustaba. Entonces me volvió a jalar a él y está vez no fue una suave presión, no, no, no. Esta vez fue un dijno beso que recordar.

Sus labios acarciaban los míos con suavidad en búsqueda de que era lo que yo esperaba de él, pero en este momento yo lo esperaba todo. Esperaba todo lo que Henry Black me pudiera dar y ni siquiera lo sabía.

Sentía como mi corazón palpitaba al mil por hora y como todas mis terminales nerviosas se volvían locas. Podía palpar como mis labios cordinaban y buscan los suyos con añoranza como mi yo interna deseaba que él comenzará la desesperada búsqueda de estar más cerca del otro, mucho más.

El que estuviera tan cerca solo me hacía embriagarme más con su aroma cautivador y que desesperada enredara mis dedos en su suave cabello rubio que al igual que todo en él me fascinaba.

El beso estaba subiendo de tono y parecía que en ningún momento alguno de los dos quisiera separarse, pero somos humanos y apesar de ser besada como si fuera una diosa aclamada, teníamos que separamos, el aire nos faltaba y si seguíamos probablemente haríamos una escena fuera de la casa de mis padres.

—Wow —. Fue lo único que pude decir cuando nos separamos y quedamos a una distancia considerada.

—Si, wow, no sabía que besabas tan bien Vayolet—. Henry como siempre intentaba quitarle importancia a lo que había pasado y como siempre lo agradecía.

Me quedé callada y mi voz interna me diacia “pregunta porque fue esto” pero también me decía “eso sería como darle mucha importancia a un simple beso”. Mi cabeza se volvia loca entre el debate de porque. Cuando escuché la risa de Henry, así que volteé a verlo de nuevo algo que no me había atrevido a hacer en estos minutos después de beso.

Sus labios lucían besables y no podía evitar no miralos una y otra vez. Más aún cuando una grande sonrisa los adornaba, su cabello estaba todo desordenado. Lo que me hizo pensar en mi imaguen, que me imagino de igual forma era un desastre solo esperaba verme igual de sexy que él, aun con la ropa arrugaba el cabello hecho un desastre y los labios hinchados.

—El primer beso en las personas siempre se nota, es como la búsqueda de que es lo que esperas del otro.

—Ah—. Conteste como la estupida endiosada con la imaguen de Henry que era en este momento.

—No podíamos permitir que tus padres notarán la torpeza del primer beso mi querida bruja. Notarían que no nos conocemos en ese ámbito y no sería tan creíble.

—Sí claro, yo que creí que solo querías distraerme.

—También es una buena distracción, si.

—Hay que bajar antes de que lleguen por nosotros hasta aquí.

—¿estas lista mi preciosa bruja? —. Baja del auto y me extiende la mano para bajar junto a él.

Asiento con la cabeza contestando a su pregunta y comenzamos a caminar de la mano. Aquí vamos, no sé como los miraré a los ojos sabiendo que me estoy atragantado con mis propias palabras.

El Mujeriego Es Mi Prometido (editando) Where stories live. Discover now