{💘} R is for...

real moomin {jaeren}

Estaban todos reunidos en la sala de prácticas, juntar a 18 chicos de diferentes edades y nacionalidades tal vez no haya sido una buena idea. Todos se encontraban charlando y gritando, algunos bailaban y jugaban, otros reían mientras observaban a los demás.

Jaehyun era uno de los más tranquilos, observando todo el bullicio alrededor de él y sonriendo por sus compañeros.

Y ahí estaba él, Huang Renjun, admirándolo en silencio desde lejos sin la valentía de acercarse al menos a un metro de él.

— Ya deja de mirarlo con ojos de cachorro, Huang - bufó molesto Haechan, obteniendo la atención de los menores que estaban a su lado.

— No entiendo de qué me estás hablando - contestó Renjun con la mayor naturalidad que pudo en ese momento.

— Se nota a kilómetros que te gusta Jaehyun hyung - el moreno tomó con una mano las mejillas del chino y las apretó con fuerza, causando una mueca graciosa en el más bajo — ¡y ya me tienes harto! Sé un verdadero hombre y dile lo que sientes de una vez -

Como cosa adrede la sala entera se silenció justo cuando Haechan dijo aquello, y resonó por todas las paredes de la habitación. Todos voltearon a observarlos, hasta Jaehyun hizo una expresión de curiosidad hacia el par que discutía hace un momento.

— Eres un idiota - murmuró Renjun al moreno antes de empujarlo y salir corriendo de ahí, cubriéndose el rostro con ambas manos, solo dejando ver como sus orejas estaban rojas de la vergüenza.

El chino de cabellos negros salió corriendo hasta su dormitorio y se encerró en su cuarto, tapando por completo su cara con una almohada y gritando contra esta.

Y es que en efecto, sí, le gustaba mucho Jaehyun, desde la primera vez que se lo presentaron como posible compañero de grupo sus esperanzas se elevaron demasiado, pero con el paso del tiempo sus ilusiones de estar cerca del mayor eran cada vez menos al nunca coincidir en ningún proyecto. Incluso cuando al fin reunieron a los 18 chicos del grupo hasta el momento, no imaginaba siquiera tener una oportunidad de acercarse al ya todos tener una estrecha relación con sus compañeros de sub-unidad.

Un gran sentimiento de coraje y tristeza lo inundaba siempre que veía a Jaehyun, su moomin real, aquel que siempre quería lanzarse hacia él y abrazarlo con mucha fuerza y llenarle el rostro de pequeños besos. Era tan bobo, detestaba sentirse de esa manera y no poder hacer nada al respecto.

En la sala de prácticas todos se mantuvieron en silencio luego de la escena entre Renjun y Haechan, quedando con muchas dudas al respecto. Jaehyun fue quien se acercó al moreno y decidió preguntarle qué había ocurrido.

— Siendo sincero, es tu culpa - le dijo directamente el menor, Jaehyun lo miró extrañado — Si no fueras tan ingenuo ya te habrías dado cuenta y aquel bobo no estaría deshaciéndose cada vez que te ve - el moreno se dirigió con otros de sus compañeros, dejando al mayor solo y pensativo.

Continuaron con los ensayos tratando de olvidar lo anterior sucedido, todos dando el máximo y con todos los ánimos, sin embargo Jaehyun no podía dejar de pensar en aquello que le había insinuado Haechan.

Más tarde, cuando todo terminó y cada quien debía irse a su departamento, Jaehyun se dirigió con los menores a su departamento, quería asegurarse de que el pequeño chino se encontrara bien.

Cuando llegaron, el mayor tocó a la puerta de Renjun pero no contestó nadie, así que entró despacio. La luz estaba apagada, así que la encendió para visualizar mejor y no tropezar mientras llegaba a la cama del menor.

Al encender las luces se encontró con Renjun dormido, en posición fetal y con una mano en la boca, lo cual le dio mucha ternura al mayor.

Se sentó a un lado del de cabellos oscuros, hundiendo un poco la cama y logrando que el chino se despertara sorprendido.