El príncipe y la akiva (Príncipe Zuko)

CAP 30

ZUKO'S POV:

Desperté en medio de la noche sudado, enfadado y con desesperación. No sabía lo que me pasaba y necesitaba hablarlo con alguien. Estaba furioso, y no sabía por qué.

Me levanté y salí del palacio, para caminar hacia la torre de criminales.

Tenía una visita que hacer.

Al entrar allí un guardia me vio. Lo acorralé contra la pared y lo miré mal.

–Vine a hacer una visita. –Dije, serio.- Tú te quedarás callado y nadie se enterará de esto.

Entonces lo dejé allí y continué mi camino hacia la celda de mi tío.

–Tío, soy yo. –Dije, al llegar a su celda. Él giró para no verme.

Me sentí molesto.

–Todo fue tu culpa. –Hable, esperando a que me respondiera.- Pudiste haber vuelto aquí como un héroe, como yo. ¡Eres un anciano demente al igual que la estúpida akiva! ¡Por no apoyarme estás durmiendo en esta celda! –Grité, quemando una silla de manera con fuego control.

Él no respondió, así que me fui furioso del lugar.

Y yo tenía razón, había hecho lo correcto.

Mi tío era un anciano estúpido. Por no apoyarme ahora era un criminal que dormía en una tonta celda mugrienta.

Y Jazz era una idiota, pudo haberse puesto de mi lado y venir conmigo. Podríamos haber sido felices y nadie nunca se enteraría de que es la akiva, pero por su estupidez ahora todos saben que hay un akiva y que es una mujer castaña de ojos verdes y piel pálida que viste con ropas de la nación de la tierra.

¿Por qué demonios no se puso de mi lado?

¡Ya iba a pedirle que fuera oficialmente mi novia pero ella escogió el lado equivocado! ¡Y lo hizo después de decir que me amaba! ¡Eso solo demuestra que no me amaba en realidad, igual que todos los hipócritas de mis amigos!

No era como Mai, que me escogió a mí desde el principio.

¿Por qué Jazz no podía ser como ella?

Cerré los ojos con impotencia y muy molesto. No me sentía satisfecho con mi vida y no comprendía el por qué. La mujer que me atraía desde que éramos niños ahora era mi novia y me amaba, mi padre me había recibido de vuelta, era un héroe para mi pueblo, y tenía mi honor de vuelta.

¿¡Por qué sentía que eso no era suficiente para mí!?

¿¡Por qué me siento incompleto!?

Caminé de regreso al palacio cuando estaba amaneciendo y me encontré con mi novia.

–Alista tus cosas. Iremos de picnic. –Dije, entrando al palacio.